La gran estrella del teatro español quedó sorprendida de la belleza y calidad artística de la que llamaban entonces en España todos los periódicos ´La Supervedette Americana Rosita Fornés´.

 

La Fornés en España trabajó con los mejores músicos y guionistas en muchas revistas musicales que presentó en Barcelona primero y Madrid después. Desde su primera acutacíon pasaban a verla estrellas españolas como Lola Flores o Carmen Sevilla. El Director de la orquesta era la esposa de la segunda, Augusto Algueró.

 

Celia Gámez, argentina de nacimiento trabajó toda la vida en la península y muchos la recordarán de la película ´Las Leandras´, la madre de Rocío Durcal. Ella fue una de las primeras grandes vedettes en su tiempo. En la foto Rosita aparece con Ramón Guzmán el creador precisamente de ´Las Leandras´ un musical que en toda su carrera la vedette cubana cantó tanto en el extranjero como en nuestro país. Además él fue el autor también de una comedia musical de mucho éxito llamada ´Tócame Roque´, la última que hizo en un teatro de Madrid nuestra Rosa. Al quedarse en Cuba en 1959 continuó otra artista las representaciones. La obra de Muñoz Román y los maestros Moraleda y Cofiner: ¡Tócame, Roque!, aludía, tal y como su propio nombre indica a una frase muy popular en el Madrid de la época: en la calle del Barquillo esquina a Belén existía una corrala habitada por setenta y dos familias. Al morir el dueño, sus dos hijos se disputaron la herencia de mencionado inmueble; entre ellos se decían “¡Tócame a mí!”. Una revista repleta de múltiples números musicales que hacían las delicias del público masculino al ver a su estrella, entonar melodías como el pasodoble madrileño de las “Muchachas de azul”, la canzonetta del “Violaciocco”, la marchiña de “La Chana” o el cha-cha-chá titulado “¡Ráptame!”.