EL HOTEL NACIONAL UN ÍCONO DE LA HABANA CUMPLE 80 AÑOS
Las alfombras se han descolorado y las habitaciones lucen opacas, pero el Hotel Nacional de La Habana, que celebró el jueves sus 80 años, se exhibe con orgullo ante cualquier visitante como una dama que una vez fue joven y hermosa y que ahora refleja el pasar de los años.
En décadas pasadas el hotel albergaba a estrellas de cine y a mafiosos. Hoy, son turistas españoles y británicos en sandalias los que visitan el edificio amarillento en el famoso Malecón de La Habana.
La historia del hotel es en cierto modo un reflejo de la historia de Cuba, que pasó a ser de un casino tropical a un enclave del comunismo en el Caribe.
"La fortaleza del hotel radica en su historia, en todo lo que se ha vivido aquí y en lo que seguimos viviendo', dice el gerente general Antonio Martínez Rodríguez. "Sus grietas son como las arrugas de un viejito que vio pasar la vida entera'.
El hotel fue inaugurado en 1930 como un refugio donde las estrellas de cine y los capos mafiosos podían relajarse al sol bebiendo ron. Tras la revolución castrista en 1959, pasó a ser un centro de entrenamiento para mujeres campesinas. Tuvo que cerrar ante la crisis económica surgida cuando colapsó la Unión Soviética y fue reinaugurado como centro turístico para poder captar el codiciado capital extranjero.
El pasado, sin embargo, ha dejado sus huellas. Ahí están, por ejemplo, las marcas que dejaron las balas disparadas durante una rebelión ocurrida en 1933, o la red de túneles y baterías antiaéreas cavadas en el jardín durante la Crisis de los Misiles.
Su libro de registro parece una lista de celebridades y personajes históricos: Winston Churchill, Jean-Paul Sartre, Ernest Hemingway y Gabriel García Márquez, junto con capos mafiosos como Lucky Luciano. Errol Flynn y Rita Hayworth se alojaron allí, como también lo hicieron Mickey Mantle y Fred Astaire.
Hoy en día, las visitas suelen ser de famosos como Steven Spielberg, Kate Moss, Javier Bardem y Sean Penn.
Durante la Crisis de los Misiles, el hotel de cinco estrellas tuvo un rol en el tenso enfrentamiento que llevó al mundo al borde de una guerra nuclear. A medida que la crisis se agravaba, soldados cubanos cavaron túneles bajo el jardín e instalaron baterías antiaéreas soviéticas.
El Nacional fue también blanco de ataques de elementos anticastristas. En julio de 1997, estalló una bomba colocada en el lobby, hiriendo a un turista y a varios empleados del hotel. El estallido, parte de una campaña que abarcó también a otros hoteles de La Habana, buscaba desestabilizar la frágil economía cubana que por ese entonces buscaba reorientarse hacia el turismo tras el colapso del bloque comunista.
Los planes para construir el hotel comenzaron a elaborarse en la década de 1920, bajo la presidencia de Gerardo Machado. Aunque el gobierno cubano oficialmente financiaría la mayor parte de la inversión, que ascendía en ese entonces a $7 millones, el gerente Martínez dijo que gran parte de la iniciativa vino de la mafia, que gozaba de gran fortuna debido al contrabando de licor en la era de la Prohibición en Estados Unidos.
"Ese capital necesitaba ser invertido', dice Martínez en "Las Revelaciones de una leyenda', un libro lanzado el jueves sobre la historia del hotel. "El Hotel Nacional, en Cuba, es una elección estudiada y bien pensada'.