Una conjura de senadores y congresistas estadounidenses objetaron los resultados electorales de varios estados aludiendo a un presunto fraude o inconstitucionalidad en los comicios presidenciales que dieron la victoria al demócrata Joe Biden. Las objeciones solo demoraron los debates en el Congreso, que el pasado miércoles enfrentó un asalto armado de parte de una turba de miembros de grupos pro Trump.
Biden, finalmente, fue reconocido por el Congreso como el próximo presidente de EEUU, a pesar de los intentos de algunos republicanos de no reconocer el triunfo demócrata en estados como Wisconsin, Pennsylvania y Georgia. Entre los conjurados resalta la presencia de varios cubanoamericanos: un senador y tres congresistas.
Quizás el político cubanoamericano con más protagonismo en el boicot al reconocimiento de Biden como presidente haya sido el senador por el estado de Texas, Ted Cruz. Luego de que el senador por Missouri, Josh Hawley, declarara su intención de objetar los resultados electorales, Cruz le brindó rápidamente su apoyo y consiguió reunir a 11 senadores más para respaldar la objeción. Según varios analistas, estas impugnaciones representan el intento más radical para anular el resultado de una elección presidencial desde la Guerra Civil de EEUU.
Otra de las figuras políticas implicadas en el asunto fue la congresista por el distrito 11 de New York, Nicole Malliotakis. La senadora, de 30 años, es una activa republicana que en varias ocasiones ha manifestado orgullo por sus raíces cubanas y griegas. Malliotakis comenzó haciendo carrera en el sector energético privado. Su primer vínculo con la política llegó en 2010, cuando representó al distrito 60 de New York en la Asamblea de este estado. En 2015, se sumó al grupo de apoyo a la candidatura presidencial del cubanoamericano y senador republicano Marco Rubio. Malliotakis se ha declarado varias veces admiradora de Donald Trump, quien apoyó fuertemente su candidatura al Congreso.
El congresista por Florida, Mario Díaz-Balart, también estuvo implicado en el intento de negar los resultados electorales del pasado noviembre. Proveniente de una renombrada familia cubana que emigró a EEUU en 1959, Mario se ha consagrado como uno de los políticos más estables de EEUU y uno de los más reconocidos dentro de la comunidad cubana en el estado de Florida. Es considerado un republicano en extremo conservador por su apoyo a la tenencia de armas y su respaldo absoluto a las políticas adoptadas porTrump.
Carlos Giménez, nacido en La Habana y representante del distrito 26 del estado de Florida, fue otro de los políticos que apoyo la iniciativa de Hawley y Cruz. Antes de su llegada al Congreso, Giménez contaba con una exitosa carrera como político local, siendo alcalde del condado de Miami-Dade por unos años. Por entonces se definía a sí mismo como un republicano anti Trump, pero sus posturas fueron cambiando hasta convertirse en uno de los refuerzos políticos trumpistas entre la comunidad de latinos residentes en EEUU.
A pesar de la conjura lograda, las objeciones apoyadas por cada una de estas figuras no surtieron efecto. Actualmente no quedan dudas de que Joe Biden asumirá el próximo 20 de enero la presidencia de EEUU.