El expresidente estadounidense Bill Clinton ha expresado en un comunicado oficial su respaldo a la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en el estado de Nueva York. El apoyo de Clinton, que goza de de gran ascendiente entre los demócratas, supone un fuerte espaldarazo a los partidarios de presentar, en las próximas semanas, un proyecto de ley en ese sentido ante las cámaras legislativas del estado.
El apoyo de Clinton, que en septiembre de 2009 admitía públicamente que estaba equivocado sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo (hace años era partidario reservar el matrimonio para las parejas heterosexuales) se suma a la cascada de adhesiones que se están produciendo a lo largo de las últimas semanas, algunas de las cuales recogíamos ayer. Una situación que permite albergar serias esperanzas de que el proyecto, que en 2009 no pudo salir adelante debido a la oposición de un pequeño grupo de senadores demócratas conservadores, sea ahora tramitado con éxito.
El principal escollo, a día de hoy, es la ligera mayoría que los republicanos consiguieron en el Senado del estado en noviembre. Ello obliga a recabar necesariamente algún apoyo entre los mismos para que apoyen la ley o al menos para que no se opongan a la misma. Algo que en la mayoría de los estados sería misión imposible, pero que en Nueva York resulta factible.
Significativo apoyo de El Diario
Además de los apoyos de Clinton, del alcalde de Nueva York, del Gobernador Andrew Cuomo (que ya ha declarado que se toma este proyecto como algo “personal”) o de importantes empresarios y financieros, la aprobación de una ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en Nueva York cuenta con el apoyo de diversos medios de comunicación, desde The New York Times hasta (y quizá este resulte más significativo) El Diario, uno de los periódicos de habla hispana más importantes del estado, que este miércoles editorializaba sobre la materia.
Por su interés, reproducimos un fragmento de su editorial, en el cual no resulta difícil adivinar el reproche dirigido al senador hispano Rubén Díaz, reverendo evangélico y líder del grupo de demócratas conservadores que en 2009 hizo fracasar el anterior proyecto:
“La campaña del gobernador Cuomo merece todo el apoyo de la comunidad latina, incluyendo aquellos que se oponen por razones religiosas. Funcionarios con tal posición deben recordar que fueron electos para servir al público (independientemente de su identidad sexual) bajo leyes americanas, las cuales establecen una clara distinción entre iglesia y estado. Latinos deben también recordar que nuestra lucha colectiva es en contra de la discriminación y la marginalización.
La homosexualidad es una realidad humana. La mayoría de los neoyorquinos tienen un amigo, colega o pariente gay. Es hora de darles a estas personas la oportunidad de desarrollar familia y construir comunidades. Nuestro gobierno no debe estar en el negocio de decirle a la gente de quien enamorarse o con quien casarse.
Esperamos que nuestros senadores actúen valientemente esta vez, que pongan sus creencias religiosas e intereses políticos a un lado, y que realmente trabajen para todos los neoyorquinos. Nuestros niños y nietos recordarán este legado y se lo agradecerán”.