Feliz Dia Del Trabajo
Día del trabajo con menos empleo
Inmigrantes hispanos entre los más afectados por la crisis económica
El dia del Trabajo en EEUU
Se celebra el primer Lunes de Septiembre. Es el tradicional término de la temporada vacacional de verano cuando la mayoría de escuelas empiezan su nuevo año lectivo. Este largo fin de semana usualmente se celebra con una excursión, comida campestre o una última mini vacación de la temporada. Muchas personas escogen quedarse en casa para relajarse o ponerse al día con sus tareas. Todas las atracciones y establecimientos de compras están abiertos.
Diario Las Americas Por Gustavo Pena
Estados Unidos se dispone a celebrar hoy lunes el Día del Trabajo, que cierra el último largo feriado del verano. La fecha coincide con la noticia de que el desempleo en la nación se elevó a 9.7%, su más alto nivel desde la recesión de 1983. Pero el mismo informe revela que la crisis se está moderando. Otra vez los reportes económicos de esta semana refuerzan la posibilidad de una expansión económica incipiente y desbalanceada. Por ejemplo, el número de trabajadores en las nóminas de pago —algo que los economistas consideran mejor medidor de las tendencias de empleo y de las cifras de desempleados-- declinó en 216,000 en agosto, menos de lo que se esperaba.
Como reflejo de las reducciones de nóminas de empleo, la productividad industrial aumentó.
Wall Street se mantiene con cauteloso optimismo. En la semana terminada el viernes el índice S&P 500 bajó 1.2% a 1,016 pero el rédito en lo que va de año se mantuvo en 14.5%).
“La mejora en el campo de los empleos probablemente quede retrasada en medio de la mejora en la actividad económica”, dijo Roger Aliaga-Diaz, economista de la firma Vanguard. “Las empresas se mantendrán cautelosas en eso de emplear o reemplear trabajadores. Esperarán a que las tendencias de expansion económica se afirmen lo suficiente como para justificar la creación de empleos”, agregó.
Lamentablemente los inmigrantes y particularmente los de origen latinoamericano, continuarán entre los más afectados en esta crisis económica que comenzó el año pasado.
Le periodista María Peña, de la agencia Efe escribió que el deceso de Edward Kennedy, un eterno defensor de los inmigrantes, y la celebración del “Día del Trabajo” en EEUU, invitan a la reflexión sobre la pobreza y marginación en la que viven entre tres y cuatro millones de trabajadores migrantes en Estados Unidos.
Ellos constituyen el espinazo de una potente industria agrícola que genera anualmente 28.000 millones de dólares en Estados Unidos: son los que cultivan y cosechan las frutas y verduras en California, Texas, Washington, Florida, Carolina del Norte, Oregón, Michigan, Idaho, Arkansas, Oklahoma o Luisiana, entre otros estados.
Pero, con demasiada frecuencia, lo hacen en condiciones peligrosas y de baja remuneración: su ingreso está por debajo del nivel de pobreza pero, a cambio, están expuestos durante largas horas al sol, la deshidratación, y con el riesgo de accidentes y contaminación con plomo, nitrato y diversos pesticidas.
Si no lo pagan con su vida, muchos afrontan condiciones más propias de un país subdesarrollado: viven en casuchas, trabajan con poca protección solar ante temperaturas que superan los 37 grados centígrados y, debido a su transitoriedad, tienen poco acceso a servicios médicos y de beneficencia pública.
Con frecuencia necesitan la ayuda de algún sindicato u organismo cívico solidario en busca de indemnización.
Ese fue el caso con vendimiadores que cuidan de los viñedos en el valle central de California. El grupo “Justicia para Trabajadores Agrícolas”, documentó en julio pasado “muchas” violaciones a las leyes laborales, principalmente la falta de suficiente agua o sombrillas.
El Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW) y la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU) demandaron en julio pasado a la agencia encargada de la seguridad en el trabajo, Cal-OSHA, a la que acusaron de ser incapaz de proteger a los 650.000 trabajadores que trabajan la tierra en 35.000 granjas en California.
La demanda dice que seis trabajadores murieron en 2008 debido a la inclemencia del sol, pero Cal-OSHA insiste en que fueron tres y que ha incrementado las inspecciones y los esfuerzos para proteger a los trabajadores.
Que aún en su pobreza y precarias condiciones laborales los trabajadores viven relativamente mejor que en México o en Centroamérica, de donde proviene la mayoría de ellos, sirve de poco consuelo a quienes militan por una reforma migratoria integral en EEUU.
La novela clásica “Las uvas de la ira”, del estadounidense John Steinbeck, sirvió en 1939 como radiografía de la situación de los trabajadores migrantes durante la Gran Depresión, mientras que en 1960, el documental de CBS, “Cosecha de la Vergüenza” (“Harvest of Shame”), expuso ante el mundo las persistentes deplorables condiciones en las que continuaban trabajando.
En la continua crisis económica de 2009, que ha golpeado con severidad a la comunidad inmigrante, pareciera que Steinbeck y el documental siguen siendo relevantes.
Las condiciones laborales han mejorado muchísimo desde la Gran Depresión, claro está, pero los asuntos de subsistencia y seguridad laboral son igual de apremiantes.
Con la muerte de Kennedy el pasado 25 de agosto, los defensores de los trabajadores del campo han perdido a un valioso aliado, ya que, junto a César Chávez (1927-1993), tuvo un liderazgo sin par en defensa de sus intereses.
“La pérdida de Kennedy hará más fácil que se continúe ignorando la tragedia de estos trabajadores y que no se responda a sus necesidades”, dijo a Efe Bobbi Ryder, presidenta del Centro Nacional para la Salud de Trabajadores Agrícolas, con sede en Buda (Texas).
¿Cómo podemos como sociedad ser tan ciegos a la tragedia y desigualdad que sufren las familias que llevan la comida a nuestras mesas?”, agregó Ryder, al insistir en que los trabajadores agrícolas “siguen marginados, con poco acceso a techo, agua potable y comida a diario”.
Ryder coincidió con otros activistas en que una reforma migratoria -otro de los grandes proyectos de Kennedy- ayudaría a mejorar las condiciones de los trabajadores del campo “que son parte vital de nuestra economía y fuerza laboral”.