Más de diez meses después de mandarlo a la cárcel, las autoridades han puesto fecha por fin al juicio de Luis Manuel Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro (MSI). La cita será los próximos 30 y 31 de mayo en el Tribunal Municipal de Marianao, en La Habana
Este mismo lunes, la curadora Claudia Genlui ha hecho público un mensaje de voz del artista desde el penal de máxima seguridad de Guanajay, Artemisa, fechado el pasado 17 de mayo, en el que cuenta que “en estos meses el régimen me ha dado como única salida de prisión el exilio fuera de Cuba, de lo contrario estaré siete años en prisión”.
Sobre ello, Alcántara hace un recuento de la “persecución y represión inhumana” que ha sufrido por parte del régimen en los últimos años –que incluyen no haber podido pasar más tiempo con su madre y su abuela, que fallecieron, o no poder estar con su hijo, o que su familia y sus amigos hayan vivido “aterrorizados”, o que hayan destruido sus obras de arte– para aseverar: “Hemos soportado todo esto y más en busca de un sueño y por la responsabilidad con la Cuba de hoy y la de mañana. Y son sueños que hasta hoy nada ha borrado”. Por esos sueños, dice estar dispuesto “a sacrificar la carne del artista, mi carne del artista, mi espíritu amante de la libertad”.
“Quiero enseñar a mi hijo a luchar por sus ideas, por amor y por un sueño y por sus sueños, pese a todo”, expresa en el mensaje, dando a entender que no va a ceder al ofrecimiento del régimen
“Quiero enseñar a mi hijo a luchar por sus ideas, por amor y por un sueño y por sus sueños, pese a todo”, expresa en el mensaje, dando a entender que no va a ceder al ofrecimiento del régimen.
El artista comienza su audio dando el pésame por “las víctimas del hotel Saratoga”, algo que afirma le afectó mucho y le llenó de impotencia. Además, asegura que su salud “está bien dentro de lo que cabe”.
A finales del pasado abril, Amnistía Internacional denunció que, debido a las huelgas de hambre llevadas a cabo por Alcántara y la falta de atención médica en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, donde se encuentra, el artista perdió la visión de un ojo.
Al respecto, Alcántara pide perdón a quienes se han preocupado por sus huelgas. “Éstas nacen de estados de ánimo ante la aberración de la dictadura. Pero por suerte, hasta hoy, he encontrado respuestas espirituales que me hacen renacer”, expresa.
De igual manera, se despide pidiendo “que no pierdan la fe en el triunfo del bien, la verdad y la libertad”. A la vez, exhorta: “No me dejen solo. El rumbo de Cuba no lo dejemos en manos de un dictador o en el rumbo del destino”.
“Por mi parte mientras la música fuerza me dé, aunque me metan en el calabozo más escondido de Guantánamo o debajo de una piedra, buscaré la manera de que mi arte les llegue y seguir apostando a la libertad toda”, continúa. “Estas no son las palabras de un macho aferrado que se quiere hacer el duro, el cabrón ni el que todo lo puede. Al contrario, soy un tipo vulnerable, pero, sobre todo, soy un artista soñador de ‘patria y vida’ que está super conectado”.
El artista también tiene palabras para las protestas del pasado 11 de julio, la fecha en que fue detenido antes de que pudiera participar en alguna manifestación. “Pronto hará un año de la última movilización de forma pacífica y sin precedentes del pueblo cubano en busca de su libertad. En este año no había dicho lo orgulloso que me siento de ser cubano y de este pueblo dentro y fuera de la Isla. Estoy seguro que la libertad llegará prontísimo, prontísimo”.
A pesar de ser detenido el 11J, el caso de Alcántara integra el mismo expediente bajo el que está acusado también el músico Maykel Castillo Osorbo, cuya comparecencia ante el tribunal podría ser el mismo día 30 o el siguiente, el 31 de mayo .
Ambos están procesados por unos sucesos acaecidos el 4 de abril de 2021, cuando salieron a la calle Damas, sede del MSI, en La Habana Vieja, a cantar Patria y Vida, ante la mirada de los vecinos, que ayudaron entonces a que la Policía no detuviera a Osorbo.
La Fiscalía de la Isla solicitó siete años de prisión para Alcántara por desacato agravado, desorden público e instigación a delinquir, y diez años para Osorbo, por atentado, desórdenes públicos y evasión de presos o detenidos. El músico, detenido el 18 de mayo del año pasado y trasladado el 31 de ese mismo mes a la cárcel de máxima seguridad de Kilo Cinco y Medio, en Pinar del Río, donde permanece, aún no tiene fecha de juicio.
La defensa ha citado como testigos a los artistas Julio Llópiz-Casal, Lázaro Saavedra y Amaury Pacheco
Sobre Alcántara pesa, además, la acusación de ultraje a los símbolos patrios, abierta por realizar con la bandera cubana la obra de arte Drapeau.
Para defenderlo de esta acusación, sus abogados han citado como testigos a otros artistas, amigos del líder del MSI: Julio Llópiz-Casal, Lázaro Saavedra y Amaury Pacheco.
Tanto él como Osorbo ganaron, a principios de este mayo, el Premio a la Libertad 2022 que otorga la organización de derechos humanos Freedom House.
El presidente de esta ONG, Michael J. Abramowitz, declaró entonces: “A medida que nos enfrentamos a enormes desafíos a la libertad en todo el mundo, es un honor celebrar el increíble coraje de los galardonados de este año para hacer frente a la tiranía”.