"El Departamento de Estado informó hoy al Ministerio de Relaciones Exteriores cubano que Estados Unidos requería el inmediato abandono del país de dos miembros de la Misión Permanente de Cuba en Naciones Unidas [MPCNU] por abusar de sus privilegios de residencia. Esto es debido a los intentos de conducir operaciones de influencia contra Estados Unidos", indicó una declaración de Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado.
Además de las peticiones para que los funcionarios cubanos abandonen el país, los viajes dentro de Estados Unidos quedan esencialmente restringidos a partir de ahora a la isla de Manhattan para todos los miembros de la Misión Permanente de Cuba en Naciones Unidas, advirtió el comunicado.
"Nos tomamos muy en serio cualquier amenaza contra la seguridad nacional de Estados Unidos, y continuaremos investigando cualquier personal adicional que haya podido manipular los privilegios de residencia", concluyó la declaración, difundida en horas de la tarde. La noticia fue adelantada por Ortagus en su cuenta de Twitter.
El gobierno cubano rechazó tajantemente la expulsión de sus diplomáticos a través de una declaración del canciller Bruno Rodríguez Parrilla en su cuenta e Twitter.
"Rechazo categóricamente injustificada expulsión de 2 funcionarios de la Misión Permanente de #Cuba en #ONU y endurecimiento de restricción de movimiento a los diplomáticos y familias. Es vulgar calumnia la imputación de que realizaron actos incompatibles con status diplomático", dijo Rodríguez Parrilla.
Por el momento no se han revelado los nombres de los diplomáticos expulsados ni las razones concretas para la fulminante sanción.
Rodríguez Parrilla debe comparecer este viernes en una conferencia de prensa en La Habana para divulgar el informe que presentará Cuba ante el período 74 de la Asamblea General de la ONU como denuncia a los daños causados por el embargo estadounidense. El cónclave se iniciará el próximo 24 de septiembre y la representación de Cuba tiene fijada una intervención especial el 28 de septiembre.
La decisión de expulsar a los diplomáticos cubanos constituye un nuevo peldaño en la escalada de tensiones entre Washington y La Habana, agravada por las medidas de las administración de Donald Trump para recrudecer el embargo.
Pero la medida añade una severa restricción de movimiento a los diplomáticos de la MPCNU, mucho mayores a las que estaban establecidas en años precedentes.
"Esta es una restricción que supera el perímetro antes establecido de 25 millas alrededor del Columbus Circle de Nueva York, limitandolo estrictamente a la isla de Manhattan... Es un apretón serio al movimiento de los diplomáticos cubanos en Estados Unidos", dijo a CiberCuba el ex viceministro de Relaciones Exteriores Alcibiades Hidalgo, quien fungió como jefe de la Misión Cubana en la ONU entre 1992 y 1994.
La legación cubana ante Naciones Unidas está integrada por 53 personas y su jefa es la embajadora Anayansi Rodríguez Camejo, quien es también viceministra de Relaciones Exteriores.
"El 90 por ciento del personal de esa Misión son oficiales de inteligencia y los que no lo son están forzados a realizar operaciones de servicio a la inteligencia cubana", dijo Hidalgo, que escapó a Estados Unidos en 2002 y reside actualmente en Miami.
Hidalgo recordó que el personal cubano en Naciones Unidas está obligado a pedir un permiso de viaje a las autoridades estadounidenses en caso de que requiera trasladarse fuera del perímetro establecido.
La administración de Barack Obama levantó las restricciones de movimiento en territorio estadounidense a los diplomáticos cubanos tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y la salida de Cuba de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo.
La anterior expulsión de diplomáticos cubanos de Estados Unidos se remonta a 2017, cuando un total de 17 funcionarios de la Embajada de Cuba en Washington fueron notificados para salir del país entre mayo y octubre como represalia por los supuestos "ataques acústicos" ocurridos en la legación estadoundense en La Habana.
En mayo de 2003, Estados Unidos expulsó a 14 diplomáticos, la mayoría de ellos funcionarios de la Misión Cubana en Naciones Unidas. Un año antes, en noviembre del 2002, se habían declarado personas "non grata" a otros cuatro diplomáticos cubanos, dos funcionarios de la Sección de Intereses en Washington y dos de la Misión Cubana en Nueva York, entre ellos Gustavo Machín Gómez, actual embajador en España.
En diciembre de 1998, tres funcionarios de la Misión Cubana en la ONU fueron obligados a abandonar el país por sus vínculos con la Red Avispa, la mayor operación de espionaje cubano en la era moderna de Estados Unidos.