Por Juan Federico Arriola
Hola Fidel.
No me apetece llamarte comandante, ni jefe revolucionario, ni emplear la palabra usted al dirigirme a ti. Eres un mortal como cualquier otro. Además
ya no eres presidente de Cuba aunque controlas a tu hermano Raúl y por tanto no sueltas las riendas del poder totalitario.
Mucha gente te idolatró. Luchaste contra la dictadura de Batista, pero tuviste espacios de libertad de expresión que la Revolución cubana le niega a millones de compatriotas tuyos.
Eres un demagogo. Te llenas la boca de ser socialista y usas prendas capitalista finas, como Adidas, la gran marca deportiva alemana. Viajabas en un auto Mercedes Benz y seguramente tienes todos los lujos de un gran empresario trasnacional.
Hace algunos meses dijiste que el gobierno revolucionario no había matado ni torturado a nadie y escribí entonces en este espacio privilegiado que me proporciona El Imparcial que eres un perfecto mentiroso. ¿De cuántas muertes violentas eres autor?
Se sabe que traficaste con armas, ¿también traficaste con drogas con ayuda de Noriega de Panamá? ¿Cuánta riqueza has acumulado gracias a la explotación contra tu pueblo?
¿Por qué personajes extranjeros como el patético Carlos Salinas de Gortari, son recibidos con todos los lujos en Cuba, mientras muchos cubanos no tienen lo más indispensable?
¿Por qué si la Revolución cubana dio educación a millones de personas, la propia Revolución conculca la libertad de pensamiento, la libertad de expresión y la libertad de disentir?
¿Se sabrá la verdad sobre lo que le ocurrió a Camilo Cienfuegos? ¿Por qué reprimiste tanto? ¿Por qué la izquierda mexicana y en general casi toda la izquierda iberoamericana está ciega y no es crítica con tus abusos de poder?
Tu hermano y tú llevan en el poder más de medio siglo. Para mí es un escándalo.
Cuando los cubanos se enteren de tu riqueza, escupirán en tu tumba y te considerarán un maldito traidor. Los cubanos de Florida se radicalizaron tanto a la derecha que cometerán el error de pretender dominar Cuba en tu ausencia física.
Si intentas huir, no vengas a México, no serás bienvenido, aunque estoy convencido de que hay más seguidores de tu gobierno en México que en Cuba.
Hace cuatro años lleve a 12 alumnos de la Universidad Iberoamericana a conocer Cuba, fuimos a museos y hablamos con gente en la calle. El cubano es muy amable pero tiene miedo de hablar con extranjeros de política. No volveré a Cuba hasta que tu régimen podrido de corrupción se derrumbe por dentro. Estados Unidos no invadirán Cuba, ya han hecho muchas estupideces en el mundo para cometer otra. Ya no están los Bush gracias a Dios.
No eres eterno Fidel Castro. Los logros de la Revolución cubana han sido superados por tus crímenes, tus excesos, tu represión sistemática, tu negativa a la democracia, tus lujos capitalistas.
La historia no te absolverá. Los cubanos ya han pasado una larga noche contigo y tu hermano.
La historia no te absolverá. Tus crímenes no podrás ocultarlos siempre.
La historia no te absolverá, porque eres un dictador y como todo dictador, violador de derechos humanos.
Cuba necesita una democracia, mejor que la mexicana y la estadounidense que tienen
muchos defectos. Pero tú eres el principal estorbo para la democracia cubana.
Espero pronto decir: Hasta nunca Fidel!
Juan Federico Arriola
Profesor Investigador del Departamento Académico de Derecho de la Universidad Iberoamericana. Doctor en Derecho y Maestro en Filosofía.