Trump propone
"inyectar desinfectante" o aplicar "una luz tremenda" para curar a los contagiados
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, trae de cabeza a los científicos que luchan contra la pandemia en el país al confirmarse intervención tras intervención como uno de los mayores propagadores de bulos y especulaciones que no hacen sino aumentar la confusión en una situación ya en sí de gran incertidumbre.
Ya hace unos días, Trump se mostraba sorprendido por el hecho de que nuevo coronavirus, el Covid-19, no cae derrotado con un simple antibiótico: "Los antibióticos suelen usarse para resolver todos los problemas, pero a éste no le pueden seguir el ritmo". La afirmación, una exhibición de ignorancia, no sería la última, como quedó patente este jueves.
El mandatario, que ha visto cómo el "desinfectante" mata el virus en calles y edificios, ha sugerido que se use "para limpiar los pulmones" inyectándolo en los contagiados. Pero la cosa no queda ahí, ya que Trump no compareció con una sino con dos 'soluciones' a la pandemia.
"Pongamos que golpeamos el cuerpo con una luz tremenda, ultravioleta o simplemente muy potente. Hay que hablar con los médicos para ver si hay alguna manera de aplicar luz y calor para curar", pronunció el hombre más poderoso del mundo en su rueda de prensa diaria y ante la doctora Deborah Birx, que no daba crédito.
Los expertos, al rescate
Minutos después, entre otros, el director de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos, Stephen Hahn, tuvo que salir al paso para llamar a la población a "no ingerir desinfectante", dado el predicamento que Trump tiene entre muchos de sus electores. Pese a esto, quiso quitar hierro a lo dicho por el dirigente: "Son las preguntas que cualquier médico esperaría de un paciente".
En la misma comparecencia, Trump informó de que extenderá más allá del 30 de abril las recomendaciones de distanciamiento social. El Gobierno lanzó a mediados de marzo sus recomendaciones por un periodo inicial de 15 días, y luego las prolongó por otros 30 días que concluirán el 30 de abril.
En paralelo, Trump anima a los estados a iniciar planes de reapertura económica y social que, idealmente, no entren en conflicto con estas medidas.