Las autoridades cubanas han denunciado ante la Unión internacional de Telecomunicaciones (UIT) la iniciativa del Gobierno de EE UU de incentivar la expansión de internet en la Isla, según reveló este martes en el programa televisivo Mesa Redonda el viceministro de Comunicaciones Wilfredo González.
"Estados Unidos lo que quiere es brindar una internet paralela a nuestro país, y realmente nosotros no vamos a permitir esa injerencia, porque estaría violando no sólo nuestra Constitución, sino también el propio preámbulo de la Constitución de la Unión internacional de Telecomunicaciones (UIT)", sostuvo el funcionario, que comentaba en el espacio de la televisión nacional la nueva ley de ciberseguridad con la que el Gobierno cubano perseguirá la difusión de cualquier manifestación que considere "subversiva".
"En las ultimas semanas hemos estado escuchando intenciones declaradas de funcionarios del Gobierno de EE UU para de intentar brindar a nuestro país acceso a internet, lo cual sin duda constituiría una franca violación de la soberanía y de la seguridad nacional", sostuvo.
Según González y la ministra de Comunicaciones Mayra Arevich Marín, este comportamiento es contrario no solo a la ley cubana, sino a las internacionales, ya que los fundamentos de constitución de la UIT, dependiente de Naciones Unidas y de la que tanto Cuba como EE UU son miembros, prohíben el uso de las tecnologías para intervenir en asuntos internos de otros países y exigen a los Estados que tomen las medidas necesarias para impedir interferencias.
El viceministro insistió en que Washington pretende emplear las tecnologías con fines de desestabilización social. "Es decir EE UU está utilizando internet como arma de agresión contra Cuba como país. Estamos en la posición de evitar cualquier tipo de acciones de este tipo", dijo González, tras preguntarse en qué otro "país del mundo existe una internet paralela".
En ese contexto, González acusó al Gobierno estadounidense de mantener una política de doble moral en el ámbito de las nuevas tecnologías hacia Cuba ya que, a su juicio, combina el bloqueo con la incitación a la subversión. "Si EE UU estuviera tan preocupados por favorecer internet libre, ¿por qué no quitan la censura a más de 60 plataformas a las que no tenemos acceso?, preguntó de forma retórica antes de especificar algunas de ellas, entre las que citó el programa de videochat Zoom o la plataforma de pago PayPal. No dijo, sin embargo, que cualquiera en Cuba puede conectarse con Zoom si usa un VPN (Red Privada Virtual).
González argumentó que EE UU no desea el desarrollo de la tecnología cubana, ya que de lo contrario eliminaría normas del embargo como la que impide adquirir dispositivos que tengan un 10% de piezas de origen estadounidense, lo que obliga al régimen a adquirir equipos de procedencia lejana aumentando sus costos, según el viceministro.
Hace exactamente una semana que el Departamento del Tesoro recordó a los estadounidenses las exenciones del embargo y beneficios fiscales para quienes actúen proporcionando internet a Cuba. Esta se ha convertido en una prioridad aparente de la Casa Blanca y el Congreso de EE UU desde que las autoridades cubanas cortaron las comunicaciones tras las protestas antigubernamentales del 11 de julio, aunque su viabilidad técnica es muy cuestionable.
El servicio de internet en Cuba fue restablecido días después de las manifestaciones y funciona con normalidad, aunque sigue censurado el acceso a medios y portales con posiciones críticas u opositoras, como Martinoticias, 14ymedio, Cibercuba o Cubanet, algo que ya sucedía antes de las protestas.
El Senado de Estados Unidos aprobó la semana pasada también una enmienda que busca facilitar el acceso libre a internet en Cuba, al impulsar la creación de un fondo presupuestario para promover ese servicio "abierto y sin censura".
Todo esto sucede a la vez que, este martes, se publicó el Decreto-Ley 35, que penalizará los daños "éticos y sociales o los incidentes de agresión" en redes sociales, que fueron aprobados el pasado 13 de abril.
Los intervinientes en la Mesa Redonda defendieron la nueva normativa argumentando que más países tienen leyes parecidas destinadas a limitar la difusión de contenidos violentos y que puedan generar disturbios pero solo se habla de censura cuando lo hace Cuba. Se cuidaron de precisar que las normas en esos países no prevén suspender el servicio de internet a un usuario por publicar una crítica al Gobierno.