La Junta Militar que detenta el poder ejecutivo en la Isla no quiere siquiera que se mencione el término "Periodo Especial". Un eufemismo acuñado por el difunto Fidel Castro Ruz para referirse a la crisis económica, política y social que azotó a la sociedad cubana tras el derrumbe del campo socialista europeo y después de la URSS.
Todo esto viene a raíz de la posible caída de la dictadura que desgobierna a Venezuela, encabezada por el inefable Nicolás Maduro.
Lo que no comprenden, todos aquellos que malgobiernan Cuba es que las crisis económicas, políticas o sociales no se pueden esconder por decretos gubernamentales, orientaciones partidistas y voluntarismos políticos. El temido "Periodo Especial en Tiempos de Paz" ya está aquí, y se siente en sectores tan básicos como los alimentos, los fármacos y el transporte.
Deberíamos hacer una comparación entre el contexto interno en que se desenvolvió el anterior "Periodo Especial" y el contexto cubano actual. Porque las condiciones sociales no son las mismas y —lo más importante— los sujetos sociales tampoco son equiparables con aquellos.
Fundamentalmente debido a que la actual población residente en el país cuenta con una información personal o de primera mano sobre el mundo y la propia Cuba, con la que no contaban la inmensa mayoría de compatriotas en el anterior "Periodo Especial". Los cubanos de la primera mitad de los años 90 del pasado siglo, poseían una estrecha visión del planeta.
Muchos habían estado grandes contingentes castrenses en Angola, Argelia, Etiopía, Libia, Mozambique y Nicaragua, pero siempre en misiones militares y con las restricciones que este tipo de labor acarrea a oficiales, soldados o personal civil.
Durante 30 años una ingente parte de la población cubana estudió en la URSS, pero siempre con un grupo de limitantes cognitivo-informativas por residir en otra sociedad totalitaria. Por lo que tuvieron oficialmente poco acceso a lo que sucedía a nivel mundial.
Otro pequeño segmento de la juventud nacional trabajó como mano de obra barata en algunos países del campo socialista europeo, pero estos fueron contratos laborales manipulados por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y bajo el supuesto manto de ir a estudiar a esos predios.
Actualmente la cosmovisión de los residentes en Cuba es mucho más amplia. Puesto que han sido contratados profesionales en más de 152 países, y unos 4,7 millones de compatriotas han ido a visitar a sus familiares en casi todos los países del orbe. También salen a hacer compras al extranjero y regresan unos 180.000 cubanos, y han residido en el exterior y retornado otros 60.000.
Agreguémosle a esos que, desde hace más de 20 años, tanto en La Habana como en varias ciudades que son polos turísticos, como Varadero, Cárdenas, Morón, Caibarién y Trinidad, sus residentes miran clandestinamente la televisión por cable. En otras grandes ciudades de la Isla desde hace diez años se puede acceder al Paquete Audiovisual Semanal a un costo de 80 centavos dólar.
Desde hace más de dos años, los cubanos pueden acceder a la realidad mundial en Zonas WiFi públicas. A su vez, desde febrero del 2019, acceden a información a través de datos móviles en sus teléfonos celulares. Aunque estas dos últimas opciones todavía no resultan accesibles para todos, debido a los altos precios.
Todo lo anteriormente descrito crea una población cubana mucho mejor informada de lo que acontece y menos manipulable políticamente por los que gobiernan, en comparación con la del anterior "Periodo Especial". Son compatriotas que constantemente están comparando a la sociedad nacional con otras, en lo bueno y lo malo que perciben.
Así, esta nueva crisis económica recrudecida que se acerca a pasos agigantados no será tan fácil de sobrevivir para todos aquellos que desgobiernan Cuba, porque existe mayor conocimiento, e información es poder.
GUILLERMO FARIÑAS LA HABANA 2019