En el verano de 1994, una revuelta popular bautizada como el maleconazo derivó en la huida de más de 32.000 cubanos a las costas de Florida en lo que se llamó la crisis de losbalseros.
El martes, la banda puertorriqueña Calle 13 zarandeó el malecón habanero y trazó un mapa de la evasión para los doscientos mil chavales que durante dos horas brincaron y se desgañitaron con su hip-hop transgresor, esperanzador y caliente; su reggaeton izquierdista, inteligente y pecador.
El líder y agitador del grupo, René Pérez, apodado Residente, accionó su batidora de cuerpos y almas jóvenes al atardecer de un día hasta entonces tan duro como todos los demás en estos tiempos de estrecheces en Cuba. Le apoyaban una decena de músicos entre competentes y virtuosos, incluidos sus hermanastros, los vocalistas Ileana y Eduardo Cabra (Visitante), que también es también compositor y teclista).
Los vatios bastaban para sacudir la caja de 200.000 esqueletos hambrientos de compases fuertes y mensajes irreverentesy poesía rompedora venidos de fuera. "Vamos a hablar de sexo, religión y política", dijo Residente y lo cumplió.
Calle 13 tocó en la "Tribuna Antiimperialista José Martí, un escenario montado por orden de Fidel Castro hace 10 años junto a la Oficina de Intereses de EE.UU. (SINA), en plena movida por el secuestro del niño Elián en Miami.
René Pérez complació a la autoridad anfitriona con su "chorro de malas palabras" –así lo definió– contra el Querido FBI que en el 2005 mató al independentista boricua Filiberto Ojeda: un tema que dedicó, "directamente, al edificio de ahí atrás" (la SINA).
Pero Residente también dedicó la canción a "los presos políticos, los de fuera y los de Cuba". Entonces muchos de los policías que a duras penas contenían el empuje de la avalancha contra la barrera, y se afanaban en el rescate de espectadores desmayados y la detención de revoltosos, volvieron la cabeza hacia el escenario.
El lenguaje descarado y el baile convulsivo del cantante pegaban tanto con la ramplona estética de la plaza antiimperialista como la indumentaria modernilla de la mayoría del personal con el insulso atuendo de los agentes de seguridad mezclados con la gente.
Residente hizo llorar a unos cuantos fans cuando ofreció el tema titulado Pal Norte "a todos los emigrantes", incluidos los que salen de Cuba. Y otra vez atacó a "los de ahí atrás, que tienen que soportar a los inmigrantes, coño".
René Pérez se mostró políticamente incorrecto con todo. Fue osado. No sólo en las formas, al prescindir de la chaqueta del equipo cubano de béisbol que se le ofreció y quitarse la camiseta para lucir sus tatuajes o al subir a escenario a catorce espectadoras que compitieron por pegársele mientras se contoneaban. Aparte de abogar por "todos" los presos políticos, dijo que habría que construir "un puente de Cuba a Puerto Rico para ir en carro". Y que "hay que viajar", además de leer.
Coches, puentes, viajes. Sexo, política, religión... Calle 13 desafió los límites de un concierto al fin y al cabo promovido por el Gobierno cubano. Su canto desbordó el malecón de lo establecido.
Este concierto ,o mejor dicho desconcierto pasó hace varias semanas ,la verdad que yo no lo quise comentar, pués el grupo calle 13,particularmente no me gusta, y por otro lado aveces las cosas de Cuba ,hay que pasarlas por alto,principalmente cuando el gobierno mete su maquinaria propagandista ,única en el mundo... Ellos son los dueños de Cuba y de todos los medios de información, hablan en nombre del pueblo que exclavisán y para jugar con la mentira no hay quien les gane.
En fin me alegra que Pura ,nos traiga este escrito y una vez más le doy las gracias por estar aquí y participar, por ser tan buena gente conmigo y por todo su cariño.