El expresidente Donald Trump ha dicho que respeta a la comunidad LGBTQ, pero durante su Gobierno fue de las más afectadas con distintos programas; en un evento en Mar-a-Lago expresó a un seguidor que no parecía gay

 

El expresidente Donald Trump desató nuevamente polémica al referirse a un seguidor que no “parecía gay” en un evento de recaudación de fondos en Mar-a-Lago, Florida.

 

El evento organizado el miércoles en la noche fue para beneficiar a John Gibbs un candidato republicano de Michigan el miércoles por la noche, quien busca ocupar la posición del representante Peter Meijer.

 

Mientras el exmandatario daba un discurso, uno de los asistentes no identificado gritó: “¡Gays por Trump!”

 

De inmediato el expresidente preguntó: “¿Dónde está el ‘Gay por Trump?”.

 

En el video se escucha que la persona responde: “¡Estamos aquí”, pero no identifica.

 

El exmandatario apunta a la persona con su dedo y señala: “No pareces gay”.

 

El comentario del mandatario hizo reír a los asistentes.

 

En varias ocasiones, el expresidente Trump ha afirmado que ha hecho una “gran labor” con la comunidad LGBTQ, pero durante su gobierno implementó medidas contra las personas transgénero en el Ejército.

 

“Lo hicimos muy bien con la población gay, como saben”, dijo.

 

A pesar de un grupo pequeño pero ruidoso de simpatizantes constantes dentro de la comunidad LGBTQ, el expresidente fue ampliamente criticado por grupos de homosexuales y lesbianas mientras estuvo en el cargo.

 

Human Rights Campaign reportó al menos 33 acciones de la Administración Trump que afectaron a la comunidad LGBTQ+, como su oposición a la Ley de Igualdad, la cual fue aprobada en la Cámara de Representantes con apoyo de republicanos, pero el mandatario no la respaldó.

 

“[La ley buscaba] garantizar protecciones críticas contra la discriminación para las personas LGBTQ, entre otros derechos cruciales”, señala el reporte.

 

También se observa que el exmandatario nombró a jueces con una postura claramente anti-LGBTQ para tribunales de Distrito, además de que la organización indica que los jueces de la Corte Suprema Brett Kavanaugh y Neil Gorsuch también tienen un historial contra esa comunidad.

 

Otras medidas incluso complicaron los procesos para diplomáticos del servicio exterior estadounidense y sus parejas del mismo sexo, la maternidad subrogada, descartar personas LGBTQ para el cuidado de niños en el sistema de adopción infantil y querer legalizar el despido por orientació sexual.

 

Donald Trump lo hace de nuevo:

Pone sus objetivos personales y su ardiente celo por la venganza por encima del interés nacional. Esta vez, al pedir una vez más la ayuda política del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en medio de la brutal guerra en Ucrania.

 

El llamado de Trump al hombre fuerte del Kremlin para que exponga información desfavorable sobre el presidente de EE.UU., Joe Biden, no es una sorpresa. Trump le pidió a Rusia y China antes que interfieran en las elecciones estadounidenses para aumentar sus posibilidades y fue acusado por tratar de chantajear a Ucrania para que hiciera lo mismo.

 

Pero este puede ser el intento más retorcido y patológico del expresidente de avanzar corruptamente en su propia carrera política antes de una posible candidatura a la Casa Blanca en 2024. Su pensamiento parece ser claro: Putin podría estar haciendo llover atrocidades sobre los ucranianos, bombardeando hospitales, edificios de apartamentos, arrasando ciudades enteras y enviando 4 millones de refugiados al oeste de Europa. Pero Trump parece dispuesto a pasar por alto todo eso al servicio de sus propios intereses.

 

Trump no solo está tratando de inventar una conspiración interesada con un presidente ruso que gran parte del mundo ahora considera un criminal de guerra. También le está pidiendo a un enemigo de Estados Unidos, que ha amenazado con una guerra nuclear, que perjudique al comandante en jefe estadounidense que dirige a Occidente en un esfuerzo por ayudar a una nación invadida y por salvar su democracia.