Desde los horrores de Jim Jones hasta el asesinato de Harvey Milk, la agitación social y cultural transformó la ciudad.
1978: el año que cambió a San Francisco para siempre
No hay ciudad en el mundo como San Francisco . A pesar de una brecha creciente entre ricos y pobres, alquileres altísimos, valores de propiedad que aumentan rápidamente y una crisis de personas sin hogar, la ciudad sigue siendo una de las más progresistas y dinámicas de Estados Unidos.
No siempre fue así. Durante gran parte del siglo XX, San Francisco se parecía mucho a muchas otras ciudades estadounidenses. Tenía una historia radical, sobre todo la huelga general de 1934, pero a mediados de siglo, estaba gobernada por políticos pro-negocios socialmente conservadores de ambos partidos. Como la mayoría de las principales ciudades estadounidenses, era muy católica y de mayoría blanca.
El perfil de San Francisco había comenzado a cambiar a mediados de la década de 1960, a medida que el clima tolerante de la ciudad atraía a jóvenes, incluidos hippies, niños de las flores y, unos años más tarde, residentes en mayor número de gays y lesbianas. Las minorías raciales, excluidas durante mucho tiempo de las estructuras de poder de San Francisco, también habían comenzado a exigir una voz. Durante finales de los años sesenta y setenta, los nativos americanos ocuparon la isla de Alcatraz; estudiantes de color cerraron la Universidad Estatal de San Francisco; El Ejército de Liberación Simbionés secuestró a la rica heredera Patricia Hearst y a predicadores radicales, fuera de lo común y demoníacos, vendedores ambulantes y líderes de culto que se aprovecharon de los jóvenes y otros.
Fue un momento de cambio extraño y rápido que inspiró a algunos y asustó y enfureció a otros, lo que llevó a divisiones profundas y aparentemente irreconciliables.
Mil novecientos setenta y ocho sería un año crucial para la identidad de San Francisco.
A principios de 1978, George Moscone era alcalde, después de haber derrotado a John Barbagelata, un candidato conservador de tipo proto-Rudy-Giuliani, en la carrera del alcalde tres años antes. La junta de supervisores fue la más diversa en la historia de la ciudad. Entre los nuevos miembros se encontraban Harvey Milk , un político progresista, gay y judío que compartió la visión de Moscone para el futuro de San Francisco, y Dan White, un ex policía y bombero reaccionario, cuya campaña había incluido una promesa de "erradicar los tumores malignos que arruinan nuestras ciudades".
La ciudad no estaba en buen estado. La pérdida constante de empleos y población que caracterizó gran parte de la era de la posguerra mostró pocos signos de reversión. El crimen, las drogas, las luchas raciales y otros problemas urbanos golpean duramente a San Francisco. Los Gigantes, el equipo de béisbol que se había mudado al oeste de Nueva York en 1958, estaban explorando jugando en casa a través de la bahía en Oakland o abandonando el Área de la Bahía por completo. Y la energía y la emoción generadas por el Verano del Amor una década antes se habían desvanecido en problemas de drogas y una escena musical que podría describirse caritativamente como poco inspiradora.
Pero el año se formó como uno de transformaciones. Durante la primavera, el verano y el otoño, Harvey Milk crearía y aprobaría una de las leyes de derechos de los homosexuales más fuertes del país; La escena punk vanguardista y políticamente comprometida de San Francisco llegó a la mayoría de edad; Los residentes votaron a favor de propuestas que se convertirían en precursores de la política favorable a los negocios pero socialmente tolerante que ayuda a definir a San Francisco hoy, e incluso los Gigantes generaron entusiasmo real.
En enero, los Sex Pistols se presentaron en el Winterland Ballroom de San Francisco. Fue uno de los primeros espectáculos punk más importantes de la ciudad y le dio a dos bandas locales de su naciente escena punk, las Monjas y los Vengadores, la oportunidad de tocar para un público más amplio. La actuación resultó ser la última de los Sex Pistols, pero llamó más la atención sobre lo que se estaba convirtiendo en un movimiento importante en San Francisco.
A partir de finales de abril, los Gigantes comenzaron a ganar. Permanecieron en primer lugar la mayor parte del verano. Una combinación de héroes gigantes de los Gigantes como Willie McCovey, estrellas establecidas como Vida Blue y jugadores previamente desconocidos como Jack Clark, Mike Ivie y Bob Knepper proporcionaron a los fanáticos el equipo más emocionante y mejor en años. El éxito de los Gigantes, y las enormes multitudes que atrajeron, dejaron de hablar del equipo que abandonó la ciudad, al menos durante unos años.
En el vecindario de North Beach, la escena punk estaba creciendo, particularmente una vez que Dead Kennedys, una banda con un nombre impactante para muchos, se formó a mediados de año. A medida que el punk seguía asustando e indignando a muchos san franciscanos mayores y más conservadores, adquirió una ventaja política que era diferente a escenas similares en otras ciudades estadounidenses. Los punks de San Francisco recaudaron dinero para atacar a los mineros del carbón en Appalachia y se manifestaron contra el racismo, el imperialismo y la tendencia hacia la derecha en la política estadounidense. En septiembre, varias bandas de punk, incluida Crime, tocaron en un evento en los Jardines Mabuhay, el famoso lugar punk, para recaudar dinero contra una iniciativa de votación homofóbica. El maestro de ceremonias para ese evento fue el Supervisor Harvey Milk.
Alrededor del tiempo en que los Gigantes se movían al primer lugar en la Liga Nacional Oeste, los residentes del Área de la Bahía estaban cada vez más centrados en las noticias que se dirigían al norte desde Guyana. Jim Jones, un predicador carismático, radical y muy extraño convertido en líder de culto que alguna vez fue un jugador en la política progresista de San Francisco, había trasladado su congregación del Templo del Pueblo a la selva de Guyana con el ambicioso objetivo de construir una utopía socialista allí. . Para la primavera de 1978, se hizo evidente que había algo muy mal con ese experimento y Jones se estaba volviendo cada vez más desquiciado y peligroso.
En junio, los votantes de California acudieron a las urnas, y en una de las primeras voleas de la revuelta de los contribuyentes que culminó con la elección de Ronald Reagan en 1980, aprobó la Propuesta 13, un proyecto de ley que esencialmente congeló los impuestos a la propiedad y creó problemas para los servicios municipales que Todavía carga ciudades de California como San Francisco. Las personas que hoy se preguntan por qué hay tan pocas instalaciones y recursos para apoyar o ayudar a las personas sin hogar, los enfermos mentales o los adictos en San Francisco, o por qué en una ciudad tan rica como nunca hay suficiente dinero para los servicios, deben reconocer que gran parte de esto comenzó con recortes de fondos creados por la Proposición 13.
El mes comenzó con otra elección y una importante iniciativa estatal. La Propuesta 6 habría legalizado despedir a cualquier maestro en el estado por ser homosexual. La iniciativa perdida.
Después de la votación, el congresista estadounidense Leo Ryan, quien representó a un distrito al sur de San Francisco, viajó a Guyana para investigar las preocupaciones sobre el Templo del Pueblo, mientras que Dan White, citando necesidades financieras, renunció a la junta de supervisores.
Entre el 15 y el 30 de noviembre, las ruedas se salieron.
El breve viaje de Ryan a Guyana terminó con el congresista, la mayoría de su grupo de viaje y varios miembros del Templo del Pueblo asesinados a tiros por la fuerza de seguridad del Templo del Pueblo. Poco después, Jim Jones obligó a toda su congregación, más de 800 personas, a tomar Flavor-Aid con cianuro, lo que resultó en uno de los asesinatos en masa más grandes de la historia. Muchos de los asesinados eran de San Francisco, y los que quedaron atrás se preguntaron cómo podría avanzar la ciudad. Los conservadores perdieron poco tiempo atribuyendo la tragedia a los excesos de la década de 1960.
Mientras Moscone buscaba mantener la ciudad unida, también tuvo que nombrar al sucesor de Dan White en la junta de supervisores. Las fuerzas conservadoras estaban preocupadas de que Moscone reemplazara a White con un progresivo y cambiara el equilibrio de poder en el tablero, con una mayoría progresiva. Alentaron a White a que le volviera a pedir su antiguo trabajo.
Pero la ira de White contra Moscone y Milk se había estado gestando demasiado tiempo. Cuando White fue al ayuntamiento el 27 de noviembre, aparentemente para suplicar por su antiguo trabajo, las luchas políticas y las batallas de la década de 1970 estallaron en una violencia mortal.
En el Ayuntamiento, White pidió ver al alcalde, y Moscone lo invitó a su oficina. White luego asesinó a Moscone, caminó por el pasillo y mató a Milk, el miembro de la junta de supervisores que más despreciaba y a quien White culpó por persuadir a Moscone de que no lo volviera a nombrar.
Cuando White asesinó a Moscone y Milk, también destruyó la revolución progresiva que intentaban llevar. Moscone fue reemplazada por Dianne Feinstein, la presidenta de la junta de supervisores y una demócrata pro-empresarial cercana a los poderosos intereses inmobiliarios de la ciudad.
Feinstein continuaría gobernando San Francisco durante nueve años. Su fuerza, palabras e inspiración unieron a la ciudad en su momento más oscuro. Si bien era más conservadora que Moscone, entendió que San Francisco no podría sobrevivir si los fanatismos de personas como White y Barbagelata persistieran, y continuó el trabajo de Moscone de abrazar la tolerancia y promover la diversidad de San Francisco. Aunque no terminó lo que Moscone y Milk estaban tratando de hacer, tampoco se alejó. Por lo tanto, Feinstein dividió la diferencia entre la política progresista de Moscone y los puntos de vista reaccionarios de sus oponentes más fuertes y al hacerlo, para bien o para mal, creó la gestalt del San Francisco contemporáneo.
Cuando se trataba de punk, Feinstein, a diferencia de Moscone, parecía odiar el género y buscaba cerrar los espectáculos y acosar a los punks siempre que podía. Sin embargo, el punk aguantó. En 1979, el líder de Dead Kennedy, Jello Biafra, se postuló para alcalde como la única alternativa progresiva a Feinstein, ayudando al punk a concretar la reputación de San Francisco como una ciudad política y cultural progresista.
A fines de noviembre, pocos san franciscanos estaban pensando en el béisbol. Los Gigantes finalmente terminaron en tercer lugar y se perdieron los playoffs, pero su gran temporada significó que no se iban de la ciudad, un golpe que podría haber roto San Francisco a fines de 1978, dado todo lo demás que estaba sucediendo.
La visión de Feinstein y la ciudad que creó a partir de 1978 es reconocible en San Francisco 41 años después. Casi todos los alcaldes, incluido el actual titular, London Breed, han gobernado en ese sentido. Nunca podremos saber cómo se vería San Francisco si Moscone finalmente hubiera logrado su mayoría progresiva en el consejo, si las divisiones políticas de la época se hubieran profundizado, si los Gigantes se hubieran ido después de la temporada de 1978, si el punk no hubiera revitalizado. una escena cultural rancia o si la Propuesta 13 no hubiera pasado, pero podemos ver cómo el legado de 1978 todavía nos acompaña en San Francisco.
Lincoln Mitchell es escritor y consultor con sede en Nueva York y San Francisco. Su nuevo libro, San Francisco Year Zero: Political Upheaval, Punk Rock and a Third-Place Baseball Team, fue publicado por Rutgers University Press en octubre de 2019.
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