Eloy Viera Cañive y José Jasán Nieves
Luis Manuel Otero Alcántara es un artista cubano (llegó a integrarse a las asociaciones Artesanos Artistas y Hermanos Saíz) que está preso desde el 1 de marzo de 2020. Antes de estar en Valle Grande, nombre del centro penitenciario donde lo mantienen recluido, ha estado detenido en reiteradas ocasiones entre el año 2017 y lo que va de 2020.
Después de muchas presiones por parte de representantes del Ministerio del Interior para que desista de sus expresiones contestatarias, obras que realiza bajo el manto del artivismo (mezcla de activismo y representaciones artísticas) Luis Manuel no ha cedido. Quizás por eso hoy espera, tras las rejas, la celebración de dos juicios en su contra.
Para el análisis jurídico del caso de Otero Alcántara es intrascendente determinar si sus perfomances merecen estar en el Museo Nacional de Bellas Artes, en el MoMA o en el patio de su casa, o si lo que hace puede ser llamado arte. La discusión debe partir sobre si tiene derecho a usar la creatividad de su mente para oponerse al gobierno y a la ley. Partiendo de su expediente, la discusión debería continuar hacia saber si los cubanos tenemos derecho a contestarle al gobierno, a provocarle, a disentir, a desobedecerle.
En los Estados de Derecho más avanzados se considera que no todo acto contrario a la ley es un acto ilegal. Se reconoce la desobediencia civil como una opción de los ciudadanos frente a crisis de legitimidad y a la obstrucción de canales legales de participación que puedan ocurrir. Se reconoce, incluso, como una justificación legítima para no castigar a quien cometa delitos en su afán de cambiar las leyes. La historia de la lucha contra la segregación racial en Estados Unidos tiene abundantes ejemplos de cómo desobedecer las leyes y retarlas fue clave para eliminarlas.
Si en sociedades democráticamente maduras la desobediencia a la ley se justifica en determinadas circunstancias, en ambientes de documentadas limitaciones de derechos, como el cubano, su pertinencia es aún mayor.
Sin embargo, puede decirse que para muchísimos nacidos en nuestro archipiélago es legítima toda reprimenda legal sobre un ciudadano, siempre que esté dispuesta en la ley.
El detalle que pasan por alto quienes así opinan es que, como tantas veces se ha dicho, lo legal no siempre es legítimo y que las leyes son resultados de momentos concretos y de intereses políticos que no necesariamente incluyen a toda la sociedad. El voto femenino fue ilegal. La esclavitud fue legal. Quien se opuso a ello fue perseguido y castigado, siempre bajo el manto de la ley.
Y mencionamos ejemplos “históricos” para no apelar a un mal de fondo en la legislación cubana actual: varias de las normas se oponen o restringen derechos fundamentales reconocidos en la Constitución y, por tanto, podrían ser contestadas; así que no deberían darse por “buenas” todas las normas legales de Cuba hoy.
En Internet es relativamente fácil encontrar registro público de las detenciones de Otero Alcántara. Según se ha podido sistematizar, suman 22 detenciones, entre 2017 y 2020. Las causas han sido múltiples: intentar embadurnarse de excremento frente al Capitolio en protesta contra el Decreto-Ley 349, convocar a una meditación pública por la liberación de dos raperos encarcelados; caminar con un casco por la ciudad de La Habana en homenaje a tres niñas fallecidas por el derrumbe de un balcón; poseer (supuestamente) unos sacos de materiales de construcción sin documentación que acreditara la compra legal (lo que a la postre resultó ser falso, pues la tía de Luis Manuel disponía de las facturas); intentar correr con la bandera norteamericana a lo largo de su cuadra, en el barrio San Isidro; caminar con la bandera cubana cubriéndole los hombros y la espalda en los carnavales de La Habana …
En varios momentos ni siquiera ha habido causa aparente. Sencillamente, ha sido detenido al intentar salir de su casa o en la calle, participando de alguna actividad.
Como ya se ha dicho antes, una detención es arbitraria cuando las autoridades actúan sobre las personas sin que exista una denuncia previa contra ellas y no las detecten cometiendo un delito “in fraganti”. La mayoría de las detenciones a Luis Manuel han sido por actos de expresión suyos que no son delitos según el Código Penal, aunque esas expresiones le molesten a los partidarios y representantes del sistema socialista cubano. Luis Manuel ha sido detenido arbitrariamente en reiteradas ocasiones.
Hoy puede que alguien muestre a Otero Alcántara como una persona con un amplio archivo policial debido a sus múltiples interacciones con los agentes del orden. Sin embargo, en su caso, ese récord no es demostrativo de su calidad humana o su grado de integración a la sociedad, sino de la impunidad y las excesivas libertades con las que las autoridades policiales y de seguridad intervienen en las vidas de los cubanos.
Según amigos y colaboradores, Luis Manuel enfrenta ahora, en marzo de 2020, dos procesos penales diferentes. Uno por ultraje a los símbolos patrios y otro por daños.
En el primero de ellos le fue abierto en septiembre de 2019. Utilizar la bandera cubana “como si fuera su piel” y hacer de eso un performance, bañarse con la bandera o defecar con ella sobre sus hombros, y documentar el proceso; parecen ser acciones interpretadas en su caso como delito.
Muchos países regulan delitos parecidos. En Grecia se penaliza a quien “DESTRUYA” la bandera u otro símbolo nacional, en Alemania a quien la “MALTRATE” o la “DAÑE” y en España a quien la “INSULTE ESCRITA” u “ORALMENTE”.
La variante cubana es más subjetiva. El código penal sanciona a quien “ULTRAJE” o “DESPRECIE” a los símbolos nacionales. Frente a variantes “concretas” (destruir, maltratar, dañar, insultar), la norma cubana apela a la combinación de acciones concretas con otras dependientes de la percepción de quien califica el delito. Según la Real Academia Española de la Lengua, despreciar es “desestimar y tener en poco”; mientras que ultrajar es sinónimo de ajar, o lo que es lo mismo: maltratar, manosear, arrugar, tratar mal de palabra…
Sin importar qué tipo de país incluye este tipo regulaciones sobre los símbolos nacionales, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) las considera a todas como una vulneración a la libertad de expresión.
La Relatora Especial de la ONU para los derechos culturales ha indicado que: “la expresión y la creación artísticas pueden implicar la reapropiación de símbolos, ya sean nacionales (banderas, himnos nacionales)..., como parte de una respuesta a las perspectivas que promueven los Estados, las instituciones religiosas o los poderes económicos”. Considera, además, que: “los artistas deben poder explorar el lado más oscuro de la humanidad y representar delitos o situaciones que algunos podrían considerar "inmorales", sin ser acusados de promoverlos”.
De acuerdo con ese criterio, el procesamiento de Luis Manuel Otero Alcántara violaría uno de los derechos humanos reconocido en la Constitución de la República: la libertad de expresión.
¿Qué le queda a un ciudadano cuya libertad de expresión es violada en virtud de la ley? Pues poco más que el exilio o la desobediencia.
EL COSTO DE LA DESOBEDIENCIA
El teórico John Rawls reconoció que la desobediencia civil es un “acto público no violento, consciente y político, contrario a la ley, cometido habitualmente con el propósito de ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno”.
El Tribunal Supremo español la ha catalogado como “un método legítimo de disidencia frente al Estado, debiendo ser admitida tal forma de pensamiento e ideología en el seno de una sociedad democrática".
La convocatoria de algunos activistas para una protesta, sin autorización, frente al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) por haber censurado las imágenes del beso de una pareja gay en una película, puede ser considerada como un acto de desobediencia civil.
Luis Manuel Otero se disponía a asistir a la protesta, pero fue detenido saliendo de su casa, según ha contado Claudia Genlui, testigo del hecho.
De acuerdo con lo legislado en Cuba, nadie, ni tan siquiera la policía, puede impedir a alguien salir, moverse libremente, disfrutar de su libertad personal en el más amplio sentido de la palabra, a menos que la detención esté dispuesta legalmente por una autoridad facultada y mediante el procedimiento pertinente. Cuando la Policía o la Seguridad del Estado detienen o impiden salir de sus viviendas a los ciudadanos, y sí que lo hacen, están haciendo caso omiso a sus propias normas.
Hasta el cierre de este artículo (ocho días después de la detención de Otero Alcántara) su abogado no ha podido acceder al expediente y desconoce si alguna autoridad legal ordenó la actuación sobre él cuando se disponía a salir hacia la Rampa habanera. Lo único que sabe, como lo han dado a conocer los miembros de Movimiento San Isidro (del cual Otero es uno de sus fundadores) es que Luis Manuel sería procesado también por un delito de daños, según el artículo 339.5 del Código Penal. Ese acápite sanciona con penas de dos a cinco años a quien dañe un objeto de otro “para impedir el libre ejercicio de la autoridad o en venganza o represalia de sus determinaciones”.
Presuntamente, Luis Manuel Otero dañó el carro patrullero mientras era detenido y su acompañante era reducida y despojada del teléfono con el que filmaba la escena.
Que la única notificación oficial por lo ocurrido el primero de marzo entregada al abogado defensor hasta ahora sea sobre el delito de daños, sugiere que ese día no había razones legales de aprehensión sobre Luis Manuel (ni siquiera por la causa abierta contra él en septiembre de 2019) y que, por tanto, su detención de ese día también era arbitraria.
Con el solo acto de detenerlo, los derechos de Otero Alcántara fueron (otra vez) violados. Cualquier conducta asumida por él para defender sus derechos con posterioridad a la intromisión ilegítima, ilegal y repudiable de las autoridades policiales sobre su persona, está justificada legalmente.
Digámoslo como lo han dicho importantes investigadoras del tema: el derecho a tener derechos implica el derecho a desobedecer la ley que los vulnera.
Pueden alegarse varias eximentes de la responsabilidad penal ante las circunstancias de Luis Manuel:
Puede argumentarse que no intentaba impedir el ejercicio de la autoridad o tomar represalias contra esta, sino defenderse de una agresión ilegítima a su persona y a la de un tercero. Puede decirse que actuaba porque tenía la necesidad moral de oponerse a la injusticia. Puede decirse que Luis Manuel Otero Alcántara, cuando intentó salir de su casa rodeada ilegalmente por las fuerzas del orden, lo hacía en ejercicio de uno de sus derechos más preciados: la libertad.
Ninguna de esas justificaciones es mera poesía. La legítima defensa, el estado de necesidad y el ejercicio de un derecho, son argumentos jurídicos reconocidos en el Código Penal Cubano como causas que pueden justificar la comisión de delitos. Pueden y deberían formar parte de la tesis de su defensa. Pero para que tengan resultado es preciso que el tribunal que lo juzgue reconozca que, al menos en el caso de Luis Manuel Otero Alcántara, la policía y los órganos de seguridad actuaron violando la ley.
Luis Manuel es desobediente, por eso y porque su desobediencia no es una actitud extendida en Cuba, es más que probable que lo conviertan en escarmiento.
La siguiente cronología muestra los arrestos sufridos por Luis Manuel Otero Alcántara entre los años 2017 y 2020:
1- Junio, 2017: Luego de convocar una rueda de prensa a propósito de la #00Bienal, Luis Manuel fue detenido por primera vez después de un registro a su vivienda, donde ocuparon dos sacos de cemento. Ese día fue trasladado a la estación de policía, ubicada en Cuba y Chacón, Habana Vieja, acusado de receptación. Otero Alcántara fue liberado después de tres días en el calabozo.
2- 22 de noviembre, 2017: Luis Manuel y la historiadora Yanelys Núñez fueron detenidos en el espacio público, mientras esperaban un taxi colectivo. El arresto fue después de haber entregado una queja en la Fiscalía Militar por el registro ilegal en su casa el día seis.
3- 21 de diciembre, 2017: Luis Manuel y Yanelys fueron detenidos junto a otros artistas por tratar de asistir a una función de teatro que se iba realizar en casa del pintor Luis Trápaga. Horas antes, ambos habían solicitado información a las autoridades sobre el paradero de Iris Ruiz y Lía Villares, quienes habían sido apresadas sin razón alguna ese mismo día.
4- 21 de julio, 2018: Frente a la escalinata del Capitolio fue detenido Alcántara junto a un grupo de artistas, quienes intentaban hacer un performance contra del Decreto 349. El propósito de los artistas consistía en cubrirse de excremento y sostener un cartel que decía "Arte libre.
5- Agosto, 2018: Luego de convocar al concierto “Sin permiso del 349” Luis Manuel fue detenido por más de diez horas en la estación de Zapata y C, Vedado.
6- 22 de noviembre, 2018: Luis Manuel fue apresado durante algunas horas el día que llamó a una meditación pública en el parque de G y 23, Vedado, por la liberación de los raperos Maikel Osorbo y Pupito en Sy.
7- 3 de diciembre, 2018: El Grupo de San Isidro (movimiento que nació en medio de la campaña contra del decreto 349, conformado por artistas, productores, curadores, etc.) convocó a una jornada de sentada pacífica frente al Ministerio de Cultura, ante el silencio de las instituciones nacionales frente a nuestras exigencias. Luis Manuel estuvo detenido primero en La Oncena, estación ubicada en San Miguel del Padrón y luego en el Centro penitenciario llamado Vivac.
8- 11 de abril, 2019: Alcántara fue arrestado mientras realizaba un performance, en paralelo a las muestras oficiales de la XIII Bienal de La Habana. La acción artística consistía en que jóvenes del barrio San Isidro corrieran 66 metros con un pulóver con la bandera cubana y sosteniendo la bandera estadounidense sobre sus cabezas. La acción rememoraba la protesta del opositor Daniel Llorente, el 1 de mayo de 2017, en la Plaza de la Revolución. Luis Manuel estuvo 96 horas detenido.
9- Junio, 2019: El joven activista del Grupo San Isidro fue detenido por agentes de la policía y la seguridad del Estado el mismo día que tenía previsto iniciar su performance ¿Que la patria os contempla orgullosa?. Con la propuesta Luis Manuel pretendía el "sacrificio de sostener,entre varios relevos, la bandera cubana en un ángulo de 90 grados durante un período de 24 horas".
10- 10 de agosto, 2019: Otero Alcántara fue apresado durante 48 horas tras su decisión de llevar una bandera cubana en los hombros como parte de un performance titulado “Drapeau”. La iniciativa #LaBanderaEsDeTodos intenta contrarrestar otra forma de censura del Gobierno: prohibir a los cubanos usar la insignia nacional como símbolo de protesta política. Luis Manuel realiza un performance que consiste en usar este símbolo todo el día durante todo un mes como “su segunda piel”
11- Septiembre, 2019: El artista fue liberado 85 horas después de haber sido detenido en la galería Gorría por policías uniformados y agentes vestidos de civil. Ninguno de sus allegados pudo comunicarse ni tener claro dónde lo mantenían encerrado. “Me cogieron por el cuello y me golpearon hombres vestidos de civil”, dijo. Luis Manuel fue arrastrado unos 15 metros hasta que entró a la patrulla.
12- Agosto, 2019: Luis Manuel fue detenido junto a otros activistas frente al cine Yara en la capital en medio de una manifestación. El pequeño grupo usaba máscaras con el rostro fotografiado del huelguista Guillermo de Sol.
13- 18 de octubre, 2019: La Seguridad del Estado detuvo de manera simultánea a varios activistas, artistas y periodistas independientes entre ellos a Luis Manuel. El objetivo era que no participaran en un encuentro sobre la prevención del cáncer de mama, así como en otras acciones por el aniversario del Movimiento San Isidro.
14- 24 de octubre, 2019: Otero Alcántara fue arrestado sin explicaciones cuando salía de una lectura de poesía en la Galería de La Habana del Este. Fue liberado tras permanecer casi 24 horas en una estación policial del municipio La Lisa.
15- 11 de noviembre, 2019: Luis Manuel desapareció en la mañana tras entrevistarse con un oficial de la Seguridad del Estado apodado “Jaime” cerca de la avenida del puerto de La Habana. Durante más de 24 horas sus allegados no tuvieron noticias suyas. Las autoridades cubanas liberaron al artista luego de que culminara la visita de los Reyes de España.
16- 16 noviembre, 2019: La detención a Otero ocurrió cuando este se dirigía con unos amigos al Taller Gorría. Los dos últimos encarcelamientos ocurrieron como parte una intensa campaña de “limpieza urbana” que incluye la recogida de perros callejeros, las detenciones arbitrarias de algunos disidentes, y la vigilancia permanente sobre las residencias de otros.
17- 24 de noviembre, 2019: Convaleciente de gripe, el artista fue arrestado por decimoséptima vez cuando salía de su casa para comprar alimentos.
18- 10 de diciembre, 2019: El artista fue arrestado cuando se disponía a salir de su casa para visitar a su hijo en su cumpleaños. El10 de diciembre, día de los derechos humanos, se ha vuelto una tradición en la isla someter a prisión domiciliaria a artistas, periodistas, intelectuales y activistas incómodos para el régimen.
19- 4 febrero, 2020: La policía detuvo a Alcántara para evitar su protesta artística que consistía en usar un casco de construcción en su cabeza "para no morir en un derrumbe". El gesto constituye un reclamo al gobierno cubano por la muerte de tres niñas en un barrio de La Habana Vieja como consecuencia de la caída de un balcón.
20- 13 de febrero, 2020: Como parte del continuo acoso y la represión sobre el arte independiente y en especial sobre este artista, Luis Manuel fue detenido nuevamente por su iniciativa "Los Niñxs nacieron para ser felices no para morir en derrumbes".
21- 1 ro de marzo, 2020: El artista y su pareja, la curadora Claudia Genlui Hidalgo, fueron abordados por la policía al salir de su casa en el mismo día de la Besada convocada frente al ICRT. Luis Manuel fue detenido y Claudia golpeada y despojada de su teléfono, para que no grabara la arbitrariedad de la detención.
22- 2 marzo, 2020: De acuerdo con la Dirección Nacional de la PNR, el artista será sometido a un “juicio sumario” por “maltrato a la propiedad social”. El juicio debería suceder en los próximos días, según el ordenamiento jurídico vigente.