¿Apretar las clavijas al régimen autocrático en Cuba? Existen en Miami alrededor de 200 “agencias” que “envían dólares” a Cuba, que en realidad lo que llevan a cabo es una especie de lavado de dinero.
Entre las medidas y cambios efectuadas por el presidente Barack Obama, con relación a Cuba, estuvo la de elevar de $500 a $2.000 los límites trimestrales de remesas, es decir multiplicar por cuatro el nivel de remesas legales existente con anterioridad. Ahora la administración Trump la redujo a $1.000, es decir a la mitad de lo establecido por Obama, pero al doble de lo que existía antes de diciembre 17 de 2014.
¿Qué motivó este reajuste? ¿Apretar las clavijas al régimen autocrático en Cuba? O simplemente otra acción más para echar abajo cuanta medida fue tomada por el presidente número 44. Da igual cuál fue su objetivo real ya que esa medida es totalmente fantástica y en la práctica inaplicable, como lo fuese la de la anterior administración.
Todo el mundo, en Miami por lo menos, sabe que existen par de ciento de “agencias” que envían dinero a Cuba; lo de enviar es un decir, en realidad el dinero está en Cuba y solamente lo que hacen es una llamada telefónica, o un email que estamos más tecnificados, y darle a la contraparte en La Habana los datos del receptor del dinero y “shazam” todo está resuelto, incluyendo que se lo llevan a la casa del destinatario.
¿La administración Trump y en particular la OFAC no conoce esta realidad? Tienen que conocerla como la conocen todos los cubanos en Hialeah y sus alrededores. ¿Entonces qué?
La generalidad de los que envían dinero a Cuba utiliza esas “agencias”, son seguras y más rápidas que Western Union; por ejemplo, WU cobra entre $13,49 y $7,00 por el envío de $100 a Cuba, en dependencia de cómo se realiza el envió, si es online, utilizando una tarjeta de crédito o de débito, o si es en una sucursal y con dinero en efectivo. Pero en Cuba le entregan, y tiene que ir hasta una agencia de WU, al receptor 97,10 CUC, mientras que las “agencias” cobran $10 en efectivo y entregan, en la vivienda del receptor, en Cuba 100 CUC.
Todo lo anterior va a contrapelo del cambio oficial en Cuba que es de 0,88 CUC por cada dólar, o el que se realiza en la calle que puede ir desde 0,95 CUC por dólar a 1,05 en estos últimos tiempos. En realidad, lo que se está produciendo es una especie de lavado de dinero, mediante el cual los CUC que no se pueden convertir en nada en el mundo real, se están transformando en dólares reales y concretos en los bolsillos de las “agencias” miamenses.
Ese es un aspecto del problema, el otro es: ¿podían o pueden los cubanos en EEUU mandar $500, $1.000 o $2.000 trimestralmente? La respuesta es no para la mayor parte de los cubanos, dado que de acuerdo a datos de 2011[1] —no encontré otros más cercanos— la ganancia mediana de una familia cubana o de origen cubano era de $38.600, que se quedarían después de deducidos los impuestos en alrededor $36.900. A esta cifra habría que descontarle los gastos normales de alquiler o hipoteca, alimentación, electricidad, Internet, celular, gasolina, pago del auto, seguro y un largo etcétera.
Además, debemos considerar que, de las 634 mil familias existentes en 2011, 317 ganaban menos de esa cantidad y de esas 317 el 19% estaba por debajo del límite de pobreza siendo este en 2011 de $18.530 para una familia de tres personas [exactamente 2,9] que era la media de la familia cubana para ese año.
Realmente considero imposible que una familia se pueda desprender en un año de esa cantidad de dinero. Y ahora con un cinismo que rompe cualquier categorización un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba se disgusta y le da una perreta porque los cubanos solo podrán enviar $11,11 dólares diariamente, al parecer ese individuo desconoce cuánto es lo que gana un cubano medio en Cuba, me recordó a un economista cubano, años atrás, que un estudio consideró a los cubanos en el extranjero como parte de la fuerza de trabajo que tenía que aportar al desgobierno de Cuba.
Es lo que decía mi abuelita: “De que los hay, los hay”.
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