La Marcha del Orgullo Gay regresará este año a las calles de Nueva York el próximo 26 de junio, después de la interrupción de la pandemia, que obligó a cancelarlo en 2020 y a celebrar un “desfile virtual” al año siguiente.
El desfile comenzará a las 12 del mediodía en la Quinta Avenida (cruce con la calle 25), en la que comienzan casi todas las marchas multitudinarias en la Gran Manzana, y pasará por varios lugares que han marcado la memoria del movimiento gay de la ciudad.
Entre ellos, estará el Stonewall National Monument, en el Greenwich Village, erigido en homenaje al levantamiento de Stonewall de 1969 para reivindicar derechos para la comunidad homosexual, y el Memorial por las víctimas del sida.
El lema que preside el desfile de 2022 es “Unapologetically Us” (Nosotros sin lamentarlo) y entre las personalidades que presidirán la marcha están algunos de los más prominentes y mediáticos miembros de la comunidad LGBT de los Estados Unidos.
La lista incluye a Ts Madison, conductor de varios programas de televisión; el atleta Schuyler Bailar y el abogado y activista Chase Strangio; a ellos se suman la actriz y escritora Punkie Johnson o la activista Dominique Morgan.
El desfile será retransmitido en directo por la filial local del canal ABC en un programa que será presentado por la actriz y activista transgénero Angelica Ross (American Horror Story), quien recientemente ha creado una empresa para proporcionar empleos a personas trans en el mundo de la tecnología.
Se espera, como es habitual desde la gestión de Ed Koch en los 70s y 80s, la presencia del flamante alcalde Eric Adams, quien en su campaña se mostró como un defensor de los derechos LGBT y que ha lanzado una iniciativa para que las personas del colectivo de Florida se muden a su ciudad, criticando la llamada ley “No digas gay” que fue aprobada por el gobernador republicano de ese estado Ron DeSantis.
Si bien Nueva York es un bastión progresista, esta nueva celebración del Orgullo llega en un momento preocupante para la comunidad LGBT+ en Estados Unidos, con varios leyes aprobadas por los congresos en estados controlados por el Partido Republicanos que limitan los derechos a las personas LGBT+, incluyendo la prohibición de mujeres trans en participar en deportes femeninos, y la de maestros en discutir en las escuelas cuestiones vinculadas a temas de orientación sexual y de género.
Además, la filtración de un borrador invalidando el predecente que habilita los abortos desde 1973 en Estados Unidos prendió las alarmas de los activistas LGBT+, que temen que una interpretación “originalista” de la Constitución por parte de la mayoría conservadora de la Suprema Corte como se vió en ese documento, provoque que derechos como el matrimonio igualitario sean revertidos.
El matrimonio de parejas del mismo sexo está reconocido a nivel federal desde el fallo de la Corte Suprema de junio de 2015. Por tanto se impone a los 50 estados federados, incluidos aquellos, en particular en el centro y sur del país, que lo prohibían expresamente en sus constituciones.