Periodismo independiente
El fenómeno del periodismo independiente cubanonació en la década de los 90. Entre sus fundadores se encuentran Rolando Cartaya, Indamiro Restano, Rafael Solano, José Rivero, Julio San Francisco, Raúl Rivero, Iria González Rodiles, Ana Luisa López Baeza, Juan Antonio Sánchez, Germán Castro,Tania Quintero, Bernardo Arévalo Padrón, Jorge Olivera, Joaquín Torres, Héctor Peraza y Manuel Vázquez Portal.
El 18 de marzo del 2003, Fidel Castro estaba decidido a asestarle un duro golpe al periodismo al margen del Estado. Ese día, fuerzas de la policía política detuvieron en las primeras horas de la mañana a 75 opositores y periodistas. En la primavera negra, a la cárcel fueron a parar 25 comunicadores, cuyo único delito era informar sin el permiso del gobierno.
Corresponsales como Raúl Rivero, uno de los pesos pesados del periodismo cubano y director de la agencia independiente Cuba Press, fue sancionado a 20 años de prisión. Gracias a la gestión del gobierno español, hoy es un hombre libre que escribe dos columnas semanales para la edición española del diario El Mundo.
Ahora mismo, en las infernales cárceles cubanas permanecen 27 periodistas. Uno de ellos es Ricardo González Alfonso, corresponsal de Reporteros sin Fronteras, y quien no ha dejado de escribir en presidio. En España le han publicado dos libros: "Historia sangrada, de poemas", y "Hombres sin rostro, de relato". O Pablo Pacheco, cuyos testimonios escritos y orales desde la prisión de Canaleta se pueden leer en el blog Voz tras las rejas.
Ley 88 o ley mordaza
Pero desde 1999 en el aire de la República, sigue flotando la amenazante Ley 88 o ley mordaza, que le da manos libres al régimen a la hora de enviarte a la penitenciaría. No hay texto de un periodista libre cubano que no se redacte sin una dosis de miedo y paranoia. Es normal. Porque nunca sabe si esa noche dormirá en su cama o en la litera de un calabozo de la policía o de la Seguridad del Estado.
A ratos tengo una pesadilla. En la soledad de mi habitación, sueño que tocan fuertemente a la puerta de la casa. Y unos tipos rudos y con caras de perros, vestidos de verde olivo, me sacan del cuarto y sin tocar el piso, me introducen a la fuerza en un coche ruso con placa militar y me llevan detenido a un destino desconocido.
No todos son alucinaciones. A veces sueño que las manitas de mi hija de 6 años, junto a su madre, me despiertan con la buena noticia de que el gobierno del General Raúl Castro, abolió las leyes absurdas, los cubanos no necesitarán más permiso para salir de la isla, los exiliados que lo deseen pueden regresar a su patria, y nunca más será delito escribir una crónica o artículo de opinión contando la realidad de Cuba y de los cubanos.
Siempre que esto sucede, me pregunto cuál de estos sueños se hará primero realidad.