"Entre lágrimas comienzo a escribir este texto. Si estás leyendo esto es porque me he atrevido a publicarlo o compartirlo". Este es el inicio de una dura carta que ha escrito un joven malagueño de solo 15 años, en la que detalla los continuos insultos a los que se ve sometido desde hace años por ser homosexual. Decidió enviarla al diario El País, se la han publicado y ha tenido aún más repercusión nacional tras ser entrevistado por el periodista Carles Francino en la Ser.
"Tienes una enfermedad rara. Deja de ser gay. ¿Cómo te pueden gustar los chicos?. Das asco. Maricón de mierda .. Por mucho que te engañes, que intentes autoconvencerte de que no importa lo que te digan, que tú eres como eres y da igual todo lo demás… es mentira. Siempre te acaba afectando, sobre todo si te lo guardas para ti y no lo cuentas. Se acaba acumulando, y el sentimiento que te encuentras cuando llegas a un límite es demoledor. No recuerdo un solo día en el que no haya recibido algún comentario despectivo o que haga referencia directa a mi orientación sexual, salvo aquellos en los que decido quedarme postrado en la cama o en la silla del ordenador intentando evadir la realidad", añade el relato.
El menor comenta a este diario que escribió esa carta "en un momento de tristeza porque había recibido, como de costumbre, muchos insultos por las redes sociales". Intentó exteriorizar su rabia a través de un mensaje en Twitter, pero en 280 caracteres no podía expresar realmente lo que sentía, así que siguió los consejos de una antigua profesora que tuvo en Primaria que le animaba a escribir para liberarse. Se la mandó a El País sin perspectiva alguna de que fuera publicada, pero sí lo hicieron. "La verdad es que no pensaba ni que la fueran a leer, por lo que me sorprendí mucho", asegura.
Este joven estudia en un instituto de Málaga capital y afirma que "mi único propósito al escribir esa carta es que pueda ayudar a alguien más que esté en la misma situación que yo, que sirva como un grito de basta ya". Cursa cuarto de la ESO y en el instituto se ha empezado a utilizar su texto para dar a conocer entre el resto del alumnado la problemática del colectivo LGTB y, sobre todo, darle herramientas a los jóvenes para que sepan respetarse unos a otros.
Lamentablemente, como muchos otros jóvenes de este colectivo, ha recibido durante todos estos años insultos por parte de algunos compañeros y confía que con esta declaración pública y el trabajo de concienciación que se está realizando en este centro docente haya, al menos, una mejoría. "Yo creo que todavía es pronto para ver si me tratan mejor pero sí es cierto que la carta ha tenido un buen recibimiento", afirma.
Pese a su juventud es plenamente consciente de que las críticas y los insultos no acabarán aquí. Siempre habrá personas que le reprochen su condición sexual, aunque es algo que ya prácticamente asume tras tantos años lidiando con ese tipo de comentarios. "La realidad es la que es. Por desgracia, esto no solo me pasa a mí, un adolescente de 15 años, sino que son muchas las personas que lo sufren día a día. Hoy yo me he roto por dentro, pero mañana podría ser un familiar, un conocido, o incluso tú. No permitas que vaya más allá, no te sientas culpable y, sobre todo, quiérete más", desgrana en su misiva.
Este adolescente, que no tiene claro aún si quiere ser maestro o periodista aunque ya hace muchos y buenos proyectos audiovisuales, se congratula de que siempre ha recibido el apoyo de su familia y amigos. Tras la difusión nacional de su carta también comenta que le han llegado muchos mensajes por redes sociales de personas conocidas y desconocidas dándole ánimos o agradeciendo su valentía al exponer con esa claridad sus sentimientos. "Lo he gestionado bien gracias al apoyo de mi familia, amigos y mis profesores que me han ayudado y dado consejos. Sé que haberme expuesto tanto es peligroso pero me resulta reconfortante saber que escribiendo esa carta he podido ayudar a otras personas", dice este joven que tiene todo el derecho del mundo, como cualquier otro, a ser feliz.