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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 15/04/2021 13:17 |
Vacas cebú en Sancti Spíritus
¿Come y calla, nueva estrategia política del tardocastrismo?
Parece que el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez comenzó a matar al padre político, anunciando la liberación de la producción y venta de la carne de res y tronando al ministro de Agricultura, en vísperas del octavo congreso del partido comunista que jubilará al General de Ejército Raúl Castro Ruz, y en medio de un crecimiento notable de la pobreza y desigualdad en Cuba.
A la esperar de leer detenidamente las nuevas normas, el anuncio presidencial es positivo porque responde a una demanda largamente acariciada por los cubanos y reclamada por economistas de dentro y de fuera; posibilitando al mandatario retomar la iniciativa política, tras más de un año temiendo un estallido por descontento popular y a la defensiva frente a opositores y activistas, el coronavirus y las broncas internas entre militares y civiles, dinosaurios y reformistas.
Pero, habrá que comprobar si el gesto presidencial es el inicio definitivo de la democratización de Cuba, incluida la eliminación de la hegemonía del partido comunista y el reconocimiento de derechos políticos, humanos y civiles de los cubanos, o solo se trata de otro embaraje para salvar el inning del cónclave comunista y comprar tiempo político.
¿El slow paced de Joe Biden en las relaciones bilaterales, los conteos de protección de Rusia, China y Angola, y el desastre venezolano también han influido en la cúpula tardocastrista?
Ponerse a jugar con gasolina frente al fuego puede ser suicida para la acobardada élite anticubana y otro engaño puede acabar llevándose por delante a la cúpula porque los cubanos han sido empobrecidos, pero no son tontos y saben que los países prósperos y sostenibles son aquellos donde rige la democracia, el respeto a la propiedad privada y la transparencia judicial y administrativa.
La Habana sabe que deberá cambiar los contratos leoninos que impone a médicos y demás personal sanitario alquilados a países extranjeros porque su postura resulta indefendible, aunque siga cacareando sus boberías solemnes de curación y ensayos vacunales de una potencia médica que dejó de existir tras el derrumbe soviético; y el reto no es menor porque es la principal fuente de ingresos de Cuba, que sigue gastando dos mil millones de dólares anuales en importar alimentos.
La movida gubernamental dejó una imagen para la historia del vernáculo cubano, Machado Ventura interpretando al viejo Chichí, balbuceando que los planes de producción deben ser tensos, frase que contrastó con una reciente del primer ministro Manuel Marrero Cruz: El pueblo no come planes; tampoco panes, premier.
Obviamente, el anuncio -a falta de concreción práctica- abre un rayo de optimismo en la deteriorada Cuba y es una desautorización a la obsesión castrista de mantener sumergidos a los cubanos mediante la técnica de indefensión aprendida, como parte de la cultura de la pobreza impuesta a la mayoría por una élite, que ahora teme ser barrida por una revuelta popular.
La carne de res forma parte del imaginario popular por tradición familiar, que reservaba el bistec para los niños y fines de semana, y por los largos años de carencia crónica de ternera y experimentos del invicto Comandante en Jefe con gandul, Ubre Blanca, levadura torula, tilapia, clarias y moringa, como parte de la cuidadosa demolición a la que sometió a Cuba, sumida en el general deterioro que implica no poderse comer ni un rico picadillo a la habanera con arroz blanco y papitas; de aceitunas, alcaparras, aceite y pasas mejor no hablemos, como el amor, no viene al caso.
El truene del ya ex ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, no es completamente justo porque el verdadero culpable de la crisis alimentaria de Cuba es el comunismo de compadres, enemigo de la libertad de Cuba y el egoísmo de la casta verde oliva, que prosigue construyendo activos inmobiliarios en zonas nobles de La Habana, mientras regatea dinero para comprar alimentos y medicinas, en medio del peor azote de coronavirus.
Los economistas analizarán con rigor los posibles efectos de la producción y venta libre de carne de res que -de ser racional y no saboteada con reglamentos posteriores semiocultos- aumentará la oferta y regulará el precio; aunque mientras ese momento llegue, el gobierno y la oposición deberán velar por la protección de la mayoría de los cubanos, descuajeringados por el paquete neoliberal perpetrado por el compañero Murillo, que tardó tres días en poner a la mayoría de los ciudadanos en contra del gobierno, pese a que tuvo diez años para su tarea de ordenamiento.
En el ámbito jurídico también habrá consecuencias, pues habrá que adecuar las sanciones por Hurto, sacrificio ilegal, venta y receptación de ganado mayor, sin dejar de proteger a los productores, intermediarios y vendedores; obligados a entenderse para que no se pierda una vaca camino del matadero, donde los cuchillos tendrán que trocear fino ante los ojos de los interesados en que el negocio sea redondo.
Si comerse un pan con bistec llegara a ser rutina, el presidente Díaz-Canel habrá triunfado, siempre que tenga en cuenta que no solo de carne viven los cubanos, también deseosos de libertad política, de prensa y expresión, aunque tardarán un tiempo en acostumbrarse a no camuflar la sabrosa carne de ternera en sus conversaciones cotidianas, ahora solapadas como Tilapia de potrero o Come y calla, que podría ser la próxima tentación vana del tardocastrismo, arrinconado por sus miedos, desconfianza e incapacidad para asumir, como lógico, lo que ya es normal en las calles de Cuba.
Las medidas "para fortalecer la agricultura" no incluyen el fin de Acopio
El Gobierno cubano anunció este miércoles una serie de medidas que buscan incrementar la producción agropecuaria en el país. En palabras del viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, las decisiones buscan "quitar todas esas estructuras intermedias" que impiden el estímulo de los productores y la comercialización.
Tapia participó junto a la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss, y el recién nombrado ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, en la Mesa Redonda de este miércoles, donde además mencionó el bajo rendimiento de las diferentes formas productivas.
Entre las medidas que el Gobierno implementará para el sector agrícola, unas 63 en total, se incluyen rebajas en los costos de la electricidad, el uso del agua, mejoras en los pagos estatales, créditos más atractivos para el sector, la creación de un Banco de Fomento Agrícola y una reforma del sistema de seguros.
Sin embargo, el paquete de flexibilizaciones no incluye el fin de la impopular Acopio, la entidad oficial que muchas veces hace de intermediaria entre el campo y los mercados. Tampoco implican el desmantelamiento de las unidades agrícolas de gestión estatal, muy criticadas por su ineficiencia y blanco de los reclamos que piden otorgar en propiedad esos terrenos a agricultores privados.
Como plato fuerte del programa, los funcionarios abordaron las flexibilizaciones para la venta de carne y productos lácteos anunciadas este martes. Según el viceprimer ministro, las nuevas medidas incluyen la posibilidad de que los productores vendan directamente "incluso a las tiendas en moneda libremente convertible (MLC)" sus quesos, yogures y carnes, siempre y cuando cumplan primero el plan de entrega acordado con el Estado.
Tapia , en alusión al mercado negro de productos lácteos que ha existido por años en la Isla a la sombra de las prohibiciones, aseguró que "todo el mundo se toma su vaso de leche", como uno de los elementos que ha llevado al Gobierno a legalizar una venta que ya estaba sucediendo de manera informal.
La leche, un producto muy demandado por la población, se ha encarecido notablemente en los últimos meses. En las redes informales el litro y medio (un envase conocido como pepino ) de leche natural supera los 100 pesos, mientras que la leche en polvo cuesta más de 300 el kilogramo.
"Lo que estamos buscando es que haya más producción y quitar un grupo de ilegalidades, que no son ilegalidades porque todo el mundo conoce quién vende leche, queso", aseguró Tapia. Según el funcionario, las medidas que se toman estimulan al productor y mejoran sus ingresos.
La leche ha sido motivo de constante molestia popular, especialmente después de que Raúl Castro, el 26 de julio de 2007, indicó que el objetivo principal era "producir más leche para asegurar la que necesitan en primer lugar nuestros niños", pero también "para que se la tome todo el que quiera", enfatizó. Un pronóstico que no se ha cumplido hasta ahora.
Por su parte, Bolaños se refirió a los "precios duales" que se aplicarán principalmente a un grupo de viandas y frutas con el objetivo de "seguir flexibilizando la comercialización". Según explicó, cuando el productor cumpla con "lo contratado para el consumo social" que pactó con el acopiador, puede comercializar sus producciones a un precio diferente con los gobiernos locales o con las entidades e instituciones que decida.
"Ya ahí no hay precios centralizados sino precios que se pactan con el mercado o con autoridad local donde el productor quiera vender esas producciones", agregó.
Bolaños adelantó sobre un cambio en la contratación de electricidad que se realizará directamente entre el productor y la Empresa Eléctrica para eliminar el cobro automático, en el que median las cooperativas o "bases productivas". También se refirió a una disminución de las tarifas del servicio de provisión de agua subterránea. Los 1.000 metros cúbicos pasan de 17,50 pesos a 7,50.
De igual manera, se reduce en un 60% los precios de los piensos producidos en la Isla con la intención de estimular la industria porcina. "Es una de las medidas más importantes porque se necesita incrementar esta producción que hoy está insatisfecha en el país", enfatizó Bolaños.
En otro momento de la comparecencia, el ministro de la Agricultura se refirió a que los productores de carne y lácteos podrán vender directamente a las tiendas en divisas con el objetivo es lograr "producir" MLC en la agricultura para "que sirvan de soporte a la producción".
Pérez Brito también se refirió a un reordenamiento de las cooperativas que incluye la "extinción o fusión" de las que no tengan posibilidades de "recuperación económica y productiva, pasando las tierras al fondo estatal", para seguir "fortaleciendo la producción".
El programa cerró con la transmisión de unas palabras de Miguel Díaz-Canel en las que urgía a producir alimentos. "No tenemos tiempo para el largo plazo", subrayó el gobernante cubano.
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Campesinos no se entusiasman con
liberación de venta de carne de res y otros productos en Cuba
Sin mucho entusiasmo por medidas que consideran “pálidas” e “insuficientes”, agricultores independientes dijeron este miércoles a Radio Televisión Martí que el anuncio del gobierno cubano de un nuevo plan para incrementar la producción de alimentos en la isla es el reconocimiento del fracaso de la empresa socialista para suplir esa necesidad básica.
A pesar de las flexibilizaciones, demandadas durante años por los productores, el Estado sigue teniendo el monopolio absoluto de la comercialización y el control de los precios, señalan los entrevistados.
Las 63 medidas, aprobadas este martes en una reunión con productores agropecuarios, expertos y científicos, presidida por el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, busca potenciar la producción de alimentos en medio de una crisis prolongada que las empresas estatales no han sido capaces de solucionar.
Entre las medidas se encuentran:
La venta liberada de carne de res y leche por los productores privados, luego de cumplir sus compromisos establecidos con la empresa estatal.
Quienes cumplan los planes de producción recibirán como estímulo el derecho de sacrificar un animal al año (ganado mayor), con todas las regulaciones que lleva.
Rebajas en las tarifas que pagan los campesinos de electricidad, agua, el precio del pienso y otros insumos.
Desde Pinar del Río, el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal, dijo que no hay cambios sustanciales de estructura en lo anunciado.
“Están desviando la atención sobre objetivos falsos, no son medidas suficientes para que los agricultores progresen, tienes que venderle a ACOPIO y transar con las cooperativas y toda la burocracia estatal. Continúan centralizados por el gobierno los precios de los insumos. No hay infraestructura, que es lo que se necesita para desarrollar un país, eso no se crea en tres días, mientras que el pueblo está en estos momentos muriéndose de hambre”, afirmó el líder campesino.
El productor agrícola en Mayarí, Holguín, Osmel Ramírez Álvarez, señala que se necesitan cambios verdaderos y con una clara estrategia para estimular a los productores.
“Va a ser muy bueno que bajen los insumos, no se habló de los fertilizantes, pero este debe disminuir también, porque la gente no va a fertilizar al precio actual, que es de 800 pesos por bolsa, además de la disminución de las tarifas del agua y la electricidad. Sí van a permitir algunas cosas, pero el Estado sigue teniendo el privilegio de poner los precios, no importa si le da negocio o no al campesino, ellos disponen el precio, tanto de lo que te venden como de lo que te compran”, dijo Ramírez Álvarez.
Andy Amaro, que es ganadero en el municipio de Jovellanos, en la provincia de Matanzas, habló sobre las limitaciones que enfrenta para criar las reses.
“En estos momentos yo estoy sin agua aquí en la finca, el gobierno no me vende insumos, no aparece un saco de pienso para alimentar el ganado. Si se me enferma un animal, no hay nada que ponerle, porque no aparece una medicina”, alertó el ganadero.
Para el agricultor Daniel Alfaro Frías, en San Antonio de los Baños, Artemisa, estas no son reformas profundas.
“El campesino no va a ver un incremento de la producción de ganado, porque tienes el compromiso con el Estado y las normas de ACOPIO son muy altas, por tanto, no le quedara nada para vender”, concluyó.
Desde Bayamo, en la provincia de Granma, el agricultor Emiliano González considera que continúa presente el papel central de la empresa socialista.
“Es simplemente control del Estado sobre el campesinado independiente; no es desarrollo económico, ni producción agropecuaria”, apuntó.
Durante el año 2020 murieron en la provincia de Camagüey más de 41 mil reses como resultado de la desnutrición y el mal manejo del rebaño, según reportes de la prensa estatal.
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