Madrid ha reconocido en respuestas a preguntas de diputados españoles que el régimen cubano mantiene la "persecución política" contra sus opositores y las duras condiciones carcelarias para los presos de conciencia. Sin embargo, insiste en su idea de continuar la cooperación y el diálogo con La Habana, informó el diario español La Razón.
En los "últimos meses, las autoridades cubanas desarrollan un nuevo patrón de persecución política, caracterizado por las detenciones arbitrarias de corta duración y la utilización como argumento de la denominada 'peligrosidad social predelictiva', que ha afectado a un número importante de personas", dijo el gobierno español en respuestas remitida al Congreso de los Diputados.
Reconoció, asimismo, las condiciones "especialmente duras" en las que se encuentran los "presos de conciencia". Hay "presos políticos", aunque el régimen de los Castro intente demostrar que no es así, explicó.
De acuerdo con La Razón, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero dijo ser conciente de la situación en las cárceles cubanas. Los presos de conciencia son internados "en centros de reclusión alejados de los lugares de residencia de familiares, y tienen dificultades para obtener una asistencia médica adecuada, sin condiciones higiénicas y con deficiencias en la alimentación", afirmó Madrid.
El pasado 11 de enero, el diputado del Partido Popular (PP, principal fuerza de la oposición española) Teófilo de Luis formuló varias preguntas al gobierno, tras conocer informaciones sobre el estado de salud del preso político Ariel Sigler Amaya, ingresado desde hace un año en el hospital Julito Díaz de la capital cubana.
De Luis preguntó al Ejecutivo si tiene conocimiento "de las condiciones en que se encuentran los presos políticos en las cárceles de Cuba y si éstas son compatibles con el respeto a los derechos humanos". También, interrogó a Madrid sobre la asistencia sanitaria a los presos de conciencia en la Isla.
El gobierno español afirmó que la situación penitenciaria es uno de los asuntos que incluye en el "diálogo sobre derechos humanos" que mantiene con las autoridades cubanas; pero aclaró que sigue sin plantearse un encuentro del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con la disidencia.
La Razón criticó que, aunque reconoce la actuación represiva del régimen, la posición de Madrid sigue siendo la de la "mano tendida", y que, a pesar de incidentes como la expulsión de la Isla del eurodiputado socialista Luis Yáñez-Barnuevo, el ministro Moratinos insista en eliminar la Posición Común de la Unión Europea (UE) sobre Cuba durante la actual presidencia española del bloque.
Moratinos ha afirmado que esa política es "unilateral" y pretende "dictar a Cuba lo que tiene que hacer". La Posición Común, aprobada en 1996 a instancias del gobierno conservador de José María Aznar, pide a La Habana respeto a los derechos humanos y transformaciones democráticas. El régimen exige su eliminación como condición para una normalización completa de las relaciones con la UE.
El diario criticó también que el gobierno español mantenga sus planes de cooperación con el cubano. Desde que Rodríguez Zapatero llegó al poder —dijo—, la cantidad de ayudas destinadas a la Isla "se ha duplicado".
En 2007 La Habana recibió 17 millones de euros. La cifra superó los 34 millones en 2009, indicó la publicación y agregó que parte de la "ayuda" se ha materializado a través de la "condonación de la deuda".