Sin importar los más de mil presos políticos, la vigilancia de todo lugar donde puede producirse un tumulto –el último, la Embajada de Panamá–, el acoso a cualquier voz discordante, el desprestigio en medios oficiales de activistas y opositores, pequeños rincones de libertad de expresión proliferan cada vez más en Cuba.
No gritan en las calles, como en las inesperadas manifestaciones del 11 de julio, acalladas con represión, amenazas y juicios con desproporcionadas condenas; tampoco se enfrentan a las autoridades directamente. Pero basta una insinuación en una guagua, en un taxi o en la cola del pollo, para que los cubanos se lancen a opinar, en muchos casos contra el Gobierno, sin ningún tipo de censura.
La siguiente escena tuvo lugar en la barbería de un barrio habanero. Los nombres son pseudónimos, pero la conversación ocurrió, palabra por palabra. Es una muestra de que los cubanos de a pie no solo se nutren de información fuera de la prensa y la televisión estatales, en redes sociales y medios independientes, sino que ya no se callan.
Roberto: ¿Recuerdan cuando Marrero dijo que la reparación y construcción de hoteles eran por el bien de nuestro pueblo? Después sacaron a la hermana en una llamada telefónica que le grabaron y la subieron a las redes sociales, enumerando todo lo que tenía para vender: marquetería de aluminio, ventanas y otras cosas más en MLC.
Yuri: Y ahí está, nada le pasó. Miren a Murillo, lo sacaron de un volcán y lo pusieron en Tabacuba. Ese se hace millonario ahí. El otro día estaba leyendo que le redujo la cuota tabacalera a todos los tabaqueros, y yo me pregunto, ¿qué sabe Murillo de tabaco? Fumárselo nada más.
Ernesto: Nosotros tenemos lo que nos merecemos, ni más ni menos. Estamos así porque queremos. Miren a Ucrania, se están batiendo con una potencia y está todo el pueblo en la calle, la gente de a pie batida con los tanques para no dejarlos pasar, y a nosotros nos mandan un gusarapo de esos policías, que son cuartos de hombre, y nos callamos. Estamos muy dañados como ciudadanos.
José: Es que nuestra política ideológica de muchos años nos ha paralizado. Desde que tú eres un niño en la escuela te están inculcando que seas como el Che. Fidel era un genio para la maldad: que si el CDR, la vigilancia, la chivatería entre los vecinos... Todo eso ha calado muy hondo en el subconsciente de los cubanos.
Alexander: Es que los ucranianos ya probaron la libertad. El cubano no sabe lo que es eso, aquí los únicos cubanos que saben un poco de libertad son los que salieron el 11 de julio y se desahogaron.
Damián: Los ucranianos son antirrusos porque los soviéticos les hicieron mucho daño. Demasiado tiempo de opresión, por eso no quieren tener nada que ver con Rusia. Eso mismo va a suceder aquí, demasiado resentimiento y odio acumulado. Cuando este sistema se caiga verán cómo se va a manifestar el anticomunismo, los ajustes de cuentas y la venganza.
José: Hablando entre nosotros, que nos entendemos, ¿ustedes no creen que estos de aquí se cagaron en los pantalones el día 11 de julio? Eso lo vio todo el mundo, se quedaron sin saber qué hacer, pero luego el puesto a dedo dijo que le tenían que caer arriba a la gente con todo y dio la orden de combate.
Yuri: El problema es que nosotros nos portamos bien, a pesar de todas las mentiras que se dicen en la televisión. Las protestas fueron demasiado pacíficas. Si hubieran sido violentas, como ellos dicen, ya no habría dictadura en Cuba. Yo estaba ahí, lo vi con mis propios ojos: la gente gritaba libertad, abajo el comunismo. Los violentos fueron ellos que molieron a golpes al pueblo.
José: Ellos nunca vieron venir eso, nunca. Fue Cuba completa, una reacción en cadena, ciudad por ciudad, pueblo por pueblo se fue levantando. Ah, y sin organización, fue algo espontáneo.
Yuri: Yo digo que eso va a volver a suceder. Cuando la gente se ponga dura, ellos no van a poder detenerlos, cuando todo un pueblo se cuadra no hay nada que hacer, no pueden meter a todos presos, ni tienen dónde.
José: Volvieron a nacer, ese día ellos volvieron a nacer.
José4: Y en el juego de Las Tunas, en el estadio, ofendían a la Policía en la cara: "Policía pinga, Policía pinga". Lo vi en Facebook.
Yuri: Yo sigo diciendo que si todo el mundo se planta, se tienen que ir. Ellos están en desventaja. Incluso el Partido Comunista es minoría en este país. No tienen oportunidad contra un millón de personas en las calles, sentados en el suelo, con eso ya no hay que hacer más nada.
Alexander: Si pudieran meter presos a todos, estaríamos presos todos los que fuimos a las protestas. Yomil hubiera estado preso, que estaba allí también. Ellos cargaron a los que más se destacaron, a los que le vieron potencial de liderazgo, a los que más gritaban e iban para arriba de la candela.
Damián: Dicen que los jóvenes no quieren el carné del PCC, lo vi en 14ymedio. Nadie está para eso, quién va a querer embarcarse a comer candela mientras los jefes del Partido están haciéndose millonarios. Son una pandilla de ladrones y de hipócritas.
Roberto: El problema es que nosotros no hemos concientizado que los que mandamos aquí somos nosotros y no ellos. El día que nos demos cuenta de eso, hasta ahí llegaron. Cuando el pueblo quiere, quiere, y cuando el pueblo no quiere, no quiere. Lo que pasa es que los cubanos no sabemos de eso, eso lo sabe el pueblo de Ucrania, que sacó de allí a un dictador en las calles, acampando en las calles.
Gilberto: Aprovechen, que esto que estamos haciendo, ahora en abril es delito, con el nuevo Código Penal. Si se sienta un represor aquí y se te encarna, vas para allá.
Roberto: Bueno, eso quiero verlo, compadre, tendrán que construir muchas cárceles para eso.