Argentina se convierte en el primer país de América Latina en aprobar el matrimonio gay
Argentina aprueba matrimonio entre homosexuales en voto histórico
Por MICHAEL WARREN
The Associated Press- BUENOS AIRES --
Argentina se convirtió la madrugada del jueves en el primer país de América latina en aprobar una ley federal de matrimonio entre homosexuales, luego que el Senado aprobara un controvertido proyecto de ley apoyado por el gobierno en una maratónica sesión.
Aprobada con 33 votos a favor, 27 en contra y tres abstenciones, la iniciativa le da a los homosexuales que se casen todos los derechos, responsabilidades y protecciones legales que tienen las parejas heterosexuales en el país sudamericano.
El voto llegó poco después de las 4 de la mañana, luego de una sesión de casi 16 horas. La Cámara de Diputados ya había aprobado en mayo el proyecto, que cuenta con el apoyo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se espera que la sanción de la ley traiga una ola de casamientos de mujeres y hombres homosexuales.
La iglesia católica argentina y grupos evangélicos habían organizado una fuerte campaña en contra de la iniciativa, que incluyó una manifestación de unas 60.000 personas frente al Congreso y llamados a militar contra el proyecto a los fieles y los padres de alumnos de escuelas religiosas.
Nueve parejas homosexuales lograron casarse en Argentina tras convencer a jueces de que la igualdad que manda la Constitución se aplica en este caso, aunque algunas de esas uniones luego fueron invalidadas.
Afuera del Congreso, manifestantes a favor y en contra de la ley se mantuvieron apostados durante la noche a pesar de las bajas temperaturas del invierno porteño.
"El matrimonio entre un hombre y una mujer ha existido durante siglos y es esencial para perpetuar la especie", dijo el senador Juan Pérez Alsina, un oficialista acérrimo que esta vez se opuso a la presidenta.
Sin embargo, otra oficialista, Norma Morandini, equiparó la discriminación contra los homosexuales con la represión de las dictaduras militares argentinas de hace algunas décadas. "Lo que nos define es nuestra humanidad y lo que va contra la humanidad es intolerancia", dijo.
Las uniones civiles entre homosexuales son legales en Uruguay, Buenos Aires y algunos estados de México y Brasil. La Ciudad de México legalizó el matrimonio gay. La Corte Constitucional colombiana otorgó a las parejas del mismo sexo derechos de herencia y la posibilidad de figurar como dependientes en seguros de salud.
Sin embargo, Argentina es el primer país latinoamericano que legaliza el matrimonio entre homosexuales en todo su territorio, lo que les da muchos más derechos que una unión civil, incluido el de adoptar y de heredar posesiones. Según el texto del proyecto, "el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo".
Argentina aprueba matrimonio entre homosexuales en voto histórico
En una ajustada votación, Argentina, un país en el que el 91% de la población se declara católico, se ha convertido hoy en el primer país de toda América Latina -y el décimo del mundo- en autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo su territorio. El intenso debate en el Senado se ha prolongado durante casi 15 horas y ha sido retransmitido por televisión. En contra de lo que suele suceder, el resultado no se conocía de antemano y finalmente la iniciativa, impulsada por el oficialismo (Partido Peronista), ha sido aprobada por 33 votos frente a 27 votos en contra y tres abstenciones. Mientras tanto, miles de personas se manifestaban frente al Congreso argentino a favor y en contra de las bodas entre homosexuales.
Durante el debate en la Cámara Alta, decenas de senadores han expuesto sus opiniones sobre el proyecto de ley. Con argumentos poco contundentes y en su mayoría carentes de bases legales, oficialistas y opositores protagonizaban una discusión que no parecía tener fin y cuyos resultados nadie se atrevía a vaticinar debido a las discrepancias internas en uno y otro bloque y a las fuertes presiones, políticas y religiosas, a las que están sometidos los senadores.