Olga Guillot, una de las cantantes más famosas de Cuba y parte de la fibra de la comunidad de exiliados históricos cubanos de Miami, hubiera cumplido 100 años el 9 de octubre.
Murió hace doce años, pero todavía su voz resuena hoy, supongo, porque era muy talentosa y orgullosamente cubana. Sus videos en YouTube tienen millones de clics. Cuando hablan de gran cantante latina, su nombre está en la lista.
Mis padres, Gloria y Eduardo, amaban a Olga mucho antes de su fama en YouTube. Tenían una cinta casete de “Olga Guillot: La Reina del Bolero” permanentemente en la radio de su auto, lista para tocar. De pequeña, a veces ponía los ojos en blanco cuando lo hacían y los dos cantaban de su romance con Olga. Lo siento ahora. Pero si aprendí a apreciar a sus dramáticos boleros.
Mis padres no fueron los únicos. Otros padres cubanos que abandonaron la isla en los años ‘60 y ‘70 amaban a “Olgita de Cuba”, como la llamaban cariñosamente los exiliados.
Para ellos, las canciones de Olga eran un boleto de regreso a la Cuba ante de Fidel Castro, cuando iban a verla cantar en famosos clubes nocturnos cubanos como Tropicana y Montmartre. Esos fueron los días de diva de Olga, con sus largas uñas y sus gráciles movimientos de manos, interpretando canciones como “Tu Me Acostumbraste”, “Contigo Aprendí” y “Sabor a Mí” en vestidos de noche vaporosos.
“Mi legado es que canté lo que sentía en mi corazón y pude expresarlo a mi gente”, Olga le dijo una vez a un entrevistador. Eso terminaría con la Revolución Cubana de 1959. En su autobiografía, dice, fue expulsada de Cuba por oponerse a Castro en un momento en que su fama estaba en su apogeo.
“Un revolucionario con barba vino a mi apartamento y me dijo que si no me gustaba la Revolución, tenía que irme o estaría en peligro”. Olga se fue a México, luego a España y al fin Miami.
En el exilio, Olga fue una fuerza unificadora entre el millón de cubanos que huyeron de la isla. Ella también odiaba a Castro por lo que le había hecho a “la perla del Caribe”. Ella también soñaba con volver y lo decía a menudo.
Olga era diferente a otra gran cantante cubana, Celia Cruz, una alegre salsera. Recurriste a Celia para la fiesta y a Olga cuando tenías el corazón destrozado para encontrar consuelo mientras ella cantaba sus emotivos boleros.
Olga Guillot fue la maestra del complejo género de la canción romántica interpretada con feeling, una especie de Adele y Aretha Franklin en una. Su carrera como cantante y su hija Olga Maria fueron su gran éxito en la vida, Olga siempre decía.
Un cuento personal. Hace años, mi madre y yo conocimos a Olga en un evento patriótico en Hialeah. Olga era justo lo que esperaba: Vibrante, llena de vida, amable con sus fans y muy cubana. Le dije, como periodista, me gustaría sentarme con ella para una entrevista en video sobre su carrera para la prosperidad del exilio cubano en Miami.
“Encantada mi amor”, me dijo. “¡Pero no esperes mucho que yo tengo 86 añitos”!
Las dos nos reímos. Hablamos varias veces por teléfono. Ella aceptó venir a nuestro estudio en el antiguo edificio del Miami Herald. Pero esperé demasiado para entrevistarla y Olga murió de un infarto el 12 de julio de 2010 a los 87 años.
Mi madre nunca me perdonó. Y yo nunca me perdoné perder una cita con la reina del bolero.
Desgraciadamente, el centenario de Olga Guillot será pasado por alto en su patria. La Guillot es de los tantos artistas exiliados a los que el régimen castrista ha proscrito e intentado borrar. El ensañamiento ha sido particularmente fuerte contra la Guillot, que, como Celia Cruz, siempre patentizó su rechazo al castrismo y nunca claudicó.
En 2008, en una entrevista, refirió: “En Cuba silenciaron mis boleros, quemaron mis programas de radio y televisión, como si yo no hubiera existido nunca. Me duele mucho. Fidel Castro me quitó mi casa y mi carrera de 18 años. Me llevaron presa tres veces y cuando mi hija tenía 18 meses me dijeron que si seguía hablando mal de la Revolución, no la vería más.”
Cuando en febrero de 1961 Olga Guillot partió al exilio, era una de las cantantes más populares en Cuba y Latinoamérica. Luego de radicarse en México, que consideraba su segunda patria, lo siguió siendo. Y también fue una gran influencia entre los cantantes de generaciones posteriores. Baste recordar que fue en su show televisivo donde inició en 1969 la carrera de José José y que fue ella quien le escogió su nombre artístico (se llamaba José Rómulo Sosa).
Cuando ya se sentía cerca del fin, dijo que el mayor dolor que llevaba en su alma era no ver a Cuba libre y poder regresar a cantar en ella.
Aclaración de Olga Maria Touzet Guillot
Buenas tardes desde México amigos de Face Book.
Esta semana, el semanario Libre en Miami, publicó una hermosa portada de mi madre que intitula: A cien años del natalicio de Olga Guillot.
Agradeciendo de antemano este bello gesto de la publicación, Libre, quisiera aprovechar para hacer la necesaria corrección de un error biográfico que ha aparecido en medios y publicaciones de muchos países con respecto de la fecha de su nacimiento.
Los cien años de su natalicio serán el próximo año, ya que la fecha correcta de su nacimiento es el 9 de Octubre de 1923 como consta en su acta de nacimiento original en mi poder.
inclusive en Wikipedia , aparece la fecha como la de 1922, la cual he tratado de editar dos veces, anotando mi nombre y apellidos como responsable de la edición, pero pasado el tiempo de efectuada la misma , vuelve a aparecer en la pagina , la fecha de su nacimiento en el año 1922, que es incorrecta.
Sirva este medio para hacer esta importante corrección y para agradecer a nuestro entrañable semanario Libre , por esa portada tan hermosa , que espero vuelva a aparecer el próximo año en la publicación.