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General: Supertriste: Cubanos despiden el último crucero de Estados Unidos
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Da: libreconderechos  (Messaggio originale) Inviato: 07/06/2019 17:19
'Es supertriste': 
Cubanos despiden el último crucero de EEUU con toques de claxon
Esperando un bus en el Malecón de La Habana, Mario Díaz vio conmovido cómo partía al Empress of the seas, el último crucero de una compañía de EEUU que logró incluir a Cuba en su ruta por el Caribe.
 
"Todo esto es supertriste, de verdad, porque (el presidente Barack) Obama vino aquí, a Cuba, y todo, fue algo histórico ese 2016, y ahora que venga (Donald) Trump así, y que de la noche a la mañana todo se eche para atrás", declara a la AFP este disc jockey de 19 años.
 
En las relaciones entre La Habana y Washington "se ve un retroceso enorme", añade y está de acuerdo con que para el país el arribo de cruceros cargados de visitantes estadounidenses era una fuente de ingresos "muy grande".
 
El Empress of the seas, buque con bandera de Bahamas propiedad de la estadounidense Royal Caribbean, atracó en la terminal de cruceros del puerto de La Habana para una estancia de dos días el martes, el mismo día en que entró en vigor un nuevo paquete de sanciones de la Administración Trump contra el régimen cubano.
 
Las restricciones, que buscan castigar La Habana por su apoyo a la Venezuela de Nicolás Maduro, incluyen, entre otras, la prohibición de los viajes grupales educativos y de los cruceros, las formas más usadas por los estadounidenses para visitar Cuba.
 
El pescador Fernando Santana, de 50 años, registró hace tres años en su teléfono móvil el arribo del primer crucero de EEUU al puerto de La Habana, y recuerda bien cómo el sonido de su bocina arrancó gritos de entusiasmo entre los cubanos y turistas extranjeros que lo esperaban en el Malecón.
 
Hoy la atmósfera era otra. "Obama hizo muchos cambios y trató de acercar a estos dos pueblos" y "después vino un asno atrás, que todo lo que hizo uno con la cabeza, vino y lo rompió el otro con los pies", dijo Santana.
 
'Muy enojados'
Mientras el barco navegaba por el canal de la bahía rumbo a alta mar, sus pasajeros salieron a las terrazas para despedirse haciendo señales con sus brazos y agitando banderitas cubanas.
 
La noticia tomó por sorpresa a muchos de los pasajeros del crucero, algunos de los cuales conocieron de las nuevas sanciones mientras paseaban por la capital cubana.
 
"Bien o mal, no sabemos nada de esto como ciudadanos americanos. Fue una sorpresa total para nosotros", declaró a la AFP Linda Mensure, oriunda de Texas.
 
Por su parte Jim Jhonson, otro turista que vive en Florida, expresó su preocupación por sus compatriotas que compraron boletos para viajes de cruceros que incluían a Cuba en su itinerario.
 
"Hay personas que tiene programado un viaje para la semana que viene y ahora no podrán hacerlo", dijo.
 
Pero a otros estadounidenses la noticia los sorprendió a bordo de otros cruceros en alta mar, cuando fueron informados de que la ruta cambiaría para cumplir con las nuevas sanciones de Washington.
 
"Soy uno de los cientos de pasajeros muy enojados a bordo de un crucero en medio del Caribe. Todos planeamos este crucero anticipando nuestra parada en Cuba. ¡Muy molesta!", escribió en Twitter la enfermera Cindy Hamilton.
 
Una de las grandes ajedrecistas a nivel mundial, la húngara Susan Polgar, tuvo más suerte y logró incluirse en el último crucero que llegó y ya dejó atrás La Habana.
 
"¡Es oficial! ¡Nuestro barco ha salido de La Habana! ¡Este es el último barco de los EEII para salir de Cuba! Muchos cubanos se alinearon junto al muelle para despedirse. ¡Muchos taxis estaban tocando sus cláxones y nuestro barco hizo lo mismo! Hasta que se cambien las leyes, no se permiten más barcos", escribió Polgar en su perfil en la red social de Facebook.
 
Susan aprovechó su visita a la capital cubana para visitar la tumba en el Cementerio de Colón del más grande genio ajedrecístico cubano: José Raúl Capablanca. Compartió imágenes sobre su momento de homenaje al maestro cubano en Twitter.
 
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, siglas en inglés), con sede en EEUU, informó que debido a las medidas los barcos de las empresas de cruceros del país "se ven obligados a eliminar el destino Cuba de todos los itinerarios con efecto inmediato".
 
Según un comunicado que CLIA publicó en su página de internet, las sanciones afectan "a casi 800.000 reservas de pasajeros que están programadas o ya en curso".
 
El miércoles otra aerolínea, Delta Airlines, anunció que dejará de aceptar reservas a Cuba bajo la categoría "people to people", como lo hizo anteriormente United Airlines.
 
La empresa aérea emitió un comunicado en el que aclaró que las medidas no afectan a los clientes que reservaron un viaje antes del 5 de junio con la categoría de viaje grupal y que contaba con la autorización pertinente.
 
En 2018, la Isla recibió 877.000 turistas en viajes de cruceros, el 38,9% de los cuales fueron estadounidenses, según cifras oficiales.
 
Preguntas y respuestas: ¿Pueden los estadounidenses visitar Cuba?
 
Las nuevas restricciones que el Gobierno del presidente Donald Trump impuso a los viajes a Cuba han hecho más difícil, pero para nada imposible, que los estadounidenses visiten la Isla, sostiene la agencia AP.
 
Los cruceros ofrecían una opción sencilla para realizar viajes legales a través de los 144 kilómetros (90 millas) de mar que separan a ambas naciones, pero al parecer eso se ha terminado por ahora con la entrada en vigencia el miércoles de la prohibición federal.
 
Las principales líneas de crucero han reconfigurado sus itinerarios y sus escalas en Cuba fueron cambiadas por otros destinos en el Caribe, para desencanto de miles de pasajeros.
 
A continuación, The Associated Press ofrece algunas respuestas a preguntas ordinarias sobre las complicaciones de viajar de EEUU a Cuba.
 
¿Por qué EEUU adoptó esta medida?
El Gobierno de Trump dice que desea cortar el flujo de dólares al Gobierno de Cuba para obligarlo a que suspenda su apoyo al presidente Nicolás Maduro, de Venezuela. La Habana afirma que Trump quiere reducir la exposición de los estadounidenses al país porque cuando regresan invariablemente se oponen al embargo contra la Isla que está vigente desde hace 60 años.
 
¿Existen otras maneras de viajar a Cuba?
Las principales aerolíneas, como American, JetBlue y Delta, continúan cubriendo un itinerario completo de vuelos relativamente asequibles a La Habana y otras ciudades cubanas. La mayoría parte de Miami y Fort Lauderdale, pero hay vuelos diarios desde otras ciudades estadounidenses.
 
En cuanto a Cuba, los visitantes estadounidenses son bienvenidos como turistas y el Gobierno intenta facilitar su llegada. Las visas de turistas están disponibles para compra inmediata si ya se cuenta con boleto de avión o cuando el pasajero se registra para un vuelo a Cuba. La visa cuesta alrededor de 50 dólares. Cuba se mantiene quizá como el país más seguro en el hemisferio occidental para los turistas extranjeros porque prácticamente no se conocen casos de que hayan sido víctimas de delitos violentos.
 
¿Qué dice la ley?
La ley de EEUU prohíbe a sus ciudadanos viajar a Cuba, salvo en 11 casos específicos: visitas familiares; negocios de Gobierno; actividad periodística; investigación y reuniones profesionales; actividades educativas; actividades religiosas; presentaciones artísticas y exhibiciones; apoyo al pueblo cubano; proyectos humanitarios; actividades de fundaciones privadas; e importaciones y exportaciones.
 
Los viajeros deben elegir una de esas categorías de un menú que les es presentado cuando compran su boleto con una aerolínea.
 
Antes de los cambios más recientes de Trump, muchos estadounidenses venían en grupos cuyo propósito era la interacción de "persona a persona" con cubanos ordinarios. Esa categoría, con requisitos relativamente fáciles de cumplir con un viaje normal, fue eliminada.
 
¿Qué dicen otros republicanos?
Los defensores de los cambios de Trump, como el senador de Florida Marco Rubio afirman que los estadounidenses deberían viajar ahora a Cuba en la categoría de apoyo al pueblo cubano.
 
El Gobierno estadounidense define lo anterior como apoyo a las actividades de organizaciones de derechos humanos y otros grupos que fomentan la democracia y la "actividad independiente dirigida al fortalecimiento de la sociedad civil en Cuba".
 
Hay decenas, sino no es que cientos, de actividades relacionadas con los viajes que a la vista podrían considerarse como dentro de esa definición. Las compañías de viaje de Cuba comenzaron el miércoles a reorganizar recorridos para hacer que se ajusten al criterio de "apoyo al pueblo cubano", fomentando actividades como paseos culinarios, enrollado de puros y buceo.
 
¿Pueden los estadounidenses ser castigados por viajar a Cuba?
La legalidad de los viajes de EEUU a Cuba ha funcionado durante años sobre un sistema de honor. La supervisión fue prácticamente nula durante la presidencia de Barack Obama y no hay casos registrados de que se haya investigado el itinerario de algún viajero desde que Donald Trump asumió la presidencia.
 
Eso podría cambiar en cualquier momento. De acuerdo a las normativas estadounidenses, los viajeros deben conservar registros de su viaje a Cuba, un diario de sus actividades por ejemplo, durante al menos cinco años.
 
Otro aspecto que complica los viajes a Cuba es un requisito de Washington de que los estadounidenses eviten una lista de establecimientos administrados por agencias del gobierno vinculadas al ejército y los servicios de inteligencia. Cerciorarse del cumplimiento de este punto es prácticamente imposible en muchos casos.
 
De objetivos e impacto: dos economistas opinan sobre las restricciones a los viajes de EEUU a Cuba
Las nuevas limitaciones a los viajes desde EEUU a Cuba tendrán un impacto sobre el turismo en la Isla, pero donde primero han dejado huella es en el campo de la opinión pública, con posiciones encontradas.
 
Tras la decisión de Washington de restringir los viajes culturales de ciudadanos estadounidenses a Cuba, así como las visitas con barcos, cruceros incluidos, y aviones privados o comerciales, hay un objetivo económico claramente establecido.
 
Los economistas Jorge A. Sanguinetty y Elías Amor ofrecen una visión general de las nuevas medidas del Departamento de Estado, de cómo podrían afectar al régimen y a la población de la Isla y cómo debería actuar el Gobierno.
 
¿Qué opina de las nuevas restricciones a los viajes de EEUU a Cuba?
Jorge A. Sanguinetty: Las nuevas restricciones tienen un doble objetivo. Primero, el de presionar y sancionar al Gobierno de Cuba para que no siga creando problemas en Venezuela y otros países. Segundo, se busca presionar para que el Gobierno liberalice la economía interna y modere o disminuya la represión interna de los ciudadanos.
 
Elías Amor: Las nuevas restricciones de viajes a Cuba no son tan nuevas. Se anunciaron hace tiempo y han entrado en vigor en los plazos establecidos, de acuerdo con los planes de la Administración Trump. Lo más importante es que no tendrán efecto alguno sobre la diáspora que vive en EEUU.
 
Los cubanos podrán seguir viajando a ver a sus familiares, siempre que cumplan con los requisitos consulares y que puedan entrar en Cuba. La medida de la Administración Trump va dirigida a la fórmula conocida como "viajes educativos", que tenía poco que ver con la educación y la formación, y que se había banalizado por parte de determinadas asociaciones procastristas.
 
En mi opinión, la medida no perjudica los derechos humanos del pueblo cubano, que podrá seguir en contacto con los suyos en el extranjero, pese a las restricciones que impone el régimen comunista a la movilidad de disidentes y periodistas independientes. Es el régimen castrista, y no EEUU, el que impide una y otra vez la normalidad de las relaciones entre los dos países.


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Da: libreconderechos Inviato: 07/06/2019 17:20
¿Cómo afectarán las medidas al régimen, a los cubanos en general?
Jorge A. Sanguinetty: Las medidas afectarán significativamente al régimen y a la población. A esta última directamente por la reducción de sus ingresos provenientes del turismo. También indirectamente porque el Gobierno importará menos de lo que se necesita para abastecerla.
 
Elías Amor: A los cubanos no les afectará en nada. Podrán seguir viajando a ver a su familia y enviando dinero dentro de los límites fijados, bastante amplios para el nivel de vida existente en Cuba.
 
Afectará a un porcentaje no muy elevado de viajeros que usan determinadas fórmulas como el "viaje educativo" y también a los que intenten llegar a la Isla en cruceros. El principal afectado será el conglomerado de empresas de la Seguridad del Estado, que tendrá menos clientes a partir de ahora.
 
Habrá que ver cómo evolucionan las estadísticas de turismo en los próximos meses. No conviene perder de vista que EEUU es uno de los principales mercados de turismo para Cuba, a pesar del embargo.
 
¿Qué debería hacer el régimen para paliar la situación?
Jorge A. Sanguinetty: El Gobierno cubano está en posición de jaque y tiene que considerar darle más autonomía a la empresa privada, sobre todo en el sector alimentario.
 
La solución está en aumentar la libertad de gestión de los cubanos fuera del Gobierno. El sistema vigente de monopolios estatales es incapaz de equilibrar la situación actual de la economía.
 
Elías Amor: Al régimen se le ha dicho en numerosas ocasiones lo que tiene que hacer. Lo saben, pero no toman decisión alguna. Se enrocan en unas posiciones ideológicas trasnochadas en las que nadie cree y en las que el pueblo ha perdido toda su fe.
 
Mientras, mantienen una presión asfixiante sobre Venezuela, impidiendo que este país evolucione hacia las libertades y la democracia. Las medidas están bien diseñadas, y pretenden conseguir para Cuba lo mismo que hay en la mayoría de los países del mundo: pluralismo político, respeto a todos los derechos humanos y democracia plena. No el sistema comunista-socialista que actualmente tratan de reivindicar, y que es de naturaleza autoritaria.
 
Los cambios tienen que llegar, los cubanos están hartos de lo mismo durante 60 años, sus líderes han perdido la confianza en el futuro y la economía se encamina lentamente al desastre.
 
Emprendedores cubanos: 'Si caen los cruceros caerán los negocios, sobrevivimos por ellos'
Cada mañana Julio César aparca un flamante Desoto Deluxe de 1948 frente a la salida de la terminal de cruceros en La Habana. Raro es el día en el que no suben a su descapotable rojo dos o tres grupos de turistas estadounidenses para recorrer la ciudad a un precio de entre 30 y 40 dólares la hora. Hasta el martes.
 
"Me diste malas noticias. Cuando aquí no entran cruceros no hay clientes", respondió a EFE, tras conocer que el Departamento de Estado de Washington prohibió los viajes a Cuba en estos buques recreativos, además de restringir las visitas culturales de estadounidenses.
 
La prohibición de los viajes en crucero a Cuba impuesta este martes por el Gobierno de EEUU podría hacer mella en los negocios privados del centro histórico de La Habana, desde restaurantes y tiendas de souvenirs hasta los emblemáticos automóviles clásicos.
 
Los cruceros de navieras como Carnival y Norwegian llevaron a Cuba a 340.000 estadounidenses en 2018, el doble que el año anterior, lo que situó al país norteamericano como el segundo mercado emisor de visitantes a la Isla (con un total de 638.000) solo por detrás de Canadá, según datos del Ministerio de Turismo.
 
Desde que llegaran los primeros cruceros en 2016 fruto del "deshielo" promovido por Raúl Castro y Barack Obama, en La Habana Vieja se han multiplicado los negocios de los nuevos emprendedores cubanos o "cuentapropistas" como los bautizó eufemísticamente el régimen, un pujante colectivo que ha dinamizado la economía cubana al margen del inoperante sector estatal.
 
Estos abarcan desde ambiciosos restaurantes con pantallas gigantes, bares de cócteles, estudios de artistas o tiendas de ropa tradicional hasta el humilde puesto de Yolaina la peinadora, experta en llenar de tirabuzones y trenzas las cabezas de los turistas a la sombra de la basílica de San Francisco de Asís.
 
"Me quiero morir. ¿Cómo no van a poder venir los cruceros? Si son la única entrada que tenemos, porque ya casi no hay turismo aquí ya", lamentó Yolaina, tras asegurar que aproximadamente la mitad de sus clientes proceden de los barcos gigantes que atracan a escasos 100 metros de su negocio.
 
Yoasi García, que regenta una tienda de recuerdos en la zona, comparte una preocupación similar.
 
"Estamos sobreviviendo por los cruceros. Creemos que si caen los cruceros caerán los negocios aquí también", protestó, aunque no pierde el optimismo: "los cubanos somos tremendos, estamos adaptados a vivir en cualquier etapa, clima y época. Somos fuertes".
 
Los dos cruceros amarrados este martes en el puerto de La Habana podrían ser los últimos procedentes de EEUU, ya que la prohibición entraba en vigor en 24 horas. Sus pasajeros, sin embargo, se dispersaban por las calles de la ciudad sin saber que probablemente sean los últimos en disfrutar de este tipo de vacaciones, al menos por una buena temporada.
 
"Me he quedado de piedra. Ya estábamos preocupados antes de venir porque pensábamos que podía pasar, pero no lo sabíamos. Al menos aún tenemos el resto del día para apoyar a la gente de aquí", comentó a EFE la jubilada Scarlett Skinner, mientras degustaba una "ropa vieja" cubana en un restaurante del barrio.
 
La Administración de Trump también anunció la prohibición desde mañana de los viajes culturales y educativos de contacto con el pueblo de Cuba, conocidos en inglés como "people to people" y que permitieron a miles de estadounidenses visitar la Isla tras el deshielo iniciado en 2014.
 
Los estadounidenses tienen prohibido hacer turismo en la Isla, pero hasta ahora podían viajar si cumplían con algunas de las 12 categorías existentes: visitas gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos.
 
Estas otras modalidades no se verán afectadas y también podrán seguir operando con normalidad los vuelos comerciales regulares entre ambos países, reanudados en 2016 tras un paréntesis de más de medio siglo.
 
En el caso de la prohibición de cruceros, el Gobierno de EEUU argumentó que el objetivo es acabar con el "turismo velado" al considerar que sirve para "llenar los bolsillos de los militares cubanos" y en último término apoyar al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
 
Esta hipótesis no preocupa demasiado a Linda Harper, otra jubilada estadounidense que bajó el martes del crucero para pasar la tarde en La Habana: "mi dinero va para mojitos, no estoy segura de a dónde llega después", ironizó, y hace un amago de brindar con el cóctel cubano.
 
United Airlines no venderá más pasajes a Cuba para viajes 'people to people'
La compañía estadounidense United Airlines (AA) envió un correo electrónico a los clientes el martes diciendo que ya no podía aceptar reservas para viajes grupales bajo la categoría "people to people" con fines educativos a partir de este 5 de junio debido a las nuevas reglas establecidas por Washington, informó Los Angeles Times.
 
Según explicó una portavoz del Departamento de Estado, el Ejecutivo ha decidido mantener los vuelos comerciales porque suelen ser usados por los cubanoamericanos para visitar a sus familias en la Isla.
 
Todo el turismo estadounidense a Cuba es ilegal, pero ciertas categorías de viajes, como los de educación o los viajes culturales de persona a persona, han permitido a los estadounidenses viajar a la nación, hasta ahora.
 
Hace tres años, el entonces presidente Barack Obama aflojó las reglas para mejorar las relaciones entre Washington y La Habana y promover este tipo de turismo.
 
El martes, la Administración Trump anunció restricciones más severas porque considera que el régimen cubano desempeña "un papel desestabilizador en el hemisferio occidental", de acuerdo con la declaración emitida por el Departamento de Estado.
 
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo en el comunicado: "Esta Administración ha tomado una decisión estratégica para revertir el relajamiento de las sanciones y otras restricciones al régimen cubano. Estas acciones ayudarán a mantener los dólares estadounidenses fuera del alcance de los servicios militares, de inteligencia y de seguridad cubanos".
 
Washington ha determinado, asimismo, que los cruceros se usan para hacer turismo, algo que los estadounidenses tienen prohibido por ley, de ahí que decretara el fin de estos viajes.
 
La compañía Norwegian Cruise Line indicó a sus clientes a través de su web que está "monitoreando estrechamente" las nuevas restricciones de viajes a Cuba y "cualquier consiguiente impacto" en las líneas de cruceros a ese país.
 
Un portavoz de Carnival, la mayor empresa de cruceros del mundo, respondió algo similar y la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, en inglés) también, cuando fueron consultados por EFE.
 
El primer crucero entre EEUU y Cuba, tras un paréntesis de más de 50 años, fue el Adonia, de la compañía Fathom, filial de Carnival, que zarpó del puerto de Miami el 1 de mayo de 2016 con destino a La Habana, con 704 pasajeros, una docena de ellos cubanoamericanos.
 
En los puertos de Miami y Fort Lauderdale, en el sur de Florida, no estaban previstas para el martes salidas de cruceros hacia Cuba.
 
Fuentes del Puerto de Fort Lauderdale indicaron a EFE que este miércoles está previsto que zarpe el Majesty of the Seas, de la compañía Royal Caribbean, en cuyo itinerario aparecía una escala en La Habana antes de dirigirse a Cozumel (México).
 
Agregaron que no han recibido notificación de que se cancele la salida, pero advirtieron que el itinerario podría cambiar para no incluir a la capital cubana.
 
Según CNN, Royal Caribbean Cruise Lines confirmó que los viajes programados para este miércoles y jueves ya no se detendrán en La Habana.
 
Collin Laverty, presidente de Cuba Educational Travel (CET), una organización dedicada a armar los viajes "people to people", consideró que la prohibición de estos es una decisión "desafortunada" no solo para "compañías que dan empleo y pagan impuestos" en EEUU, sino para "millones de cubanos que van a sentir la disminución de la afluencia de visitantes".
 
Laverty no dudó en calificar la medida de "política" y la encuadró en la carrera para las elecciones presidenciales de 2020.
 
Según el Gobierno cubano, la Isla cerró el primer cuatrimestre de 2019 con un crecimiento del 7,2% en la afluencia de turistas, al alcanzar 1,9 millones de visitantes.
 
En ese periodo, Canadá se mantuvo en primer lugar entre los mercados emisores, con 624.530 viajeros (un 3% más) y EEUU continuaba como segundo, con 257.500 visitantes (93,5%) hasta abril, pese a las restricciones que aplica el Gobierno de ese país.
 
El 55% de los viajeros estadounidenses llegó a Cuba en cruceros, una modalidad que creció un 48% en ese periodo con respecto al mismo de 2018.
 
El martes, repitiendo su discurso oficial, La Habana vaticinó el fracaso de las medidas anunciadas por EEUU.
 
"Pretenden asfixiar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para arrancarnos concesiones políticas", pero "fracasarán otra vez", escribió en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.
 


 
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