Traslado de presos políticos en Cuba genera opiniones encontradas
Celdas tapiadas del Combinado del Este en la Habana
Por JUAN CARLOS CHAVEZ
El reciente traslado de seis presos políticos cubanos a cárceles cercanas a sus provincias de origen generó opiniones encontradas entre los exiliados en Miami y provocó un llamado de Washington al gobierno de Raúl Castro para que libere a todos los prisioneros de conciencia.
"Es realmente sorprendente cuando una pequeña señal representa un aliento. Esto indica la terrible situación en la que vive el pueblo cubano, pero tenemos que verlo con cierta esperanza de que no se pare aquí', afirmó a El Nuevo Herald, Francisco "Pepe' Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA).
Para la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen no había nada que agradecer, considerando que los prisioneros de conciencia son víctimas de humillaciones y torturas.
"Algunos, como Orlando Zapata Tamayo, mueren a manos de sus carceleros', afirmó Ros-Lehtinen. "Esta gente que busca libertad fueron encarcelados injustamente. Pero ahora el régimen quiere algún tipo de alabanza o de crédito humanitario para mover estos presos inocentes más cerca de sus hogares o en los hospitales. Esto es una farsa y nadie debe dejarse engañar por ella'.
En Washington, un portavoz del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet, exhortó a La Habana
a llevar a cabo reformas de mayor alcance.
"Como hemos dicho antes, nos unimos a muchos actores respetados, incluyendo la Iglesia Católica, al llamar al gobierno cubano a que ponga en libertad a todos los prisioneros de conciencia cubanos', afirmó.
El martes, las autoridades de la isla iniciaron los traslados prometidos tras una histórica reunión de cuatro horas el 19 de mayo entre Castro y el cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de la Arquidiócesis de La Habana, y el presidente de la Conferencia de Obispos Cubanos, monseñor Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba. En la cita también se habló de la posibilidad de trasladar a
prisioneros delicados de salud a centros hospitalarios.
Los seis presos transferidos forman parte de los 75 encarcelados hace siete años durante la llamada Primavera Negra.
De ellos, 53 permanecen en prisión.
De visita en Miami, el obispo de Holguín, monseñor Emilio Aranguren, dijo el miércoles al noticiero Univisión 23 que confía en el proceso que comenzó esta semana. Aranguren llamó a la calma y añadió que en Cuba la Iglesia siempre ha estado atenta a los presos. "La impresión nuestra, mi impresión personal, es que confío en que paulatinamente estos pasos se darán y creo que es bueno que no nos apresuremos, que sepamos esperar el momento que, de una manera u otra, y de manera gradual, podrán darse estos pasos', indicó.
En esa misma línea de ideas se manifestó Joe García, ex jefe del Partido Demócrata de Miami-Dade y aspirante a un escaño en la Cámara federal. García puntualizó que, a pesar de que nadie debiera ser privado de su libertad por sus ideales o creencias,
espera que los esfuerzos de la Iglesia tengan éxito.
"Reconocemos que esto representa un pequeño éxito para los disidentes y la Iglesia Católica, y lucharemos por el día en que todos los presos políticos sean liberados sin condiciones y que los derechos humanos se respeten en la isla', afirmó.
Tomás Bilbao, director ejecutivo del Cuba Study Group, en Washington, D.C., sostuvo que Cuba parecía estar dando pasos constructivos sobre la situación de los prisioneros políticos. Asimismo añadió que el papel negociador de la Iglesia Católica debía
seguir apuntando a obtener medidas positivas.
"Pedimos a ambas partes que continúen trabajando en común para dar pasos en el mejor interés del pueblo cubano y que puedan representar el comienzo de procesos muy necesarios de reconciliación nacional y diálogo, para solucionar sus muchos y apremiantes problemas', indicó Bilbao. "Al mismo tiempo, el Cuba Study Group llama a los funcionarios de Estados Unidos a estar preparados para responder a las acciones positivas en Cuba con medidas significativas'.
Hernández consideró que la noticia del traslado del primer grupo de presos tiene que ser vista como el comienzo de otros avances, al tiempo que aseveró que Castro "escogió a la Iglesia como negociadora de la crisis, debido a que no hará reclamos de corte político'.
En La Habana, 35 integrantes de las Damas de Blanco hicieron un llamado a las Mujeres de Apoyo para que, por un período de cinco semanas, dejen de acompañar al colectivo femenino en sus marchas por La Habana. El objetivo es demostrar la flexibilidad y contribución al objetivo fundamental del movimiento, es decir, la libertad inmediata e incondicional de los 53 disidentes detenidos durante la ola represiva del 2003 que todavía permanecen encarcelados.
La portavoz de las Damas de Blanco en Miami, Yolanda Huerga, recibió con escepticismo y cautela la noticia de la reubicación de los seis disidentes. Dijo que Cuba está intentando aparecer ante la comunidad internacional como una autoridad bondadosa y receptiva ante las preocupaciones de ciertos sectores de la población. "Desde el punto de vista de los familiares hay cierto alivio con el traslado de los presos a cárceles cercanas a su domicilio, después de años de castigo', comentó Huerga. "Pero en sentido general, no significa nada. Hay que liberar a todos los presos políticos porque son inocentes'.