CUBANOS EN LA PLAYA
Todo lo que debes saber sobre la higiene íntima masculina
Mal olor, irritaciones o infecciones son las consecuencias de no limpiar adecuadamente la zona genital. Los expertos aconsejan usar un gel íntimo para lavar la zona genial.
Todos los días (sería lo deseable, al menos) te limpias el rostro, te duchas, te lavas el pelo… ¿Y prestas atención a la higiene de tus genitales? Es una zona, muchas veces olvidada en la rutina diaria que, sin embargo, hay que cuidar bien. Al estar constantemente expuesta a la humedad, los hongos y las bacterias pueden campar a sus anchas, provocando picor, irritación e infecciones. Además, el sudor y la humedad en esta zona poco ventilada provocan mal olor, que podría causarte algún problema en tus relaciones íntimas. Por todo ello, es importante tener una buena higiene íntima diaria.
¿Cómo lavar correctamente la zona genital masculina?
El doctor Alejandro Molina Cabeza, especialista en urología y andrología en Salud Valclínic y en la consulta que lleva su nombre y miembro de Top Doctors, nos explica que la rutina diaria de higiene íntima masculina debería incluir «el lavado del glande, el tronco del pene, el pubis y el escroto, usando un gel íntimo. Por norma general, con limpiarlos 1-2 veces al día es suficiente, pero depende de la actividad física de cada persona y según si se está o no circuncidado. A mayor grado de humedad, mayor riesgo de infecciones, por lo que habría que aumentar la frecuencia diaria».
Independientemente del lavado diario, estas son las situaciones en las que siempre hay que lavar la zona genital para mantener una correcta higiene y también para preservar su salud, según el doctor: «se debería lavar la zona después de cualquier actividad que implique un exceso de secreciones como el deporte, las relaciones sexuales, etc. En el caso de tener relaciones sexuales anales es imperioso además de lavarse, obligarse a miccionar para arrastrar posibles bacterias residuales en la zona distal de la uretra y evitar futuras prostatitis».
Por otra parte, deberías evitar el uso de esponja en la zona genital porque es un foco potencial de bacterias. Si la usas, que sea exclusivamente para esa zona y no para todo el cuerpo. Y tan importante como el lavado es secar después bien la zona íntima, para quitar toda la humedad. Utiliza una toalla diferente a la del resto de cuerpo y que solo uses para secar los genitales, y no te olvides de cambiarla a menudo.
¿Puedes utilizar el gel de ducha para lavarte tus partes íntimas?
Aunque los genitales masculinos no son tan propensos a las infecciones como los femeninos, sí conviene utilizar un jabón específico para su higiene. Estas son las razones, según el doctor Alejandro Molina: «lo ideal es usar un gel íntimo masculino, que básicamente se caracteriza por tener un pH alcalino (7), a diferencia del pH característico de la piel corporal que es de 5.5 (neutro). Esto es importante para evitar alteraciones en las capas más externas que hacen de barrera».
No es necesario utilizar nada más para cuidar la zona íntima masculina, a pesar de que seguramente habrás visto que existen cremas y perfumes específicos. El doctor comenta que se debe evitar «todo aquello que pueda modificar el pH de la zona, porque es susceptible de poder producir irritación o predisponer a cambios en la flora local y, por lo tanto, a infecciones oportunistas. Un mal olor de la zona íntima debe ser corregido con una correcta higiene, y si aun así persiste, recomiendo consultar a un especialista».
Además de la higiene diaria, otras recomendaciones para evitar malos olores, infecciones o irritaciones en la zona genital masculina es el uso de ropa interior de algodón que no sea muy ajustada, ya que permite la transpiración y reduce la sudoración. Respecto a la depilación íntima, aunque el vello puede actuar como un protector natural, no tiene por qué tener consecuencias en la higiene. Pero el doctor Alejandro Molina la desaconseja «especialmente cuando haya lesiones en la piel activas, como heridas, folículos de pelo inflamados por riesgo a infección o verrugas/condilomas (estás últimas por el riesgo a diseminación a otras zonas contiguas o posibilidad de contagiar a una pareja sexual)».
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