“Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación… colapsaríamos el tráfico”. Estas palabras de doña Sofía, recogidas por Pilar Urbano en el libro La reina muy de cerca, levantaron ampollas en la comunidad LGTB hace algo más de diez años. La Reina no entendía que los gays se sintiesen orgullosos de serlo, y se mostraba contraria al matrimonio homosexual. “Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es”, dijo.
Es una postura que no comparte su hijo. En su primer acto como Reyes en 2014, Felipe VI y doña Letizia recibieron por primera vez en palacio a la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT) y a la Fundación Triángulo, un gesto con el que el nuevo monarca daban la impresión de apartarse de las ideas de doña Sofía, y que como tal fue celebrado por sendos colectivos de defensa de los derechos de los homosexuales. “Esta invitación es una muy buena forma de empezar un reinado”, declaró el presidente de la Fundación Triángulo.
De nuevo, el año pasado el Rey hizo un nuevo gesto de apoyo a los derechos de las personas LGTB al felicitar por su 25º aniversario a la revista Shangay, una de las publicaciones de mayor referencia en España para este colectivo. “Es la primera vez que la Casa del Rey manda un mensaje tan directo a la comunidad LGTB”, celebraba la revista Shangay en Instagram al pie de la imagen de un retrato firmado de Felipe VI enviado por el palacio Zarzuela. En 2017, los Reyes ya habían apoyado el Día del Orgullo Gay expresando su deseo de que el World Pride que se celebraba ese año en Madrid fuese un éxito, y, aunque entonces descartaron participar activamente en el mismo, no parece lejano -aunque sí será algo tardío- el momento en el que incorporen de una manera más contundente la defensa de los derechos LGTB a su agenda.
Es lo que ha sucedido ya en la mayoría de casas reales europeas.
En Dinamarca, dicha causa cuenta por ejemplo con una partidaria tan destacada como la princesa Mary. La futura reina consorte de los daneses pronunció un apasionado discurso en defensa de los derechos del colectivo LGTB durante el Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia de 2016, y desde entonces es habitual verla en actos como la entrega de los Danish Rainbow Awards, unos premios dedicados a esa misma causa. Su cuñada, la princesa Marie, tampoco se queda corta, y en 2016 se convirtió en el primer miembro de la familia real danesa -y de cualquier otra- en asistir al desfile del Orgullo Gay, en su caso el de Copenhague.
Lo mismo sucede también en Noruega, donde hace solo unos días veíamos a los príncipes herederos Haakon y Mette Marit asistir a uno de los actos del Orgullo Gay de Oslo. El propio rey Harald V mostró su apoyo a la comunidad LGTB durante el discurso que ofreció en 2016 para celebrar sus 25 años en el trono. “Los noruegos son chicas que aman a otras chicas, chicos que aman a otros chicos y chicos y chicas que se aman los unos a los otros”, dijo.
También el rey Guillermo Alejandro I está a la altura de su reino, Países Bajos, el primer país del mundo que aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2016, el monarca visitó por su 70º aniversario el Centre for Culture and Leisure (COC), un centro de activistas fundado en 1946 con el entonces secreto objetivo de apoyar a la comunidad LGTB. Su consorte, la reina Máxima de Holanda, ya había hecho lo propio en 2008 al asistir por primera vez en la historia de la familia real holandesa a una conferencia internacional sobre los derechos de las personas LGTB, un hito que también la convirtió en una de las primeras personas de la realeza en participar en esta causa.
En 2013, la reina también en el Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia y recibió un mapa del nivel de reconocimiento de los derechos LGTB en los distintos países europeos.
La monarquía británica, a pesar de estar tan anclada a la tradición, tampoco ha querido quedarse atrás en este tema. Isabel II, que fue coronada reina en un tiempo en el que las relaciones entre las personas del mismo sexo estaban penadas, animó por ejemplo en un discurso de 2003 a seguir avanzando en la igualdad de los derechos de las parejas homosexuales, y en los últimos años ha nombrado miembros de la Orden del Imperio Británico a varios activistas LGTB.
Sin embargo, es con los miembros más jóvenes de la familia real británica con los que más asegurada parece la defensa de los derechos LGTB. Los duques de Sussex, Meghan y Harry, han decidido hacer suya esta causa y este mes han dedicado su cuenta de Instagram a mostrar su apoyo a organizaciones como Stonewall. También el príncipe Guillermo es afín a esta causa. En 2016, apareció en la portada de la revista gay Attitude para condenar el bullying a las personas homosexuales, bisexuales o transexuales. Esta misma semana, aprovechó su visita a un centro de ayuda a las personas LGTB sin hogar para aclarar que le parecerá perfecto si alguno de sus hijos resulta gay, aunque expresaba su preocupación de que su orientación sexual pudiera suponerles un problema teniendo en cuenta el papel institucional que tendrán que asumir.
ASÍ RESPONDIÓ EL PRÍNCIPE GUILLERMO CUANDO LE PREGUNTARON CÓMO REACCIONARÍA SI UNO DE SUS HIJOS FUESE GAY
os avances sociales resultan imparables y a la monarquía no le ha quedado más remedio que modernizarse. Por eso ya no resulta tan extraño que un príncipe se case con una “plebeya” o que el príncipe Harry y su mujer Meghan Markle dediquen una publicación de Instagram al mes del Orgullo.
Y esta mañana ha sido su hermano, el príncipe Guillermo, el que ha vuelto a hacer historia en el ámbito de la realeza al contestar a una de las preguntas más delicadas para una institución como la suya: “Si tu hijo te dijese, 'Soy gay o soy lesbiana, ¿cómo reaccionarías?'”, le espetaron al royal durante una sesión de preguntas y respuestas.
Y el príncipe, que tiene tres hijos -George, Charlotte y Louis- junto a Kate Middleton, en vez de pasar por alto la cuestión, aprovechó la pregunta y se explayó sobre el tema. “Creo que no piensas en eso hasta que eres padre y, obviamente, me parece perfecto”, contestó. “Lo único que me preocuparía -teniendo en cuenta el papel que tendrán mis hijos- es cómo se interpretaría y sería visto”, reconoció el heredero a la Corona británica.
Por si fuera poco, añadió. “[Kate Middleton] y yo hemos hablado mucho sobre ello para asegurarnos de que están preparados. Creo que la comunicación es muy importante en cualquier ámbito y para hacerse entender es importante hablar sobre todo y apoyarse los unos a los otros a través de todo el proceso”, explicó.
Aun así, Guillermo es consciente de la desigualdad que sigue imperando en muchos ámbitos de la sociedad, por eso insistió. “Me preocupa, pero no porque sean gays, me preocupa cómo reaccionaría la gente, cómo lo percibiría y la presión que sentirían”, dijo, como si quisiese pedir clemencia para sus hijos. Pero, sobre todo, respeto.
ALEXANDRA LORES