El drama de las mujeres, adolescentes y hasta niñas violadas en Ucrania en el marco de la invasión de las tropas rusas desató una campaña internacional para evitar embarazados no deseados, con el envío de miles de kits anticonceptivos.
La llamada “píldora del día después” es uno de los medicamentos que están llegando a Ucrania para atender a las víctimas de abusos sexuales, así como píldoras abortivas que pueden utilizarse en las primeras semanas de gestación.
Según informó The Guardian, la ONG International Planned Parenthood Federation (IPPF) ha enviado 2.880 paquetes de la pastilla de emergencia. En paralelo, una red de voluntarios en Europa está reuniendo donaciones de estos productos para enviarlas al este del continente.
Esta semana, médicos forenses que realizan exámenes post-mortem de cuerpos en fosas comunes al norte de Kiev dicen que han encontrado evidencia de que algunas mujeres fueron violadas antes de ser asesinadas por las fuerzas rusas.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenskiy, dijo en un comunicado la semana pasada que cientos de mujeres habían sido violadas por soldados rusos. Las autoridades ucranianas se han negado a dar cifras exactas o detalles sobre dónde ocurrieron las violaciones o las edades de las víctimas.
“El plazo para tratar a las víctimas de la violencia sexual es realmente esencial”, dijo Julie Taft, de la IPPF, en declaraciones recogidas por The Guadian. “Si se atiende a una mujer en los cinco días siguientes al suceso, se le debe dar automáticamente esa medicación”.
Si bien los anticonceptivos de emergencia estaban disponibles en Ucrania (no así en países vecinos con gobiernos conservadores), la guerra ha afectado gravemente las cadenas de suministro locales y el sistema sanitario.
“Hay demanda de anticoncepción de emergencia, pero muy raramente de los hospitales del oeste. Se trata sobre todo de hospitales del este, en Kharkiv, Mariupol, esas regiones”, dijo Joel Mitchell, de Paracrew, una organización de ayuda humanitaria que suministra alimentos y equipos médicos a Ucrania. Según contó al Guardian, los pedidos llegaron apenas se pusieron en contacto con hospitales de la zona.
A principios de abril, las autoridades ucranianas acusaron a las tropas rusas presentes en el país de ejercer violencia sexual selectiva contra mujeres y niñas ucranianas, al haber encontrado varios cuerpos de mujeres desnudas en el borde de una carretera no muy lejos de Kiev. También, la vicealcaldesa de Ivankiv, Maryna Beschastna habló de un episodio en el cual dos hermanas ucranianas de tan solo 15 y 16 años fueron violadas a manos de soldados rusos y no pudo contener las lágrimas, reportó el diario Express.
A su vez, la Defensora del Pueblo ucraniana, Lyudmyla Denisova, informó que 25 adolescentes fueron retenidas en un sótano de la ciudad de Bucha y violadas en grupo. Nueve de ellas están ahora embarazadas.
La misión de la ONU también está investigando acusaciones de violencia sexual de los soldados rusos contra mujeres, hombres y niños “Cada vez más escuchamos hablar de violaciones y violencia sexual”, dijo semanas atrás Sima Bahous, directora de la agencia ONU Mujeres. “Esas denuncias deben ser objeto de una investigación independiente para garantizar justicia y encontrar responsables”, reclamó.
“La combinación de desplazamientos masivos con una gran presencia de reclutas y mercenarios, y la brutalidad mostrada contra los civiles ucranianos, ha hecho saltar todas las alarmas”, señaló Bahous.
La ONU ha incluido anteriormente la anticoncepción de emergencia en “kits post-violación” a cientos de mujeres y niñas en conflictos armados en todo el mundo, incluida la guerra de Bosnia. Los kits también incluían medicinas para prevenir enfermedades de transmisión sexual como la hepatitis B y el VIH.
Hasta ahora, la ONU ha enviado 40 toneladas de suministros de salud reproductiva a Ucrania y 33 kits de Gestión Clínica de la Violación (CMR) y Profilaxis Post-Exposición (PEP) a 19 hospitales de 10 regiones de Ucrania.
El director de Programas de Emergencia de Unicef, Manuel Fontaine, expresó especial preocupación por los menores que han sido evacuados de zonas de combates sin sus familias y que se enfrentan a un alto riesgo de “violencia, abuso, explotación o a ser víctima de tráfico”. “Las mujeres se enfrentan a riesgos similares. Estamos extremadamente preocupados por el creciente número de informes de violencia sexual y otras formas de violencia de género”, señaló.
“Estos crímenes sexuales... son un arma de guerra para humillar, subyugar, aterrorizar y obligar a la gente a huir del territorio”, asegura Marta Havryshko, investigadora de la Universidad de Basilea. “Los soldados rusos intentan enviar una señal a toda la comunidad: nosotros somos los ganadores, ustedes son débiles, los destruiremos, así que será mejor que abandonen la lucha por la independencia”.
lyona Krivulyak, que dirige la línea telefónica nacional de La Strada-Ucrania -un grupo que hace campaña contra la violencia de género- dijo a la CNN que recibieron nueve relatos de violaciones en todo el país, la mayoría de ellos violaciones en grupo. “La violación es un instrumento de guerra contra la población civil, un instrumento de destrucción de la nación ucraniana”, afirmó. “A las mujeres las sacaban del sótano para que los soldados pudieran abusar de ellas”
La violación se reconoció por primera vez como crimen de guerra en 1919, pero pasaron muchas más guerras antes de que se produjera el primer procesamiento, fue contra un “señor de la guerra” de Rwanda en 1998. El primer juicio en el marco de las Naciones Unidas fue por los casos ocurridos durante el conflicto en la antigua Yugoslavia, donde las fuerzas serbias mantuvieron “campos de violación” como “un instrumento de terror”.