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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 28/03/2020 15:31 |
Una herramienta para saber si el coronavirus es de origen natural o está fabricado por el hombre. Los científicos están tratando de responder a la mayor cantidad posible, y esto es lo que han encontrado hasta ahora.
UN EQUIPO DE INVESTIGADORES ESTABLECE ONCE
CRITERIOS PARA DETERMINAR SI LA PANDEMIA ES, O NO, DE ORIGEN NATURAL
Hace apenas unos días, un estudio publicado en Nature Medicine salía al paso de las noticias que atribuyen el origen del coronavirus de la Covid-19 a la mano del hombre. Para los investigadores, del Instituto Scipps de Investigación, la composición genética del virus dejaba muy claro que no se trata de una mezcla de virus conocidos, como podría esperarse si hubiera sido "fabricado" por el ser humano. Además, añadía el estudio, el SARS-Cov-2 cuenta con una serie de características muy poco usuales y que recientemente han sido identificadas en los pangolines, un tipo de oso hormiguero. Lo cual constituye otra evidencia de que el virus tiene un origen natural.
Sin embargo, llegar a esa conclusión no resulta fácil, porque las herramientas que se utilizan para esos análisis se basan, por defecto, en el supuesto de que todos los brotes son de origen natural, por lo que no suelen incluir evaluaciones de riesgo que contemplen la posibilidad de que los virus sean artificiales.
Por eso, un equipo de investigadores de la Society Risk Analysis, un foro especializado en el análisis de riesgos para la sociedad que funciona desde 1980, ha puesto a punto un test de evaluación especialmente diseñado para ese fin. Se trata de una actualización de la llamada herramienta Grunow-Finke (GFT), y podría ser definitiva a la hora de determinar si el brote de coronavirus procede de la naturaleza o del hombre. El estudio se acaba de publicar en Risk Analysis, la revista académica más importante del sector.
La herramienta GFT modificada contiene 11 criterios especialmente pensados para determinar si un brote tiene, o no, un origen natural:
1.- Existencia de un riesgo biológico, es decir, presencia de un entorno político o terrorista que pudiera dar lugar a un ataque biológico.
2.- Una cepa vírica inusual. En brotes de origen no natural, las cepas de los virus pueden ser atípicas, raras, anticuadas o nuevas, con diferentes mutaciones y orígenes, estar editadas genéticamente o haber sido creadas con técnicas de biotecnología sintética. Esos brotes pueden mostrar una mayor virulencia, sobrevivir en ambientes inusuales, resistir a medidas profilácticas y terapéuticas o dificultar su detección e identificación.
3.- Aspectos especiales. No se puede descartar que un agente biológico haya sido manipulado genéticamente.
4.- Peculiaridades en la distribución geográfica de la enfermedad. Esa distribución geográfica sería inusual desde una perspectiva epidemiológica si la enfermedad se identifica en una región afectada por primer vez o después de un largo periodo de tiempo.
5.- Alta concentración del agente biológico en el ambiente. Si un agente biológico se libera de forma artificial, podemos esperar encontrarlo en concentraciones inusualmente altas en el aire, el suelo y el agua potable o superficial en un área muy extensa.
6.- Peculiaridades en la intensidad y dinámica de la epidemia. Se caracterizarían por el porcentaje de casos de la enfermedad por unidad de tiempo o por el número total de casos.
7.- Peculiaridades en el modo de transmisión. En general, las epidemias naturales presentarán vías de transmisión que son típicas para el patógeno y sus huéspedes naturales. Las desviaciones de esas rutas naturales de infección podrían indicar que los agentes biológicos se han diseminado de forma deliberada.
8.- Peculiaridades en el momento de aparición de la epidemia. Las epidemias de muchas enfermedades infecciosas suceden, en su mayoría, en determinadas estaciones del año, ya sea porque dependen del clima o porque ocurren tras ciertos intervalos de tiempo.
9.- Propagación inusualmente rápida de la epidemia. La velocidad a la que se propaga una epidemia está determinada por la virulencia, resistencia y concentración del patógeno y por el contagio de la enfermedad y la intensidad del proceso de transmisión, por un lado, y por la susceptibilidad y disposición de la población expuesta, por el otro.
10.- Limitación de la epidemia a una población específica. Los ataques biológicos pueden dirigirse contra grandes grupos de población heterogéneos, como los contingentes militares, o contra grupos objetivos seleccionados.
11.- Situaciones especiales. Cualquier circunstancia sospechosa que se identifique antes, durante o justo después del brote puede apuntar a una propagación antinatural.
Si la herramienta revela una puntuación inferior a 30 (de los 60 puntos posibles), entonces el brote será debido a causas naturales. Cualquier valor que supere los 30 puntos será el indicativo de un origen intencionado. Según cuáles sean los datos disponibles, a cada uno de los once criterios se les asigna un valor de entre 0 y 3 puntos. El valor resultante se multiplica por un factor de ponderación establecido entre uno y tres puntos. La suma de puntos se divide después por el número máximo de puntos, lo que indica la probabilidad de bioterrorismo.
¿Entonce de dónde vino el coronavirus?
Ha sido un tema candente durante meses, pero el coronavirus COVID-19 todavía plantea muchas preguntas. Los científicos están tratando de responder a la mayor cantidad posible, y esto es lo que han encontrado hasta ahora.
¿Cuánto dura en las superficies?
Se cree que el virus se originó en los murciélagos. Pero esto, junto con otras teorías sobre si pasó o no a través de otro animal antes de infectar a los humanos, aún no se ha confirmado. Lo que es seguro es que el SARS-CoV-2 es una enfermedad zoonótica, es decir, un virus transmitido de animales a humanos. Mientras está en el animal, el virus pasa por una serie de mutaciones genéticas que le permiten infectar y multiplicarse dentro de los humanos.
A principios de febrero, la revista Nature publicó un estudio según el cual el nuevo coronavirus es 96 por ciento idéntico, a nivel de genoma completo, a un coronavirus de murciélago. A diferencia de lo que sugieren algunos teóricos de la conspiración, los investigadores descartan que el virus sea un producto de laboratorio artificial. Hay pruebas contundentes de que el SARS-CoV-2 dio el salto de animal a humano por primera vez en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei, en el centro de China.
¿Es necesariamente letal el COVID-19?
Esta pregunta no se puede responder con un simple "sí" o "no", al igual que la muerte por gripe o un accidente automovilístico no se pueden predecir con certeza. Solo podemos hablar de probabilidades. El matemático y epidemiólogo Adam Kucharski, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, calcula que la tasa de víctimas del virus es de entre 0,5 y 2%, es decir, una o dos personas mueren por cada 100 personas infectadas.
¿Cuánto tiempo puede sobrevivir el virus en el aire o en la superficie?
Los coronavirus causan enfermedades respiratorias. El virus se transmite principalmente a través de gotitas que se liberan al aire al toser o estornudar.
Según el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR) de Alemania, las pruebas de laboratorio iniciales muestran que el nuevo SARS-CoV-2 puede permanecer infeccioso "después de una fuerte contaminación" durante hasta tres horas en el aire, hasta cuatro horas en superficies de cobre, hasta hasta 24 horas en cartón y hasta dos o tres días en acero inoxidable y plástico.
Pero la buena noticia es que el virus necesita un huésped vivo para sobrevivir. Sin un huésped vivo, el virus finalmente desaparece porque no puede copiarse a sí mismo. Entonces, si bien puede sobrevivir en algunas superficies durante horas e incluso días, con el tiempo se vuelve menos infeccioso porque, sin poder replicarse, el virus se descompone con el tiempo.
Además, tales estudios han examinado la supervivencia del virus en condiciones ideales de laboratorio, sin tener en cuenta los factores externos, por ejemplo, los cambios de temperatura y la luz solar, que podrían afectar la estabilidad del virus.
¿Cómo puedo protegerme mejor?
Toser y estornudar en el codo, lavarse las manos regularmente y a fondo, mantener la distancia física de otras personas y distanciarse socialmente: así es como todos pueden no solo protegerse a sí mismos, sino ayudar a frenar la propagación del virus.
A medida que el virus se propaga exponencialmente, estas medidas también son necesarias para evitar paralizar por completo los sistemas de salud de los países. Lothar Wieler, presidente del Instituto Robert Koch de Alemania, insta a que se observen sin falta las medidas de precaución. De lo contrario, podemos esperar 10 millones más de infecciones solo en Alemania en dos o tres meses.
¿Por qué no hay una vacuna todavía?
Normalmente lleva años desarrollar una vacuna efectiva y segura. Según la Asociación Alemana de Empresas Farmacéuticas, hay al menos 47 proyectos en curso a nivel mundial centrados en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. Uno de los líderes en esta área es la empresa alemana CureVac.
El Centro Alemán de Investigación de Infecciones (DZIF) es otro instituto que investiga una vacuna contra el coronavirus. Los científicos del DZIF utilizan "componentes básicos" preexistentes de vacunas formuladas previamente para trabajar en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. Aunque los científicos están trabajando bajo alta presión, no es posible lanzar una vacuna en el mercado este año. Los estudios clínicos, que son cruciales para la aprobación, toman tiempo.
Paralelamente al desarrollo de la vacuna, algunos investigadores están trabajando en el desarrollo de una "inmunización pasiva" con anticuerpos derivados del suero sanguíneo. Estos provienen de personas que han sobrevivido a una infección por SARS-CoV-2 y, por lo tanto, tienen anticuerpos en la sangre que pueden combatir el virus.
Se llama inmunización pasiva, porque el cuerpo receptor no ha producido activamente ningún anticuerpo por sí mismo. Y como resultado, los anticuerpos que "toma prestados" proporcionarán protección o ayuda para combatir una infección, pero solo por un corto período de tiempo. Solo una vacuna tradicional proporcionará protección a largo plazo contra el coronavirus.
¿Es dañino el uso de ibuprofeno mientras se está infectado con coronavirus?
Ha habido mucha confusión en torno a esta pregunta. Un estudio publicado en Lancet Respiratory Medicine el 11 de marzo de 2020, sugirió que las personas infectadas con SARS-CoV-2 que estaban tomando ibuprofeno, mientras también tomaban un tipo de medicamento típicamente recetado para la diabetes, pueden ver acentuados los efectos del coronavirus.
Según su estudio, el ibuprofeno y las tiazolidinedionas, una clase de medicamento utilizado para tratar la diabetes tipo 2, pueden regular al alza el receptor ACE2, que permite que los virus del SARS ingresen a las células. Pero esta teoría aún no ha sido confirmada.
Pera mayor confusión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó inicialmente una advertencia oficial contra los pacientes con coronavirus que toman ibuprofeno. Para estar seguros, el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, dijo que los pacientes con SARS-CoV-2 no deben tomar ibuprofeno sin consejo médico, y en su lugar recomendó usar paracetamol. Sin embargo, dos días después, la OMS se retractó de esa advertencia, y su postura más reciente no aconseja contra pacientes infectados que usan ibuprofeno.
¿Puede mi mascota estar infectada con coronavirus?
Sí. Es por eso que la Oficina Federal Suiza de Seguridad Alimentaria y Veterinaria (BLV) aconseja a los dueños de mascotas que están en cuarentena, que eviten el contacto excesivo con sus animales domésticos. Pero hasta donde se entiende, los perros y los gatos no muestran ningún síntoma de infección, no se sienten mal. Esto hace que sea aún más difícil evaluar el riesgo.
Según el BfR, un animal infectado teóricamente puede propagar el virus aún más a través del aire que respira y sus excretas. Después de todo, el SARS-CoV-2 se originó en el reino animal.
Estoy embarazada. ¿El coronavirus es peligroso para mí o para mi bebé?
Según lo que los científicos saben hasta ahora, los niños no son un grupo de alto riesgo para el coronavirus. Eso significa que los niños infectados con coronavirus generalmente tienen un curso leve de la enfermedad. Hay informes de casos individuales de recién nacidos en los que se ha detectado SARS-CoV-2. Sin embargo, no está claro si la transmisión ocurrió durante el embarazo, durante el parto o después del parto.
Según la OMS y el Centro Federal de Educación para la Salud de Alemania (BZgA), las mujeres embarazadas no parecen tener un mayor riesgo de contraer la enfermedad. Sin embargo, las futuras madres deben tener especial precaución: debido a la falta de evidencia concluyente en torno a esta pregunta, esta información no constituye una garantía de inmunidad.
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¿Habría preparado China un ataque global con el COVID-19?
De ser así, las consecuencias a nivel político y diplomático desencadenarían un caos, en medio de la expectante reacción del presidente Donald Trump.
A medida que el coronavirus suma miles de muertes en el mundo y arrecia su impacto en EEUU, crecen las dudas sobre la posible intencionalidad de la pandemia originada en una provincia China.
Los rumores sobre una posible conspiración del gobierno de Pekin para desestabilizar las principales economías del planeta y en especial la de Estados Unidos, parecen acercarse a lo que sería el comienzo de una nueva era de la “Guerra Fría”.
De ser así, las consecuencias a nivel político y diplomático desencadenarían un caos, en medio de la expectante reacción del presidente Donald Trump, ante una presunta y abierta declaración de guerra económica del gigante asiático para obtener la supremacía mundial.
A finales del 2019, las tensiones sobre temas económicos entre Estados Unidos y China escalaron a un nivel inesperado por las medidas de la Casa Blanca contra las importaciones chinas, litigio que meses después quedó aparentemente resuelto con un acuerdo entre ambas partes.
El Departamento de Justicia de EEUU anunció, a través del Fiscal General de Massachusetts, Andrew Lelling, que el Jefe del Departamento de Química y Biología Química de la Universidad de Harvard -junto a otros dos ciudadanos chinos- fueron acusados de ayudar al gobierno de la República Popular de China.
El Dr. Charles Lieber, de 60 años, enfrenta cargos en Boston, Massachusetts, por hacer una declaración falsa y fraudulenta.
Yanqing Ye, de 29 años, ciudadana china, fue acusada de fraude al solicitar su visa de entrada al país, hacer declaraciones falsas y de actuar y conspirar como agente de un gobierno extranjero.
Ye, indica el documento judicial, es teniente del Ejército Popular de Liberación (EPL), las fuerzas armadas de la República Popular de China y miembro del Partido Comunista Chino. En su solicitud de visa J-1, Ye se identificó como con testimonio falso una "estudiante" mintió sobre sus servicios en la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa (NUDT), una academia militar superior dirigida por el Partido Comunista.
Se alega, además, que mientras estudiaba en el Departamento de Física, Química e Ingeniería Biomédica de la Universidad de Boston (desde octubre del 2017 a abril del 2019), Ye cumplió numerosas orientaciones de oficiales de inteligencia, como realizar investigaciones, evaluar a militares estadounidenses, hackear sitios web relevantes y enviar información clasificada de EEUU a China.
Según documentos legales, el 20 de abril del 2019, agentes federales interrogaron a Yanqing Ye en Boston. Durante la entrevista, afirmó que tenía un contacto mínimo con dos profesores de NUDT, que resultaron ser oficiales de inteligencia de alto rango del ejército chino.
Por su parte, Zaosong Zheng, de 30 años, ciudadano chino, fue arrestado el 10 de diciembre del 2019 en el Aeropuerto Internacional de Boston. Zheng intentaba llevarse a China 21 fórmulas de investigación biológica. El 21 de enero de este año, fue acusado de un cargo de contrabando de bienes estadounidenses y otro por hacer declaraciones falsas y fraudulentas.
El texto judicial revela que - desde el 2008- el Dr. Lieber, recibió más de $15 millones en fondos de subvención de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y del Departamento de Defensa (DOD) de Estados Unidos. Estas subvenciones exigen dar a conocer cualquier acción que represente un conflicto de interés financiero con contrapartes en otros países, incluido el apoyo directo o indirecto a gobiernos extranjeros.
El informe del Departamento de Justicia indica que sin el conocimiento de la Universidad de Harvard, a partir del 2011 Lieber se convirtió en un "Científico Estratégico" en la Universidad Tecnológica de Wuhan (WUT) en China, donde comenzó el brote del nuevo coronavirus, y fue partícipe contractual en el Plan de los Mil Talentos de China, desde el 2012 hasta el 2017.
El Plan es uno de los proyectos chinos más destacados para el reclutamiento de talentos, diseñados para atraer, captar y cultivar profesionales de alto nivel que fomenten el desarrollo científico, la prosperidad económica y la seguridad nacional de China. Los programas captan a talentos asiáticos en el exterior y a expertos extranjeros, que puedan aportar su conocimiento y experiencia a China, además de que recompensan a las personas por robar información patentada.
Bajo los términos del contrato de tres años, WUT le pagó a Lieber 50.000 dólares mensuales, más 158.000 dólares para diferentes gastos. Con el objetivo de establecer un laboratorio de investigaciones en Wuhan, el científico también recibió más de 1.5 millones de dólares. A cambio, Lieber se vio obligado a trabajar para la universidad china "no menos de nueve meses al año" al "declarar proyectos de cooperación internacional, preparar a maestros jóvenes y estudiantes; organizar conferencias internacionales, solicitar patentes y publicar artículos a favor de "WUT".
La acusación también alega que entre el 2018 y el 2019, Lieber mintió sobre su participación en el Plan de los Mil Talentos y su afiliación con el centro de educación superior de Wuhan.
Las públicas y aparentemente “buenas relaciones del gobierno de China con Estados Unidos” encubren una guerra de espionaje económico sin precedentes, desde que las autoridades del gigante asiático apostaron por la entrada a la economía capitalista mundial con un régimen comunista; un método que ha funcionado para sacar de la extrema pobreza a más de la tercera parte de su población y convertirse en la segunda potencia comercial del planeta, solo superada por EEUU.
Más allá de una supuesta “buena voluntad”, China no se conforma con ser la número dos y hace intentos sostenidos de ataques encubiertos contra la estabilidad de EEUU.
Hace apenas unos meses, un científico chino fue sentenciado a dos años de prisión por robar tecnología de baterías de última generación de la compañía petrolera en Oklahoma, donde trabajaba desde junio del 2017. Antes, había sido asistente de investigaciones y experto visitante en el Instituto de Tecnología de California.
Hongjin Tan, un ciudadano chino de 36 años con residencia permanente en EEUU, fue arrestado en diciembre del 2018 y en noviembre del año pasado fue declarado culpable de robar secretos comerciales.
La tecnología de baterías de última generación que Tan robó tiene un valor en el mercado de más de 1.000 millones de dólares, dijo el Departamento de Justicia.
La agente especial del FBI, Melissa Godbold, afirmó que "las empresas estadounidenses invierten mucho en investigación avanzada y tecnología de punta".
"El robo de secretos comerciales va en detrimento de la seguridad de nuestra nación y la economía del libre mercado", añadió Godbold. "Le quita las ganancias a las compañías y los empleos a los estadounidenses".
“La investigación y el juicio pusieron al descubierto otro ejemplo de los persistentes intentos de China de robar la propiedad intelectual estadounidense", acotó el fiscal general adjunto John Demers.
En otro caso de espionaje, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció la acusación de cuatro militares chinos por su presunta participación en el hackeo masivo del 2017 de la base de datos de la agencia de crédito Equifax.
"Este fue uno de los mayores pirateos cibernéticos de la historia" en el que se robó "información personal sensible de casi la mitad de los ciudadanos estadounidenses", dijo el fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, en una entrevista a la agencia de prensa AFP.
La acusación señala a Wu Zhiyong, Wang Qian, Xu Ke y Liu Lei, miembros de un instituto de investigación del ejército chino, como responsables de múltiples cargos por pirateo informático, fraude cibernético; espionaje y fraude económico mediante telecomunicaciones.
Según funcionarios del Departamento de Justicia, la investigación se extendió por más de un año a través de 34 servidores informáticos en 20 países, en los que supuestamente ocultaron sus maniobras.
La lista es muchísimo mayor, pero en múltiples casos los sistemas de inteligencia de cada país ocultan la detección de espionaje para proteger sus fuentes encubiertas de información.
Los supuestos rumores que circulan desde hace semanas por redes sociales y algunos medios de comunicación sobre las presuntas intenciones de China, relacionadas con el brote de coronavirus, al parecer, podrían no ser tan infundadas.
Hasta el momento, y tal vez nunca sabremos, si verdaderamente el brote del nuevo coronavirus fue un plan estructurado por el régimen comunista chino para destruir la solidez de la actual economía de Estados Unidos y desestabilizar el resto de las potencias como Japón, Arabia Saudita, el Reino Unido y Alemania, o fue un brote que intentaron controlar en silencio y se convirtió en la peor pesadilla del siglo XXI hasta ahora, sin un final determinado. Sin saber además cuál será el balance total de muertes ni contagiados.
Los intereses económicos, diplomáticos y la línea de un orden mundial -que evite una tercera guerra global- pesan más en los tiempos actuales que en decenas de años atrás. Y aunque al presidente Donald Trump le llegue a su escritorio en Washington un informe detallado que pueda confirmar que haya habido una conspiración china con el COVID-19, la principal estrategia ahora para EEUU es tratar de reducir en lo posible el notable daño y las consecuencias de esta pandemia para el país: un costo altísimo en pérdidas humanas y un golpe devastador para la economía.
Llama la atención cómo un gran número de los medios de comunicación en EEUU, que se muestran contrarios a las políticas del Presidente, no han iniciado una avalancha de artículos sobre la recesión que ya pesa sobre nuestras sienes; quizás la respuesta esté en no querer sumar más preocupaciones a un país sumido ahora también en el dolor y la muerte, como España e Italia.
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