Las únicas palabras de Isabel Pantoja cuando de plano besó el piso fue: 'Da igual", mientras su público la aplaudía sin cesar. Tras acabar la "Salve" solicitó la ayuda de sus músicos para levantarse. "No me digan que no me he caído con arte", decía la tonadillera ante un auditorio de más de 25.000 personas que vitoreaban y aplaudían entregados a la gracia con la que terminó su concierto.