El pino navideño de la calle Galiano
Triste reflejo de las desgracias que sufren los cubanos
"Los pinos necesitan suelos semiarenosos, no la cochambre de Centro Habana", comentó uno de los ancianos sentados en el parque
Bastaron tres meses para que el pino navideño sembrado en el parque Fe del Valle, en Centro Habana, se deteriorara. El árbol, que en diciembre pasado se llenó de luces –era el primer adorno público de fin de año que veían los cubanos en seis décadas–, ahora se encuentra mustio, con las hojas secas y las ramas caídas.
Su aspecto es lamentable y no corresponde al invierno, comentan los vecinos de la calle Galiano, los mismos que durante la Navidad se tomaron fotos junto a la conífera, a la que el Gobierno se apresuró a despojar de todo simbolismo espiritual. El pino formaba parte, dijeron, de una "iniciativa abarcadora" del proyecto Avenida Italia, con el que el país europeo pretendía agradecer la presencia de médicos cubanos durante la pandemia en varias localidades de su territorio.
El pino, pues, no era un signo navideño sino un muy socialista "Árbol de la Amistad", como lo rebautizó la prensa cubana. Cumplido ese propósito, el tronco apenas se sostiene y necesita la ayuda de tres puntales, cintas y cordones para no precipitarse sobre quienes transitan por Galiano.
El tronco grisáceo y el escaso follaje, de un color impreciso, son sintomáticos de la mala salud del ejemplar cuya supervivencia ven improbable los que por allí pasan. "¿El pino se está muriendo?", preguntó un niño a su madre, que intentaba esquivar el área para no correr el riesgo de que el árbol, de apariencia enclenque, cayera sobre ellos.
"Mucha agua albañal y demasiada humedad en ese sustrato", diagnosticó uno de los ancianos sentados en el parque. "Los pinos necesitan suelos semiarenosos, no la cochambre de Centro Habana".
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