Independientemente de la edad, ninguna persona está ajena al riesgo de caerse, sea por un tropezón o un mal paso. Sin embargo, con el paso de los años las consecuencias de una caída aumentan y por eso debemos prestar más atención.
Una caída en una persona mayor tiene mayores consecuencias que en una persona joven. Un hueso fracturado demora más en componerse a los 60 o más años. Peor aún si se trata de la cadera.
Por otra parte, hay personas mayores que sufren pérdida de masa ósea, lo que conocemos como osteoporosis, y hasta que no sufren una caída no lo saben. Sus huesos se van debilitando y cualquier caída puede llevar mucho tiempo de recuperación.
Las personas mayores, y no tan mayores, se pueden caer por muchos motivos que van desde una silla mal puesta hasta un sofá que impide limpiar cómodamente una ventana. Por ello, no puede subestimar el peligro y decirnos “lo puedo hacer”, “puedo subir a la silla” o “puedo inclinarme para llegar a la repisa”.
Ante todo, es preferible precaver la caída. Evitar el golpe, la rotura de hueso, el largo proceso de curación, incluso la afección permanente y las dificultades que crearía. Piense en las consecuencias adversas que provocaría a familiares y amigos antes de tomar una mala decisión.
Asimismo, médicos ortopédicos y terapistas aconsejan tener en cuenta los muebles que tiene en casa, la existencia de alfombras o tapetes sueltos en el suelo o la poca iluminación que pueda tener una zona o pasillo.
Por ello es importante utilizar un calzado que sujete bien el pie y tenga una buena suela para resistir suelos resbaladizos.
Además, debe tener en cuenta su capacidad de reflejos y equilibrio. Todos no responden igual ante el peligro de una caída.
Si padece de enfermedades arteriales, cardiacas o diuréticas, no olvide tomar sus medicamentos, acorde a las instrucciones de su médico, para estar en la mejor condición física posible y alerta.
Después de analizar los fundamentos anteriores, hay consejos adicionales para quienes tengan dificultades físicas para andar, sea falta de estabilidad o deficiencia en los huesos.
Recuerde, es primordial evitar la caída, ya que cualquier desliz pudiera tener serias consecuencias, incluso fatales.
Emplear un bastón o andador
Utilizar zapatos adecuados, con suela de goma que evite resbalar
Mantener la mejor forma física posible por medio de ejercicios regulares que le indique su médico o terapista
No olvide alimentarse bien y tomar ocho vasos de agua al día
Seguir las indicaciones de su médico para tomar medicamentos
Utilice ropa cómoda, que no le dificulte andar
Suba o baje escaleras que tengan barandillas
Realice revisiones médicas periódicas para comprobar el estado de salud
Por añadidura, médicos y terapistas recomiendan mantener la casa recogida.
Evite tener objetos por el suelo que puedan impedir el paso fluido, como pequeñas alfombras sueltas
Ilumine bien toda la vivienda
La altura de la cama debe ser adecuada para poder levantarse y acostarse sin tener que realizar esfuerzos
Si está solo, contar con teléfono celular, que debe llevar consigo todo el tiempo, para usarlo en caso de caída o necesidad
El cuarto de baño, donde se encuentra la ducha o bañera, es el lugar más peligroso, y allí debe prestar especial atención a cada movimiento que haga.
Coloque una barandilla en la bañera o ducha, así como otra al lado del inodoro.
Sitúe pequeñas alfombrillas de goma en el suelo de la bañera para evitar resbalar
Mantener toalleros fijos a la pared
No cierre con pestillo la puerta del baño, para que, en caso de peligro, alguien pueda entrar a ayudar
Si cumple con estas medidas de seguridad evitará la caída y sus graves consecuencias.