EDUARDO LÓPEZ-COLLAZO
Primero fue mi padre, confundía las noches con los días, dejó de recordarme y una noche su corazón se detuvo. Luego fue mi madre, un ictus y muchos años de enfermedades no bien cuidadas acabaron con la vida de la persona que más me ha querido. Ayer fue mi hermana, mi única hermana.
Llevábamos sin vernos desde el siglo pasado, desde que partí en busca de otra vida sin saber que, aquello que se quedaba atrás, nunca volvería. Éramos diferentes, siempre funcionó como la madre que regañaba, la que ponía disciplina. Se empeñaba en que hiciera las cosas bien, revisaba mi ortografía, me corregía los pasos de baile: "Marca, Edua, marca. Si no marcas no parece que sepas bailar". Por ella conocí a los Beatles, prohibidísimos en aquella Cuba en la que crecí, y a la Lupe con su "Teatro... lo tuyo es puro teatro". La odiaba por su estricto sentido del orden, todo organizado, todo clasificado, todo en su sitio... ¿la odiaba? Ahora me percato que eso lo heredé de ella, soy organizado, todo lo clasifico, todo quiero que esté en su sitio. Nunca la llamé por su nombre, cuando apenas sabía hablar ella era Nana, luego supieron que quería decir "mihermana" así, como si de una sola palabra fuera. ¿Dije que éramos diferentes?, sí lo éramos, pero quizá no tanto. A ella no le gustaba la música clásica, pero a los dos nos encantaba bailar y bailar bien. No era aficionada a leer, pero los dos nos moríamos por una buena bola de helado, mejor si eran cinco y de diferentes sabores... y ya hoy no está. La Covid-19 acabó con su respiración.
Hace un par de semanas me dijo que se había infectado. "No te preocupes, cuídate, pero tienes dos vacunas puestas, seguro que lo pasas leve". Ella estaba optimista, algo raro en "mihermana", incluso, hasta alegre. Todos los días me mandaba un mensaje diciéndome cómo estaba. "Tengo fiebre, 37,5" me escribía, a lo que respondía, "no es fiebre, no temas". Pero el domingo dejó de escribir, el martes supe que llevaba un par de días en un banco del hospital con vómitos y diarreas, no había camas para ingresarla... se deshidrataba. "Nada que no se pueda resolver con varios sueros" pensé. Un día después me dicen que su saturación era mala. ¡Sesenta porciento de saturación! Entonces ya me imaginé lo que iba a suceder. Moví tierra y mar para que se la llevaran a una UCI, toqué todas las puertas que pude y las que tenían mis amigos... pero no lo logré. Hablé con la médica que la atendía, "no cumple los criterios internacionales para entrar en cuidados intensivos" me dijo y seguro estoy que cruzaba los dedos sin que nadie la viera. Murió horas después de escucharme al teléfono, me dijo "mi hermano" y algo más que quiero pensar fue un "te quiero".
Siempre pensé que "mihermana" no había conocido el amor, tenía un carácter duro que la hacía insoportable en sus momentos álgidos. Me equivoqué, a su lado tuvo en todo momento a un hombre que, eso de tener el océano y una dictadura por medio no me permitió conocer. Su esposo, alguien que horas después de fallecer ella me susurraba al teléfono palabras preciosas. Con la calma de quien ha sabido vivir me dijo: "Tu hermana era mi vida, mi viejita linda. Cuando se ponía a discutir, yo la abrazaba y se calmaba. Se fue tranquila, contenta de haber hablado con su hermano. Era mi vida". Unas frases que me re dimensionan a "mihermana", su sosiego me inundó. No murió sola, tuvo una mano querida sosteniéndola. Antes de colgar añadió: "siempre esperaba, esperaba una llamada tuya o de su hija". Y así la quiero recordar, esperando mi llamada, la de su único hermano. Esperando la llamada de su hija, su única hija. Ambos fuera de aquella Isla Metafórica, lejos para buscar una vida digna, empeñados en hacernos un futuro sin pensar en el sufrimiento que generamos en los que se quedaron y no pudieron abrazarnos antes de morir.
Os quiero,
Muere por COVID la hermana del científico cubano gay Eduardo López-Collazo
La única hermana del científico cubano Eduardo López-Collazo falleció este viernes en un policlínico de Morón (Ciego de Ávila) víctima del coronavirus.
López-Collazo lamentó que su hermana no hubiera sido trasladada a un hospital, donde hubieran podido suministrarle el oxígeno y el suero que necesitaba parta continuar con vida.
"Mi hermana falleció de COVID en Cuba. No había una cama en la UCI (terapia intensiva) para ella. Con una saturación del 60% me decían que no era criterio para ingresarla en el hospital. Murió en una especie de centro médico. Es la historia de muchas personas en aquella isla", escribió el científico en su perfil de Twitter.
Este sábado López-Collazo explicó en su blog elcollazo.blogspot.com que su hermana enfermó hace quince días y que al principio la temperatura no le subía de 37,5 grados.
Ella estaba tranquila porque tenía puestas dos dosis de Abdala, uno de los cinco candidatos vacunales cubanos, que sigue sin tener la autorización para su uso de emergencia que otorga la Organización Mundial de la Salud.
Abdala ya cuenta con el permiso del Centro para el Control Estatal del Medicamento, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba (Cedmed) y el Gobierno cubano asegura que tiene una eficacia del 92,28%.
El domingo pasado, el estado de la hermana de López-Collazo empeoró y pasó dos días en un banco de hospital con vómitos y diarreas, a la espera de que la atendieran.
López-Collazo, desde España, pensó que la situación no era grave y que se podía resolver con sueros. Pero a esta situación se sumó que la saturación era mala: del 60%.
"Entonces ya me imaginé lo que iba a suceder. Moví tierra y mar para que se la llevaran a una UCI (terapia intensiva), toqué todas las puertas que pude y las que tenían mis amigos… pero no lo logré. Hablé con la médica que la atendía, “no cumple los criterios internacionales para entrar en cuidados intensivos”, me dijo y seguro estoy que cruzaba los dedos sin que nadie la viera", escribió el científico en su blog.
Eduardo López-Collazo llegó a hablar con su hermana poco antes de que ésta falleciera. Le dijo: "Mi hermano" y balbuceó algo que él entendió como un 'te quiero'.
Este sábado López-Collazo, director del centro de investigaciones sanitarias del Hospital La Paz, de Madrid, ha compartido su dolor en las redes sociales y ha recibido el pésame de destacadas figuras de la política española como Edmundo Bal, portavoz adjunto de Ciudadanos (liberales) en el Congreso de los Diputados en España o del diputado popular Toni Cantó.
Pero también le llegó un desafortunado comentario del ex líder comunista Gaspar Llamazares, que aprovechó el dolor del científico para halagar el sistema de Salud de la Isla, que lleva seis años recortando su presupuesto. A la par, el régimen de Miguel Díaz-Canel ha duplicado las inversiones en servicios empresariales e inmobiliarios.
"Universal, accesible y con buen nivel profesional, pero con escasos medios técnicos y de farmacia. Lo reconocen los organismos internacionales. Su morbilidad y mortalidad es similar a la de un país desarrollado", escribió el ex dirigente de Izquierda Unida, en España.
Pese a su dolor, López-Collazo puso al comunista asturiano en su sitio. "Gaspar, tenga la decencia de callarse su discurso en un día en el que he perdido a mi única hermana. Se me ocurre decirle unas cuantas palabras disonantes en estos momentos, que prefiero reservarme para el día que lo tenga cara a cara".
Horror en Ciego de Ávila
En sólo 13 días han fallecido en Ciego de Ávila 198 personas con COVID-19, según los datos oficiales que comparte a diario el Ministerio de Salud Pública de Cuba.
Eso no significa que esas 198 muertes sean las únicas registradas por COVID entre el 17 de julio y el 29 de este mes, fechas consultadas por CiberCuba.
El régimen cubano sólo cuenta aquellas personas que mueren siendo positivas, ignorando los decesos que se producen por complicaciones asociadas al coronavirus.
Eso significa que el número de muertos puede ser incluso mayor, suponiendo que el MINSAP ha contado como es debido todos y cada uno de los fallecimientos que admite.
El realizador Asier Babastro dio esta semana la voz de alarma, al asegurar que en su pueblo (Morón) todo el mundo está muriendo.
No exageró. De los 198 muertos registrados en toda la provincia de Ciego de Ávila, entre el 17 el 29 de julio, 42 fallecieron en Morón. Es un dato similar a la cifra de muertos registrada en ese mismo período en toda la provincia de Guantánamo.
Hay que recordar que Cuba es de los últimos países en iniciar la vacunación masiva. La Isla renunció al fondo solidario Covax, porque no tenía dinero. Sin embargo, en 2020, en plena pandemia, Cuba compró a España 1,2 millones de euros en armas.
Eduardo López-Collazo no es el primer cubano que se queja de la falta de atención médica durante la pandemia. Este viernes CiberCuba se hizo eco del grito de dolor de una paciente COVID de Morón que compartió un live en el que se quejaba de no recibir ningún medicamento durante su internamiento en el hospital.
ACERCA DEL CIENTÍFICO
Eduardo López-Collazo, científico cubano nacido en Matanzas, 3 de julio de 1969. Graduado en Física Nuclear por la Universidad de la Habana, y doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Es el único extranjero que dirige un centro de investigación en España. En estos momentos tiene a su cargo 1.700 profesionales del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPaz) de Madrid. Autor de "Coronavirus, ¿la última pandemia? (2020) y "¿Qué es el cáncer?" (2019), lleva años incluido en la lista de los personajes gays más influyentes de España, según el ranking del diario El Mundo.