Todos conocemos a la diva del cine mexicano, María Félix, y su gran leyenda. Pero ¿qué pensaba ‘la Doña’ acerca de los homosexuales?
María de los Ángeles Félix Güereña o María Félix es por excelencia la diva de la época de oro del cine mexicano. Todos —o la gran mayoría— sabemos de la gran trayectoria de esta increíble actriz. Siempre imponente y de carácter fuerte, la Doña decía las cosas sin filtros. En esta nota te diremos qué pensaba la diva acerca de los homosexuales.
Las opiniones de «María bonita» —así le puso Agustín Lara en su canción homónima— siempre fueron controversiales. La Doña además fue conocida por ser una mujer liberal e independiente. Siempre con un porte impecable, María Félix no permitía que se le cuestionara o se le hicieran comentarios fuera de lugar.
En una visita a Argentina, según diversos medios de la época, un reportero cuestionó a la Doña sobre su orientación sexual. Con la irreverencia y altivez que la caracterizaban, María Félix le respondió:
Si todos los hombres fueran tan feos como usted, claro que sería lesbiana.
María Félix y sus sentimientos hacia los homosexuales
La diva se refería a sí misma como una mujer liberal. De hecho, en la actualidad muchas personas toman a la figura de María Félix como símbolo de mente abierta e irreverencia, esto debido a las múltiples declaraciones que expresó en vida. Una de esas opiniones fue respecto a los homosexuales. Durante una entrevista con Ricardo Rocha en 1996, el entrevistador le cuestionó sobre el lesbianismo, a lo que la Doña contestó:
Yo no crítico a las lesbianas ni a los homosexuales, lo que hace la gente de la cintura para abajo son sus historias no las mías.
¿La Doña rechazó a su hijo por ser homosexual?
No obstante, pese a que María Félix dijo a Ricardo Rocha en 1996 que no juzgaba a los homosexuales, según relata el libro Acuérdate de María, del periodista y escritor Sergio Almazán, ella rechazaba a su hijo por ser gay. Enrique Álvarez Félix fue el hijo de la Doña, producto de su primer matrimonio con Enrique Álvarez Alatorre.
Luego de que el matrimonio Álvarez Félix se divorciara en 1937, María se quedó con la custodia del que sería su único hijo. A pesar de que el pequeño Enrique quedó al cuidado de su madre, ambos siempre se mantuvieron distantes. Es del conocimiento público que María Félix envió a su hijo a internados y colegios militares en Francia, Estados Unidos y Canadá. Según Almazán, la Doña hizo esto en rechazo a su hijo por ser
Cuando Enrique regresó de Europa estudió la universidad. Sin embargo, él decidió dedicarse a la actuación, cosa que según el libro molestó a María. Otro de los relatos del libro dice que en una ocasión María Félix encontró a su hijo con un vestido blanco y collar que le había regalado Agustín Lara, puestos. Esta escena hizo sacar la furia de la diva, quién golpeó a su hijo hasta dejarlo inconsciente.
Pese a esta trágica historia de madre e hijo, en una entrevista para Martha Debayle, Sergio Almazán dijo que María Félix amó mucho a su hijo y el enviarlo a los internados en el extranjero fue para protegerlo de los prejuicios hacia los homosexuales que persistían en la época.
Enrique Álvarez Félix murió antes que su madre, a los 61 años, el 24 de mayo de 1996. Su madre, María Félix, murió a los 88 años, el 8 de abril de 2002.