A diferencia de la inmensa mayoría de países, que celebra el Dia del Trabajo cada 1º. de mayo, Estados Unidos festeja la ocasión el primer lunes de septiembre desde 1887, dos años antes de que el Congreso Internacional de Trabajadores, de corte marxista, convocó la celebración el primer día del quinto mes del año.
De hecho, el Día del Trabajo o Labor Day en Estados Unidos es una celebración anual de los trabajadores y los logros de la fuerza laboral. La idea es reconocer y honrar al movimiento laboral del país y las formas en que los trabajadores han contribuido al éxito de la nación a lo largo de los años.
En efecto, la celebración de Labor Day se originó durante uno de los capítulos más compungidos de la historia laboral en Estados Unidos.
“A fines del siglo XIX”, rememora la respetada institución History, con sede en Nueva York, “ciudadano promedio trabajaba 12 horas al día y siete días a la semana para ganarse la vida”.
Incluso en algunos estados, donde las leyes laborales apenas existían entonces, “niños de cinco o seis años trabajaban en molinos, fábricas y minas en todo el país, ganando una fracción del salario de sus contrapartes adultos”.
History, que cuenta con una amplia partida de historiadores, alega que “personas de todas las edades, en particular los muy pobres y los inmigrantes recientes, a menudo se enfrentan a condiciones de trabajo extremadamente inseguras, con acceso insuficiente a aire fresco, instalaciones sanitarias y descansos”, como sucedía entonces en Europa y el resto del mundo.
Ante esta situación, a medida que la industria manufacturera crecía, surgieron grupos de trabajadores que abogaban por mejoras.
“Surgieron manifestaciones públicas y huelgas para protestar por las malas condiciones y obligar a los empleadores a renegociar las horas y el pago”, recuerda History.
Muchas de estas manifestaciones se volvieron violentas durante esos años, incluido el célebre Haymarket Riot de 1886, en el que murieron varios policías y trabajadores de Chicago.
Otras protestas dieron lugar a tradiciones, como la del 5 de septiembre de 1882 en Nueva York, donde más de 10.000 trabajadores marcharon desde el ayuntamiento hasta Union Square, lo que se considera el primer desfile del Día del Trabajo en la historia de Estados Unidos.
De esta manera, la idea de celebrar el Día del Trabajo el primer lunes de septiembre se popularizó y varios estados adoptaron la fecha.
No obstante, no fue hasta 1894 que el Congreso de la nación votó acoger la fecha y el presidente Grover Cleveland ratificó la celebración con su firma.