EN UNA ISLA SIN PESCADO
ALEXIS ROMAY
El payaso usurpador
del poder y la comida
—el que a la patria y la vida
les ha impuesto su terror
con el cuerpo represor
y con el terror de Estado—
se quejó: "No hay ni pescado,
aunque nos rodea al mar".
Y su junta militar
quiso mirar a otro lado.
El del cuerpo de tamal
del partido gobernante
—el mismo del Comandante,
el mismo del General—
de ese régimen brutal
que a la nación ha asolado
mediante el terror del Estado,
el odio y la represión,
habló de la inanición,
mas no de quién la ha causado.
"No es chiste, aunque les dé risa,
como todo lo que hacemos",
dijo el socio de Podemos
en una arenga imprecisa.
Su visión de pitonisa
no produjo el resultado
que le habían asignado.
Su " Tarea Ordenamiento"
solo trajo el descontento
propio del terror de Estado.
"Una ley alimentaria
en donde no hay alimento"
ha creado el descontento
en donde venden la claria,
donde la reforma agraria
acabó con los cultivos,
en donde viven los vivos,
donde no cuentan los muertos
y censuran los conciertos,
gendarmes verdes y olivos.
"Se supone que aprobemos"
—o que vamos a aprobar
en esta farsa sin par,
donde los dueños supremos
de esta embarcación sin remos
a la deriva en un mar
de hambruna y de malestar,
confiscaron el ganado...—,
pero esto ya fue aprobado
por la junta militar.
Ante esa masa bovina
que finge ser parlamento,
la " Tarea Ordenamiento",
la escasez en la cocina,
la falta de vitamina
y el proyecto fracasado
que impuso el terror de Estado
salieron a colación,
porque esa Revolución
es una Isla sin pescado.
Ante ese mar de problemas,
citan primero a Martí,
luego culpan al totí,
y hablan de planes, esquemas
quinquenales y dilemas
para lograr lo soñado.
Pero en Cuba no hay ganado.
Sólo hay hambre y represión,
porque esa Revolución
no es más que un terror de Estado.