Fariñas, empeora al llegar a los cien
dias de huelga de hambre
Un día después de la muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata, el periodista independiente cubano Guillermo Fariñas comenzó una huelga de hambre para exigir la liberación de los 26 presos políticos más enfermos
El periodista independiente cubano Guillermo Fariñas cumple este jueves cien días de huelga de hambre y sed , que comenzó el 24 de febrero para exigir la liberación de los veintiséis presos políticos más enfermos. Un día antes había muerto el prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo, un humilde albañil que llevaba 86 días de ayuno para reclamar mejores condiciones carcelarias. La muerte de Zapata, la huelga de Fariñas y la valentía de las Damas de Blanco para pedir con sus protestas pacíficas la liberación de los detenidos en la Primavera Negra de 2003, están siendo un aldabonazo a la conciencia de la comunidad internacional y están poniendo todavía más contra las cuerdas al régimen comunista de los hermanos Castro.
“Coco” Fariñas cumple los cien días de ayuno con una nueva recaída. Este martes por la noche, los médicos que le atienden en la unidad de cuidados intensivos del hospital Arnaldo Millán Castro, de Santa Clara (centro de la isla), tuvieron que retirarle el catéter por el que le suministraban los nutrientes al sufrir otra infección bacteriana. Su madre, la enfermera Alicia Hernández, explicó a abc.es que esa noche el psicólogo “tuvo más de cuarenta grados de fiebre, sufrió taquicardia, fuerte dolor de cabeza y en las articulaciones, y ahora se encuentra decaído y depauperado”. “Su estado es crítico”, alertó su portavoz, Licet Zamora, en la madrugada del miércoles. El siguiente paso es analizar el tipo de bacteria para suministrarle el antibiótico adecuado.
Pero el director de la agencia Cubanacan Press no se rinde. A pesar del deterioro de su salud y del primer “gesto” del régimen cubano de trasladar a seis prisioneros de conciencia a cárceles más próximas a sus familias, no abandonará la huelga. Fariñas consideró el acercamiento de esos “mercenarios” y “delincuentes comunes”, como llama la dictadura a los prisioneros de conciencia (y a él también), un “paso loable” pero “insuficiente”. El ex preso político recordó que aún quedan diez disidentes por trasladar y la hospitalización de los más graves, según se comprometió el gobierno de La Habana con la Iglesia católica cubana. Sólo estaría dispuesto a “flexibilizar” su huelga de hambre y sed si el régimen comunista libera a “al menos diez o doce” de los prisioneros de conciencia más enfermos y “facilitar así la gestión de la Iglesia”.
Es la huelga de hambre número veintitrés de Guillermo Fariñas, miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas hasta 1989, cuando se apartó del regimen en protesta por el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, acusado de narcotráfico. Durante siete meses de 2005, Fariñas siguió una huelga de hambre para reclamar acceso a Internet, protesta que le dejó graves secuelas.