Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Pirotecnia siniestra en La Habana
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 18/11/2019 13:19
 ¿Qué se proponían? ¿Recordarnos que Satanás posee el alma sin paz del hombre que convirtió en un infierno la vida de los cubanos?. Si querían homenajear a Fidel Castro sus sucesores, mejor hubieran guardado los fuegos artificiales para el próximo día 25, cuando se cumplen tres años de su muerte.
 
Pirotecnia siniestra en La Habana
 LUIS CINO LUNES |  CUBANET
Los castristas, con su proverbial mal gusto y falta de gracia, todo lo echan a perder. Arruinaron la lluvia de miles de fuegos artificiales con que quisieron celebrar, la noche del 15 de abril, los 500 años de La Habana. Pudo haber sido un bello espectáculo, el que se merecía la ciudad, pero le imprimieron un carácter macabro cuando quisieron, con pirotecnia y literalmente por todo lo alto, homenajear al extinto Máximo Líder.
 
El letrero de Fidel, con fuegos amarillo de artificio, en medio de enormes llamaradas rojas, como las del Averno, aparecido en el negro y encapotado cielo habanero, más siniestro no pudo lucir.
 
¿Qué se proponían? ¿Recordarnos que Satanás posee el alma sin paz del hombre que convirtió en un infierno la vida de los cubanos?
 
Fidel Castro no hubiese hecho estos fastuosos festejos por el medio milenio de La Habana. Esta ciudad y sus habitantes, díscolos y gozadores, nunca fueron del agrado del Comandante. Era demasiado para su mente provinciana. Por él, la capital de Cuba habría sido Santiago. Al final, decidió que allí reposaran sus restos.
 
Nunca le perdonó a La Habana ser la principal vitrina del consumismo y el aburguesamiento en América Latina. Nunca perdonó que las bombas del M-26-7, mientras él combatía en la Sierra Maestra al régimen de Batista, no lograran acabar con la diversión, el mambo, el chachachá y el libertinaje en La Habana. Por eso le impuso una penitencia que se inició con el fin de las vidrieras, las luces de neón y las victrolas y prosiguió con la milicianización, la soplonería de los CDR, las recogidas de “raros” y desafectos y las movilizaciones para cortar caña o sembrar café. Poco faltó para que terminásemos haciendo colas, organizadas por chivatos, para comer de la olla colectiva.
 
Si por Fidel Castro hubiera sido, la mayor parte de La Habana, antes de que se hubiera derrumbado de vieja, por falta de mantenimiento, habría sido demolida, y sus habitantes reubicados en bloques de edificio de estilo soviético, cajones-palomares proletarios construidos por microbrigadas, enclavados en la periferia, como los de Alamar, San Agustín, Mulgova o el Reparto Eléctrico.
 
De la vieja ciudad solo hubiesen quedado algunos monumentos, varios museos y las mansiones de Miramar de la burguesía en fuga de las que se apropiaron los mandamases. Lo demás, por derruido, por mísero, por insalubre, porque le daba la gana a él, lo habría convertido en sedes de ministerios, oficinas con nombres en siglas, unidades policiales, parques con estatuas y plazas para desfiles.
 
Por suerte, Eusebio Leal logró persuadir a Fidel Castro para restaurar siquiera una parte de La Habana, la de interés histórico, que serviría para recaudar dólares y euros de los turistas extranjeros.
 
Si querían homenajear a Fidel Castro sus sucesores, mejor hubieran guardado los fuegos artificiales para el próximo día 25, cuando se cumplen tres años de su muerte. En el homenaje a La Habana, la pirotecnia fidelista pareció más terrorífica que el Apocalipsis de X-Men.
 
ACERCA DEL AUTOR
Luis Cino Álvarez (La Habana, 1956). Trabajó como profesor de inglés, en la construcción y la agricultura. Se inició en la prensa independiente en 1998. Entre 2002 y la primavera de 2003 perteneció al consejo de redacción de la revista De Cuba. Fue subdirector de Primavera Digital. Colaborador habitual de CubaNet desde 2003. Reside en Arroyo Naranjo. Sueña con poder dedicarse por entero y libre a escribir narrativa. Le apasionan los buenos libros, el mar, el jazz y los blues.
 


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados