* Es como si fuera un servicio 911 para disidentes cubanos.
*¿La policía arresta a activistas de los derechos humanos?
*¿Una turba organizada por el gobierno hostiga a las Damas de Blanco?
*¿Surgen protestas en las calles de La Habana?
Por Juan O. Tamayo
Los cubanos pueden llamar ahora a un número telefónico estadounidense y hacer un informe verbal. En cuestión de minutos, la grabación de voz entrará en el blog Háblalo Sin Miedo y generará un tweet con un enlace a la entrada.
El poco conocido recurso, creado por un graduado de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) nacido en Cuba, quien sacó la idea del sistema que estableció Google durante los disturbios antigubernamentales en Egipto, funciona desde el 14 de abril y ha recibido pocos comentarios hasta ahora.
La popular bloguera Yoani Sánchez llamó para ofrecer su apoyo. La disidente habanera Martha Beatriz Roque dejó un mensaje de que miembros de su grupo, la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, tratarían de usar el sistema.
El hombre de Miami dijo que su prioridad actual es contactar con tantos disidentes, blogueros y otras personas conocedoras de internet en Cuba como sea posible para informarles sobre el nuevo sistema, que se puede contactar al llamar al 1-615-HABLALO (1-615-422-5256).
“Necesitamos ayuda para que personas corrientes, cubanos de a pie, sepan de nosotros”, afirmó el hombre de Miami, quien solicitó permanecer en el anonimato debido a que nunca ha estado públicamente involucrado en temas cubanos y apenas empieza su primer trabajo después de su graduación.
“Háblalo Sin Miedo es una buena herramienta para el periodismo ciudadano, pero lamentablemente, la población cubana aún no está preparada para hacer uso de las nuevas tecnologías de esa forma”, escribió Ernesto Hernández Busto, del blog Penúltimos Días.
El graduado de la FIU sabe eso.
“No pensamos que vamos a recibir cientos o miles de mensajes, pero esto puede ser una importante alternativa en ciertos momentos”, agregó. “Al menos es bueno tenerlo listo en caso de algo como lo que sucedió en Egipto”.
Cuando el gobierno del presidente Hosni Mubarak cerró el acceso de los egipcios a internet durante la revuelta que ocurrió allí este año, Google y Tweeter establecieron un sistema de llamadas que permitió a todos los árabes enviar por teléfono sus informaciones y comentarios.
Llamado Speak2Tweet, el sistema recibió miles de mensajes y los colocó en la web, ayudando a diseminar las noticias por el mundo árabe y en ocasiones, incluso a los medios noticiosos extranjeros.
Sánchez escribió un tweet en esa ocasión en que dijo que sería bueno si los cubanos pudieran tener un recurso similar, dijo el hombre de Miami.
“De ese tweet nació la idea de Háblalo Sin Miedo, no desde el poder de las grandes corporaciones, sino desde la iniciativa personal de un exiliado cubano”, afirmó su joven creador.
No está claro si el sistema será popular en Cuba, donde una llamada telefónica a Estados Unidos cuesta casi un dólar estadounidense por minuto, un alto precio en una isla en que el salario oficial promedio en un mes es de unos $20.
“Sí, sale caro, pero al menos es una opción en caso de emergencia”, comentó el creador del sistema. Los partidarios de los disidentes pueden poner dinero en sus cuentas cubanas de teléfonos celulares de forma que ellos puedan pagar las llamadas, agregó.
Una persona que llama tiene un máximo de tres minutos para dejar una información en una máquina contestadora. El hombre de la FIU las revisa entonces para asegurarse que son llamadas válidas y las aprueba para el blog, donde aparecen como una grabación de voz y produce el Tweet. Con pocas llamadas hasta ahora, el hombre de Miami ha tenido tiempo para escribir los mensajes de voz y los ha entrado como texto.
Háblalo sin Miedo ha recibido varias llamadas desde que comenzó el 14 de abril y fue mencionado en varios blogs relacionados con Cuba. Pero la mayoría de ellas ha sido de personas fuera de la isla, tanto apoyando como criticando el proyecto.
Un bloguero progubernamental en Cuba lo describió como parte de un complot de la CIA para socavar el sistema comunista