Por A. LÓPEZ
Es cierto que la pornografía hace bastante daño en cuento a la idea que tenemos de ciertas prácticas sexuales. También es verdad que los hombres son más abiertos que las mujeres a la hora de cumplir fantasías como los tríos, pero tienen mayor probabilidad de sentirse decepcionados con la experiencia por las altas expectativas que se crean con el cine x.
Según Ryan Scoats, investigador de la Universidad de Birmingham, las relaciones que se desvían de la norma monógama y el auge del porno han ayudado a "normalizar" estos comportamientos. Una encuesta realizada en 2016 con 214 heterosexuales de entre 18 y 25 años y publicada en 'Archives of Sexual Behavior' demostró que casi una cuarta parte de ellos y el 8% de ellas han hecho un 'ménage à trois' mientras que el 82% de los varones y el 31% de las féminas estarían interesadas en hacer uno.
Si eres hombre seguro que más de una vez se te ha pasado la idea por la cabeza, pero ¿estaría tu pareja dispuesta? ¿Habría normas? ¿Para que hubiera un tercero debería tratarse de alguien famoso o mejor una situación improvisada con un amigo? El Confidencial se ha puesto en contacto con varios varones para que nos cuenten qué les parece la idea de hacer un trío o, si lo han realizado alguna vez, que nos cuenten qué tal fue la experiencia. ¿Creéis que os sorprenderéis de algo que nos cuenten nuestras lectoras influyentes?
Adiós a la monotonía
"Creo que es una opción perfecta para romper la rutina en el ámbito sexual, pero sinceramente no se lo recomiendo a personas que sean tímidas. Cuando lo probé fue con dos mujeres durante un fin de semana que tuvimos que venir a trabajar a la oficina. Como las paredes de los despachos eran de cristal, tuvimos que irnos al baño, pero no recordábamos la clave para entrar, así que finalmente fuimos a un sofá morado que había para recibir a invitados", recuerda Javier, de 27 años.
"Era la primera vez que hacía un trío y, además, la primera que me lo montaba en el trabajo, por lo que sentí mucho morbo y, al mismo tiempo, mucho miedo de que nos pillaran porque apenas llevaba un año en mi puesto y no quería que me despidieran", concluye.
Según el estudio realizado por Scoats, los jóvenes tienen más probabilidades de participar en uno que los más mayores, ya que están en una etapa de la vida en la que quieren explorar su sexualidad. "Que cada cual haga con su cuerpo lo que quiera y me parece fenomenal que la gente se divierta sexualmente como le parezca. He hecho tres y en el primero no me lo pasé bien porque fue con una pareja y no me hacían demasiado caso, pero los otros dos fueron una experiencia genial a la que me lanzaría de nuevo sin pensarlo", afirma Jesús, de 35.
Mucho 'lirili' y poco 'lerele'
Acordar un trío entre los dos puede ser una salida a una relación estancada en la rutina. El inconformismo será la llave que determine vuestra decisión. Probar cosas nuevas siempre ayuda a solventar un momento difícil en la relación. ¿Puede convertirse ese momento también en lo que precipite el fin? "Aunque siempre se me pasa por la cabeza esa posibilidad, lo cierto es que no he hecho ninguno. No sé si sería capaz de ver a mi pareja con otro hombre. Si hiciera uno la mejor opción es que fuera con dos mujeres", comenta Miguel, de 29 años.
"Los hombres a menudo están más motivados para disfrutar de los tríos y ganar experiencia sexual para decir que han hecho uno", asegura el experto en 'The Independent'. Además, la investigación también reveló que a medida que la homofobia ha disminuido, los hombres parecen sentirse más cómodos teniendo relaciones sexuales en presencia de otros varones.
"Mi novia y yo llevamos muchos saliendo y de vez en cuando experimentamos con un amigo. Siempre con el mismo. Solemos salir de fiesta, pasarlo bien y acabamos los tres en casa. Hay mucha confianza y los tres disfrutamos mucho del sexo. Puede parecer un poco raro, pero tenemos las cosas claras y sabemos cuáles son los límites. La relación entre ella y yo cada vez es más fuerte y mi colega es nuestro pasatiempo, nuestro juguete", asegura Alex, de 30 años.
Según la investigación, los chicos ven esta experiencia como una unión y no como algo homosexual. "Practicar esta fantasía no es tan raro como muchos piensan. El análisis demuestra que la mayoría lo haría si tuviera oportunidad", concluye.