Por Ricard González | Washington
Como muchos docentes, John Michael Bailey, profesor Psicología de la Northwestern University de Chicago, considera que siempre es bueno que los estudiantes puedan asistir a una demostración práctica de los conocimientos teóricos adquiridos en clase. Sin embargo, tanto algunos alumnos de Bailey como el rector de la Universidad sostienen que debería haber excepciones a ese principio pedagógico, por ejemplo, cuando el curso es de Sexualidad Humana.
Bailey se encuentra ahora en el ojo del huracán al haber organizado una demostración práctica sobre el orgasmo femenino en el que una mujer desnuda fue penetrada con un enorme consolador por su pareja. Faith Kroll y Jim Marcus, los dos voluntarios en la demostración, han declarado que cuando el profesor les solicitó su ayuda, pensaron que su colaboración se limitaría a responder preguntas sobre la utilización de juguetes sexuales.
Sin embargo, una vez en la clase, no tuvieron problemas en implicarse a fondo en el ejercicio, tal como les pidió el catedrático. De hecho, Kroll ha reconocido que una de sus fantasías sexuales es practicar el sexo en un lugar público ante la mirada de decenas de desconocidos.
La sesión se abrió con un vídeo educativo, y la discusión posterior llevó a un debate sobre varios aspectos del orgasmo femenino. Según Kroll, de 25 años, la intención de su ejercicio con el consolador era demostrar que el orgasmo femenino es real. "Uno de los estudiantes me preguntó cuál era mi fetiche específico, y yo respondí que era hacerlo delante de la gente", declaró la joven voluntaria, que finalmente pudo cumplir su pulsión exhibicionista. "Los estudiantes estaban realmente intrigados".
Una sesión voluntaria
Tras la fuerte polémica desatada, Bailey ha argumentado que la demostración no tuvo lugar durante las horas lectivas, sino que se realizó como actividad voluntaria tras la clase. Además, asegura que advirtió a los alumnos que la demostración sería 'gráfica', y que no había ninguna obligación de quedarse. De los cerca de 600 alumnos que siguen el popular curso de Bailey en este semestre, aproximadamente un centenar, optó por permanecer en el aula.
En un comunicado público, Bailey ha reconocido que tuvo dudas sobre llevar hasta las últimas consecuencias su demostración. "Mis dudas estaban relacionadas con el hecho de que mucha gente lo considerara inapropiado. Mi decisión de decir que 'sí' reflejó mi incapacidad de encontrar una razón legítima por la que los estudiantes no pudieran ver tal demostración", reza su texto. El profesor también ha explicado que dijo a los estudiantes que la sesión era "el mejor uso del dinero que sus padres han hecho en su educación".
Además de la pareja de voluntarios, en la sesión participaron otros cuatro expertos que hablaron sobre fetichismo, sadismo, y sadomasoquismo. Los alumnos asistentes fueron invitados a tocar los juguetes sexuales, pero no participaron en ningún tipo de demostración práctica.
La actuación de Bailey ha dividido la comunidad educativa de la Northwestern. El rector de la Universidad, Morton Shapiro, ha declarado sentirse "avergonzado y decepcionado", y ha solicitado el inicio de una investigación. En cambio, Alan Cubbage, vice presidente del departamento de relaciones públicas, apoya a Bailey. "Los profesores de la Northwestern realizan formación e investigación en una amplia gama de temas, algunos de ellos controvertidos... La universidad apoya sus esfuerzos para el progreso del conocimiento".
EE.UU: aumenta el número de jóvenes que no han tenido relaciones sexuales entre los 20 y 24 años
Entre los jóvenes de entre 20 y 24 años, hay un 12 por ciento de chicas y un 13 por ciento de chicos que no han experimentado el sexo, lo que revela otro aumento desde 2002, cuando la proporción era de un 8 por ciento para ambos sexos.
El estudio trató de ser más preciso que la versión de 2002 en su estudio de la vida sexual de los jóvenes, al añadir conceptos como el del sexo oral o anal.
En cuanto a la homosexualidad, el estudio observa que el número de chicas de hasta 24 años que han tenido algún tipo de relación con otra chica creció de un 12 a un 13 por ciento, al tiempo que la misma conducta entre chicos descendió de un 5 a un 4 por ciento.
Además, al observar también a las mujeres adultas, los investigadores comprobaron que tienen más del doble de probabilidades de haber tenido una experiencia homosexual que los hombres de entre 15 y 44 años.
"Entre los hombres, la actividad homosexual se prodiga más entre individuos con mayor nivel educativo, mientras que entre las mujeres, el mayor nivel se da entre las que tienen menos estudios", señaló una de las autoras del estudio, Anjani Chandra.
La investigadora subrayó, no obstante, que "no se puede dividir radicalmente a la población entre homosexuales y heterosexuales", puesto que "no existen necesariamente fronteras claras entre ambos comportamientos".
El estudio también se fijó en la proporción de adultos de entre 25 y 44 años que siguen siendo vírgenes, algo que se aplica al 2 por ciento de las mujeres y el 3 por ciento de los hombres del país.
El objetivo del estudio del NCHS era proporcionar a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) datos más actualizados sobre la actividad sexual que permitan prevenir las enfermedades de transmisión sexual, que afectan a 19 millones de personas en el país cada año.
De esas enfermedades, la más común es la clamidia, y tanto esta como la gonorrea se extienden mucho más entre los adolescentes de entre 15 y 19 años que en el resto de grupos de edad.