Herramientas que nos pueden ayudar a salir de la depresión, la angustia y el enojo.
¿Cómo?.. Rompiendo los patrones que usamos cuando nos sentimos así.
Una guía para recuperar el dominio de las emociones.
¿Se puede alcanzar la felicidad o sólo podemos aspitar a tener algunos momentos felices?
Cuando éramos niños teníamos muchas fantasías y éramos la mayor parte del tiempo FELICES. Sabíamos lo que queríamos y estábamos seguros de poder conseguirlo. No importaba el lugar donde estábamos, sino a dónde queríamos llegar.
Éramos curiosos, alegres y confiados. No teníamos todo... De hecho a veces no teníamos nada, pero con un palo de escoba hacíamos un caballo y con una caja una nave espacial.
Luego la vida nos fue enseñando que “la realidad” es otra. Que los sueños, sueños son. Comprendimos perfectamente qué cosas eran posibles y cuáles no. Y nos convertimos en sensatos, perfectos exponentes de cordura y seriedad.
¿Dónde quedaron los sueños? ¿Dónde quedó la maravillosa sabiduría de la niñez? ¿Dónde la claridad en las decisiones?...¿Dónde quedó la felicidad?
Nos perdimos en una vorágine de planteos, pensamientos y cesiones. Cedimos en nuestro trabajo, negociamos nuestra vida. Nos ponemos más límites de los que en realidad teníamos. Por supuesto, no se puede ser feliz todo el tiempo (no controlamos lo que nos pasa), pero sí podemos ser felices la mayor cantidad del tiempo.
Decís que "la vida es resolver problemas", ¿no es una mirada pesimista del vivir?
No, es una manera realista. Problemas vamos a tener siempre, porque no dependen de nosotros… Ahora, hacer que los temas se conviertan en PROBLEMAS sí es una manera pesimista de vivir. Pero buscar en cada problema que resolvemos una oportunidad es la manera de crecer y ser felices. Los problemas reales son buenos, nos desafían, nos entrenan. Lo que no debemos tener son problemas imaginarios. Esos, ¡son fatales!
El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer:
Este paso se llama alta autoestima.
El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, perdona y olvida.
El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
Si vienes, por ejemplo a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Antoine de Saint Exupéry
Una persona feliz no es alguien en una determinada serie de circunstancias, sino más bien alguien con una determinada serie de actitudes. Hugh Downs
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Siempre que tengas un hueco en tu vida rellenalo de amor
Octavo paso: levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser felices.
El noveno, las malas películas las veo una sola vez,así que las malas experiencias no las repito más de una vez.
El decimo, aprovechemos cada cosa que nos pasa para aprender. Nadie sabe en realidad qué es bueno y qué es malo hasta que lo vemos con la luz del tiempo. Pero la forma en que cada cosa afecta nuestra vida va a depender de lo que nosotros hagamos, pensemos y sintamos.