El año 2021 ha marcado un récord en el número de personas trans y género-diversas asesinadas en Estados Unidos. La inmensa mayoría, mujeres negras y latinas. Al menos 51 asesinatos, según el recuento de Human Rights Campaign.

Las al menos 51 personas asesinadas de las que Human Rights Campaign (HRC) tiene referencia convierten a 2021 en el año más mortífero para las personas trans y de género diverso en Estados Unidos desde que dicha organización recoge todos los casos de los que tiene conocimiento, Supera además a 2020, el año inmediatamente precedente, en el que HRC contabilizó al menos 44 asesinatos. De las 51 personas asesinadas en 2021, siempre según el recuento de HRC, 42 eran mujeres trans., la mayoría de ellas negras y latinas.

 

Es cierto que Estados Unidos no es el país con mayor número de personas trans asesinadas. Según los últimos datos de Transgender Europe, correspondientes al periodo comprendido entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, Brasil y México superan a su vecino del norte en esta macabra estadística, al igual que ha sucedido en en años anteriores. Pero el hecho de que en la primera economía mundial las cifras sean tan elevadas, de que la tendencia no solo no se frene, sino que se acelere, y de que ocurra, además, en el contexto de una feroz transfobia impulsada por organizaciones de diverso signo hace que el dato sea especialmente inquietante.

 

LA de Estados Unidos es una tendencia, en cualquier caso, que se corresponde con lo que se está viendo a nivel mundial. Según esos mismos datos de Transgender Europe, entre el 1 de octubre de 2020 y el 30 de septiembre de 2021 se registraron al menos 375 asesinatos de personas trans y género-diversas,una cifra que ya fue la más alta desde que se lleva a cabo ese otro registro.

 

Cabe añadir, además, que igual que sucedía en años anteriores la mayor parte de las víctimas registradas en 2021 eran negras y latinas. No esta de más recordar, una vez más, que la violencia contra las personas trans y género-diversas se entrelaza con frecuencia con la ejercida en función de otros ejes de opresión, como el racismo, el machismo (el grueso de las víctimas del odio tránsfobo son mujeres, en Estados Unidos y en el resto de países del mundo), la xenofobia o el desprecio hacia las trabajadoras del sexo. Según denunció Transgender Europe a finales de 2018, aunque en dos tercios de las víctimas identificadas entre 2008 y 2018 se desconocía su actividad profesional, del resto la mayoría (646) eran trabajadoras sexuales. Y si nos atenemos por ejemplo a los datos de Francia, Italia, España y Portugal, países tradicionalmente receptores de personas LGTB de África y América Latina, el 65% de las víctimas trans asesinadas durante ese periodo eran migrantes.