(EFE).- La periodista independiente y activista trans cubana Mel Herrera fue citada, por segunda vez en menos de un mes, a declarar en una comisaría tras haber organizado una cena de Navidad comunitaria con personas LGBTI en La Habana.
Herrera denunció en diciembre que un agente de la Seguridad del Estado la citó a una "entrevista" después de haber hecho público que realizaría esta cena, en la que también se daría comida a personas sin techo.
En redes sociales, criticó que la policía insinuara que el dinero que había recolectado con sus amigos para financiar la reunión procedía de alguna embajada o Gobierno extranjero, extremo que negó tajantemente. También denunció que fue acosada y amenazada por el agente.
Herrera no acudió a la entrevista y presentó un recurso ante la Fiscalía por considerar que la citación carecía de base legal, porque ella no está sujeta a ningún proceso y por tanto no tiene por qué ir a declarar.
La citación fue además censurada en redes sociales por la embajada estadounidense en La Habana. El mensaje de la legación diplomática también contó con el rechazo frontal de los propios activistas, porque consideraron que solo reforzaba la narrativa de que ellos estaban, supuestamente, vinculados con dinero foráneo.
La cena se terminó por realizar y fue calificada como un éxito por sus organizadores.
"La anterior (citación) tenía el motivo de la cena pero para ésta no hay nada (que lo justifique)", se quejó Herrera en entrevista telefónica con EFE. "Esto responde a lo desafiante que les ha parecido que yo no lo hiciera (ir a la entrevista) y además que lo hiciera público", agregó.
La activista comentó a EFE que interpuso un segundo recurso y que la fiscal que la atendió le aseguró que recibirá "pronto" una respuesta al primero. Insistió en que tampoco se presentará esta vez a la cita.
En octubre pasado, la profesora y mentora de un grupo de intelectuales y artistas independientes Alina Bárbara López Hernández sentó un precedente en Cuba después de que la Fiscalía fallara a su favor tras quejarse formalmente de una cita que le hizo la Seguridad del Estado.
En el caso de Herrera, el agente que le ha entregado el citatorio la ha seguido durante dos años, según ha contado a EFE. La activista cree que su situación se debe, además de la cena, a que realiza periodismo independiente y que ha sido crítica con la falta de derechos y garantías para las personas trans en la Isla.
En Cuba es posible cambiar el nombre legal de una persona trans en su carné de identidad y también la foto, pero no el género registrado al momento de nacer.
Este vacío legal ha sustentado casos que se han hecho mediáticos, como el de Brenda Díaz, manifestante del 11J, que cumple una sentencia de 14 años de prisión en una cárcel con hombres.
El pasado septiembre, Cuba aprobó en referendo el Código de las Familias, un paquete de normas que legalizó, entre otras cosas, el matrimonio igualitario. Sin embargo, no incluye leyes que protejan y amplíen los derechos de la comunidad trans.