Los candidatos presidenciales demócratas exigieron el domingo que el juez de la Corte Suprema Brett M. Kavanaugh sea investigado o acusado en respuesta a una nueva acusación de que se expuso a una compañera de clase en una fiesta de estudiantes borrachos hace años en la Universidad de Yale.
Por lo menos tres precandidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos pidieron la destitución del magistrado de la Corte Suprema Brett Kavanaugh luego de que surgiera una nueva acusación en su contra sobre agresión sexual ocurrida cuando cursaba la universidad.
Brett M. Kavanaugh fue confirmado en octubre del año pasado luego de unas emotivas audiencias en el Senado sobre otra acusación de abuso sexual durante sus años de escuela. El diario The New York Times reportó que el magistrado enfrentó otra denuncia cuando asistía a la Universidad de Yale y que el FBI no investigó dicha acusación.
La denuncia más reciente es similar a la de su proceso de confirmación y fue presentada por Deborah Ramirez, una compañera de Yale que afirma que Kavanaugh se exhibió semidesnudo ante ella durante una fiesta.
Cuando el magistrado testificó ante la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado el año pasado, rechazó todas las acusaciones de conducta inapropiada.
Luego de que se dio a conocer el reporte nuevo, la senadora Kamala Harris dijo que “Brett Kavanaugh mintió al Senado de Estados Unidos y sobre todo a los estadounidenses”, y agregó en Twitter que “debe ser destituido”.
Su rival demócrata rumbo a los comicios de 2020, la senadora Elizabeth Warren, escribió en Twitter: “La confirmación no es una exoneración y estos nuevos reportes son inquietantes. Así como el hombre que lo designó, Kavanaugh debe ser destituido”.
Sus comentarios se produjeron luego de unos parecidos por parte de Julián Castro, un exsecretario de Vivienda, realizados el sábado por la noche. “Está más claro que nunca que Brett Kavanaugh mintió bajo juramento”, tuiteó. “Debería ser destituido y el Congreso debería revisar por qué el Departamento de Justicia no investigó de manera adecuada la cuestión”.
Los demócratas son mayoría en la Cámara de Representantes, la cual tiene las facultades de destitución. Si la cámara baja toma ese camino, se llevaría a cabo un juicio en el Senado, donde la mayoría es republicana, lo que hace improbable que Kavanaugh sea destituido.
Trump, quien apoyó a Kavanaugh durante su controvertido proceso de confirmación, desestimó la acusación más reciente y dijo que era una “mentira”.
En un tuit publicado el domingo, el mandatario señaló que Kavanaugh “debería empezar a demandar a la gente por difamación, o el Departamento de Justicia deberá salir a su rescate”. De momento no quedó claro cómo la entidad federal podría defenderlo.
Trump agregó que había “acusaciones falsas sin recriminación” y afirmó que las acusadoras buscaban influenciar las opiniones sobre Kavanaugh en la magistratura.
El solo hecho de tener un historial dudoso, de haber provocado un escandalo a nivel internacional lo hace incompetente para el cargo.
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