Primero, que ningún individuo está por encima del bienestar y futuro de
Honduras. No podemos poner el interés personal, sobre el bienestar colectivo de esta gran nación. Segundo, que el acuerdo fortalezca la democracia en Honduras. Tercero, que el pacto apunte a un exitoso proceso electoral el próximo 29 de noviembre que sea reconocido por la comunidad internacional. Y cuarto, que el acuerdo cumpla con los requisitos establecidos por nuestra Constitución.
Esta noche me complace anunciar que hace unos minutos autorice a mi equipo negociador a firmar un acuerdo final que marque el inicio del final de la situación política del país.
Ese acuerdo final el cual esta noche estamos preparados a firmar incluye las siguientes provisiones, las cuales ya han sido acordados y firmadas previamente por ambas partes.
(1) La creación de un gobierno de reconciliación;
(2) Rechazo a la amnistía política a pesar de que nuestro equipo estaba dispuesta a extenderla;
(3) Reconocimiento de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre;
(4) La transferencia de autoridad sobre las Fuerzas Armadas al Tribunal Supremo Electoral;
(5) La creación de una Comisión de Verificación para hacer cumplir los puntos del acuerdo;
(6) La formación de una Comisión de la Verdad para investigar los sucesos antes, durante y después del 28 de junio que despojaron de sus poderes como presidente al Sr. Zelaya; y
(7) Solicitarle a la comunidad internacional derogar todas las sanciones contra Honduras y enviar observadores a las elecciones presidenciales.
Y por último, en torno al tema más contencioso del acuerdo, la posible restitución del Sr. Zelaya a la presidencia, mi gobierno ha decidido apoyar una propuesta que permite un voto en el Congreso Nacional, con una previa opinión de la Corte Suprema, para retrotraer todo el poder Ejecutivo de nuestra nación previo al 28 de junio del 2009.
Cabe señalar que el aceptar esta propuesta representa una concesión significante por parte de este gobierno. Nosotros siempre hemos sido firmes que es la Corte Suprema quien debiera decidir la posible restitución del Sr.
Zelaya. Pero, también entendemos que nuestro pueblo reclama pasar la página de nuestra historia de estos momentos difíciles que vivimos. Por tal razón, he decidido apoyar esta nueva propuesta para lograr un acuerdo final cuando antes.
Exhorto al Sr. Zelaya y a su comisión negociadora a apoyar este acuerdo y acompañarnos a firmarlo. Basta ya de excusas. Basta ya de retórica que nos divide. Basta ya de juegos políticos. El pueblo hondureño reclama un acuerdo final y esta es la oportunidad para lograrlo.
Hace unas pocas semanas, cuando celebramos la clasificación de nuestra selección nacional a la Copa Mundial del fútbol, todos los hondureños recibimos un importante recordatorio que son más las cosas que nos unen que las que nos dividen. Nuestro gran equipo de futbolistas nos recordó que unidos podemos alcanzar lo que separados es inalcanzable. Eso es lo que quiere el pueblo hondureño - el fin a la división entre hermanos. Esperamos que este acuerdo sea el principio de lograr una nueva reconciliación nacional que tanto necesita y desean los hondureños.
Finalmente, le agradezco inmensamente a la delegación de los Estados
Unidos de América y a la Organización de Estados Americanos por su importante apoyo mediador en los últimos días para lograr llegar a un punto final. Todos los hondureños apreciamos su apoyo y compromiso con nuestro país y nuestra democracia.