Al menos 40 detenidos en Cuba durante una «oleada represiva» El opositor Elizardo Sánchez denuncia los abusos del régimen durante el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Las Damas de Blanco gritan «libertad» delante de dos cárceles
Las disidentes Damas de Blanco reclaman la libertad de los presos políticos
con una protesta pacífica en la entrada de la prisión Combinado del Este, en La Habana
De nuevo ha habido incidentes en Cuba el día de los Derechos Humanos. Según el presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, la policía ha practicado decenas de detenciones ayer y hoy para evitar las manifestaciones de los opositores en diversos puntos de La Habana y otras ciudades de la isla. Sánchez ha asegurado que se trata de arrestos "preventivos", de pocas horas, pero que de cualquier modo ponen de manifiesto "la peculiar manera del Gobierno de celebrar la fecha".
Al activista Darsy Ferrer, quien salio de prisión hace algunos meses, no se le permitió llegar al parque Villalón, en el barrio del Vedado, donde planeaba protestar por la situación de los derechos humanos en Cuba, ha informado Sánchez. Lo mismo ocurrió con otros opositores que programaban manifestarse en diferentes lugares.
Al menos 40 personas han sido detenidas en Cuba en medio de una "oleada represiva" que ha desplegado el Gobierno de Raúl Castro contra opositores y activistas que intentaban realizar manifestaciones en la isla con motivo de la celebración este viernes del Día Internacional de los Derechos Humanos. En los últimos tres días, las fuerzas de seguridad "han desatado una oleada de represión política" a fin de "evitar" que opositores al régimen participasen en actividades a favor de las libertades en la isla, informó a Europa Press Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Estos hechos han dejado un saldo de "entre 40 y 50" opositores detenidos que "todavía están en prisión", subrayó Sánchez en declaraciones telefónicas desde La Habana. Algunos de los disidentes fueron detenidos "dentro de sus propias viviendas" entre los pasados 8 y 9 de diciembre como parte de la "represión preventiva que puso en marcha el Gobierno para amedrentar" a los activistas, explicó el portavoz de la comisión, no reconocida pero tolerada por el régimen. La mayoría son activistas de Derechos Humanos y miembros del "movimiento prodemocrático" en Cuba que tenían previsto participar este viernes en una manifestación en el Parque Villalon, que todos los años convoca el disidente Darsi Ferrer, quien no pudo llegar porque fue arrestado. Ferrer, médico y reconocido defensor de los Derechos Humanos, fue detenido junto a su esposa, Yusnaimi Jorge, por la mañana (tarde en España) a unos metros de su vivienda en La Habana por "policías" cuando se dirigía a la concentración "pacífica" en la que le esperarían otros disidentes, dijo a Europa Press uno de sus familiares que pidió no ser identificado. Damas de Blanco, ante las cárceles Por primera vez desde su fundación durante la Primavera Negra de 2003, las Damas de Blanco se manifestaron este viernes junto a dos prisiones de La Habana para reclamar a la dictadura cubana la liberación de los presos políticos, respeto a los derechos humanos y mejores condiciones carcelarias. Las protestas transcurrieron sin incidentes, al contrario que las de otros opositores, según confirmó a ABC Berta Soler, una de sus portavoces. Las esposas o madres de los prisioneros de conciencia detenidos durante la oleada represiva de 2003 se dividieron en tres grupos para celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos. Diecisiete mujeres, encabezadas por Alejandrina García de la Riva, la esposa del prisionero de conciencia Diosdado González Marrero, se dirigieron a las cercanías del Ministerio de Justicia. Un segundo grupo de quince Damas de Blanco, lideradas por Laura Pollán, mujer de Héctor Maseda, se encaminaron hacia la megaprisión habanera de Combinado del Este. Y un tercer grupo, encabezado por Berta Soler, esposa de Ángel Moya Acosta, se acercaron a la cárcel conocida como «15/80», a las afueras de La Habana. «Vivan los derechos humanos» En estas dos cárceles sobreviven desde hace más de siete años los disidentes Óscar Elías Biscet, Ángel Moya y Héctor Maseda. Las mujeres llevaban en sus manos los acostumbrados gladiolos y en esta ocasión el documento de la Declaración de los Derechos Humanos mientras gritaban «vivan los derechos humanos» y «libertad». Desde el autobús de regreso a casa, Berta Soler aseguró por teléfono que «la estrategia de dividirnos en tres grupos» evitó la reacción de los partidarios del régimen castrista, que les esperaron en vano en la Universidad de La Habana. La protesta pacífica junto a la cárcel «15/80» duró una hora aproximadamente, sin que fuera dispersada por las fuerzas de seguridad. «A lo mejor temían que los presos se amotinaran», explicó Soler. En la víspera, por el contrario, estas opositoras cubanas —Premio Sajarov 2005 del Parlamento Europeo— fueron increpadas por unos doscientos jóvenes cuando realizaban una marcha por el centro de La Habana para empezar a conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos. Las Damas de Blanco no tienen noticias sobre la excarcelación de los once prisioneros de conciencia que el presidente cubano, Raúl Castro, se comprometió a liberar antes del 7 de noviembre. Hace apenas dos semanas, el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, dijo a unos ex presos políticos cubanos en Madrid que confiaba en que fueran liberados antes de Navidad.
Fuera de la ciudad Fuera de La Habana, se reportaban diversos actos de repudio y detenciones, según periodistas independientes de las de Villa Clara y Holguín. En Guantánamo, el opositor Néstor Rodríguez Lobaina había previsto realizar una evocación en una plaza de la oriental provincia.
A través de Twitter, Martha Beatriz Roque comunicaba que las Damas de Blanco se habían dividido en tres grupos, para manifestarse a la entrada de las cárceles donde aún permanecen 11 presos políticos del Grupo de los 75, entre ellas la 1580.
Es habitual que las autoridades cubanas prohíban, repriman y detengan a quienes intenten celebrar el 10 de diciembre en lugares públicos.
"Jurídicamente no hay ninguna violación de leyes. Cuba es signataria de la Declaración Universal. Por tanto hay una incongruencia de procedimientos legales", acota Laritza Diversent, abogada independiente.
El gobierno cubano no reconoce a la oposición, a la que acusa de "estar al servicio de Estados Unidos". Esa es una de las causas por las cuales a los activistas de derechos humanos no se les permite manifestarse públicamente. Además, el gobierno considera que en Cuba se respetan cabalmente los derechos humanos.
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