Así lo explica uno de los creadores de la iniciativa, Eloi Costilludo, satisfecho con el éxito de participación conseguido en Barcelona. La propuesta de viajar en transporte público sin pantalón se llevó a término a la vez en 42 ciudades de todo el mundo, entre ellas Madrid, donde el flashmob no tuvo demasiada respuesta.
Los participantes se congregaron en la estación de metro de Bogatell y de Marina y a partir de aquí siguieron 14 recorridos diferentes que confluían finalmente en el intercanviador de Diagonal, donde la sorpresa de los usuarios del metro, como no podía ser de otra manera, fue mayúscula. "La gente siente interés y mucha sorpresa", explica Costilludo y añade que "algunos usuarios se unieron espontáneamente a la propuesta".
Lo que queda claro es que se busca movilizar a la gente para crear una escena y soprendrer. "No queremos ofender ni violentar a la gente», dice Costilludo. A través de la red, y junto con Lorena Yera, ya se está preparando para convocar una nueva actuación. Sólo adelanta que será "una acción inédita".