La presión internacional sobre el caso del líder opositor cubano, José Daniel Ferrer, ha comenzado a surtir efecto y el periódico Granma ha sacado un extenso artículo donde habla por primera vez sobre el también fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Con su habitual retorica el diario, órgano del partido comunista, dice que es responsabilidad de Estados Unidos que “viene dirigiendo desde Washington una nueva campaña de calumnias y descrédito contra Cuba como parte de su política de creciente hostilidad”.
El lenguaje de la guerra fría donde quedó anclado el verbo comunista se pone de manifiesto cuando tilda a Ferrer de “contrarrevolucionario” al cual achaca un largo historial de “agente asalariado al servicio de Estados Unidos, con acciones de provocación contra el orden público y contra la legalidad”.
Al parecer el gobierno cubano se ha molestado con la reciente visita de la encarga de negocio de la embajada de los Estados Unidos a la esposa de Ferrer en Santiago de Cuba.
“La embajada estadounidense en Cuba ha sido el vehículo fundamental de atención, orientación y financiamiento de la conducta de José Daniel Ferrer, en clara manifestación de intromisión en los asuntos internos de Cuba y de abierta instigación a la violencia, a la perturbación del orden y al desacato de las fuerzas del orden por parte de este ciudadano. La jefa de la misión diplomática conduce personalmente este desempeño”.
Mara Tekach “se han concentrado en los últimos meses en el fallido propósito de reclutar mercenarios, de promover la división y la confusión en nuestro pueblo, de identificar las áreas de la economía contra las cuales dirigir las medidas coercitivas, y en tratar de calumniar y desacreditar la gestión del Gobierno cubano y a la Revolución”, señala el editorial del Granma.
Por primera vez el pueblo cubano conoce a través de los medios estatales las razones de la detención del opositor, “José Daniel Ferrer fue detenido por la policía el pasado 1ro. de octubre en respuesta a la denuncia presentada por un ciudadano cubano, quien acusa a Ferrer y a otros tres individuos de haberlo secuestrado durante toda una noche y propinado una severa golpiza que lo dejó en condiciones de ingreso hospitalario”
Las denuncias de torturas de los familiares de Ferrer también fueron desacreditadas por el diario oficialista, “todas las referencias a su desaparición física, al supuesto maltrato físico, a la tortura o a que recibe insuficientes alimentos son puras mentiras deliberadamente concebidas y orientadas por el Gobierno de Estados Unidos”.
Antes de finalizar el articulo arremete una vez más contra el líder santiaguero del cual recuerda que “tenía una trayectoria delincuencial y de conducta violenta totalmente ausente de motivaciones políticas. Tiene antecedentes registrados que datan de 1993. Estos incluyen agresiones con violencia física a otros ciudadanos, incluyendo mujeres, y desorden público, comportamiento que se incrementó en años recientes”.
El caso es que Ferrer permaneció preso sin acusación formal durante 47 días, tiempo suficiente para que el régimen le fabricara el caso por un delito común en lugar de aceptar que lo mantiene encarcelado por motivos políticos.